En casa de Carmen Capelastegui

Mano a mano, desde Arquitecturas MC, han concebido el Aula de la Sidra, para la Escuela de Hostelería; la decoración de los hoteles Carreño y Princesa Munia, en Oviedo; y las instalaciones de El Roblón en el Club de Golf de Castiello, entre otras obras. Esta última en colaboración con el arquitecto Julio Redondo, el cual, también es artífice del edificio de Nuevo Roces donde Carmen reside con su marido, el ingeniero Alfonso Rodríguez Lampón y sus dos hijos, Carmen y Alfonso.

Se trata de un ático en el que se ha conseguido integrar comedor, salón y cocina con una terraza en la que el mobiliario y los colores elegidos, incluso para las plantas, hacen de nexo entre interior y exterior. Afuera, con un suelo elevado de tarimatec y un muro de microcemento, se han evitado los zócalos y se han incorporado bancos de obra, comprimiendo al máximo tuberías y otras instalaciones hasta lograr espacios útiles.

El aprovechamiento ha sido la norma general. Se aprecia en el propio salón, donde lo que parece ser un sofá chaiselongue son, en realidad, dos colchones susceptibles de ser convertidos en una o dos camas. Diseño de la firma Dcorner -creada por Mamen y Rafael Cueto- y que está incorporada al estudio de arquitectura. Los muebles de la habitación infantil, hechos a medida; otro que sirve de recibidor y zapatero; la mesa de trabajo que se ha colocado en un rincón del dormitorio principal, y el armario de peana con almacenamiento que se ha añadido a un mueble de Baltus, son otros ejemplos.

A esta marca, referente mundial en diseño, se suman otras de igual importancia: las lámparas del salón y comedor son creación de Frank Gehry; la de pie, al igual que la mesa de tapa de cristal que se adaptó en altura a los sillones de cabecera, son de Jesús Cadarso; la butaca de cuero es de CasaJardín ; y la mecedora 'Donoso' lleva la firma del matrimonio Eames, artífice del mobiliario que en el siglo XX rompió los moldes clásicos.

Entre tanto y por antiguo, un mueble bar y una vitrina con más de un siglo; piezas de una cubertería de plata de la familia con casi 200 años de antigüedad; los palos de golf con que jugaba su abuelo Capelastegui; y los tarros de una farmacia que regentaron sus tatarabuelos en Pola de Siero. Lazos familiares que están presentes a través de los cuadros de sus tíos Kiti de la Concha, Federico Mieres -y otro del padre de este, Alejandro Mieres- y Peyo Núñez; y los libros escritos por su abuela Matilde García-Mauriño y su tía-abuela Julia Ibarra, más los del curso de inglés ideado por su tía Rosa de la Concha.