Deja en estado crítico a su amiga de 14 años: «Quería saber lo que se sentía»

Una vez en el lugar, el personal sanitario se encontró a la víctima tendida en el suelo tras haberse precipitado desde el segundo piso del edificio. Las primeras sospechas se desataron al comprobar que la joven presentaba una lesión en la cabeza.

Como consecuencia de las lesiones, la joven tuvo que ser evacuada de urgencia en el helicóptero medicalizado al hospital, donde se debate entre la vida y la muerte, después del grave suceso que le provocó la pérdida de gran cantidad de masa encefálica debido al golpe y la posterior precipitación.

La Guardia Civil centra sus sospechas en que los dos amigos habían quedado esa misma tarde y que, en un momento determinado, ambos se trasladaron a la vivienda del agresor, por motivos que no se han aclarado. Una vez allí el chico habría atacado a la chica con una pata de cabra. Las hipótesis iniciales apuntan a que el menor de trece años, que se encontraba con ella en ese momento, fue el presunto autor de la agresión.

A partir de ahí, no está claro lo que ocurrió después. La Policía Judicial investiga si la chica pudo caerse desde el balcón en un intento de huir de su presunto agresor o bien si el joven pudo empujarla ejecutando así su macabro plan.

Fuentes consultadas han aclarado que fue el joven quien llamó a los servicios de emergencias del 112 alertando de «que había matado a su amiga» con una pata de cabra. La justificación que dio corroboraba la gravedad de lo sucedido: «Quería saber lo que se siente». Las primeras exploraciones apuntan a que el joven tendría un cociente intelectual alto, superior a 130.

En el caso del presunto agresor, ya ha sido ingresado en la Unidad de Psiquiatría del complejo hospitalario y, en caso de que se evidencie que padece un trastorno de conducta grave, la Fiscalía podría promover su ingreso en el centro de menores Montealegre de la ciudad.

Además, la Fiscalía de Menores ha incoado un expediente de protección de ambos menores, víctima y presunto autor de los hechos, para determinar si se encuentran en una situación de riesgo que justifique la adopción de alguna medida. El pronóstico de la víctima es muy grave y, sobreviva o no, en ningún caso la Fiscalía podría incoar al agresor causa penal alguna.