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Nikki Beach, un chiringuito de la localidad francesa de Saint Tropez ha revolucionado las redes sociales y no para bien. Ha salido a la luz un tique de lo que se conoce como un 'clavazo' debido al desorbitado precio de las consumiciones.
En el establecimiento se despachan cocacolas y aguas a 10 euros, langostas a más de 800 y una botella de vino de 50.000 euros. En total se llegan a pagar cuentas como esta de 100.000 euros, como figura en la imagen.
Parece que estos 'sablazos' están de moda. Hace poco el periodista Igor Cubillo denunciaba el desorbitado precio cobrado por consumir dos cervezas en un establecimiento donostiarra. Se cobraron 8,30 € por dos cervezas servidas en vaso de plástico y además, según señala este periodista, «con malas maneras».
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