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Jueves, 29 de octubre 2020, 16:48
«No tenía ni idea de cuándo estaría preparada para escribir esto». Con estas palabras comienza la conmovedora y desgarradora carta publicada por la modelo Chrissy Teigen tras la pérdida de su bebé en el quinto mes de embarazo. En un ejemplo de valentía, ... la bellísima pareja de John Legend ha hecho acopio de fuerzas para dar las gracias por cada muestra de apoyo y cariño recibida desde que hace un mes tuvo que dar a luz a un niño sin vida, relatar su durísima experiencia y poder seguir con su vida.
Sin tapujos y con naturalidad, reconoce que ha sentido un dolor tan profundo del que solo había escuchado hablar y aunque se imaginaba a sí misma encontrando la paz necesaria para escribir frente a una manta y un vaso de vino, el momento le llegó después de una noche de confidencias y «pollo frito» con sus amigos.
Es una carta de agradecimiento pero también es una carta llena de vida y de amor a la persona que no pudo llegar a ser. «Jack siempre será amado, le hablaremos de él a nuestros hijos y seguirá existiendo en el viento y en los árboles y en las mariposas», confiesa. Sus cenizas reposarán «en una caja pequeña» bajo un árbol en la nueva casa de la pareja y su familia, «la que compramos con su habitación en mente».
Chrissy Teigen explica al detalle como sufrió el aborto. El embarazo no avanzaba bien, por un desprendiemiento de la placenta por lo que los médicos le recomendaron reposo, confiando en que de esta forma pudiera llegar a la semana 28 de embarazo. Las hemorragias eran habituales. Permanecía hospitalizada, soñando con que todo acabaría finalmente bien hasta que un día el doctor le confirmó lo que en el fondo ya sabía. El bebé no podría superarlo y, de seguir así, quizás ella tampoco.
Así que recorrió los pasillos de la zona de maternidad del hospital rumbo al quirófano, viendo al resto de la gente feliz, «vitoreando y animando» sin saber que ella iba a dar a luz al quinto miembro de su familia «simplemente para decirle adiós unos minutos después».
«Lloro cuando me enfado conmigo misma por estar demasiado feliz. A veces leo cosas que me hacen reír, o veo una publicación de Instagram divertida y olvido que ya no estoy embarazada. Me sujeto la tripa mientras camino. Me asusto cuando mis hijos saltan sobre mi inexistente tripa», lamenta.
Sin embargo, aclara que hay espacio para los demás en su corazón. «Me preocupa que la gente se sienta incómoda compartiendo su felicidad conmigo. Estoy rodeada de 'barriguitas' de muchas amigas cercanas, y os puedo asegurar que nada me hace más feliz», subraya.
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