Todos los caminos de Asturias llevan a Santiago

Cuántos caminos a Santiago recorren Asturias? La respuesta oficial la da el decreto del Principado que, en 2006, reconoció el legado jacobeo como Bien de Interés Cultural: el Primitivo que parte de Oviedo por el interior del occidente, el Costero o del Norte que discurre entre Bustio (Ribadedeva) y Vegadeo, y el del Salvador que cruza el puerto de Pajares procedente de León. A ellos hay que añadir el ramal que se desvía en Villaviciosa hacia la capital asturiana por Sariego, Siero y Noreña. Es una lista incompleta que no incluye otros tramos como el Camín Ayerán que atravesaba el Puerto de San Isidro o el que hacía otro tanto siguiendo el curso del Nalón desde su nacimiento en el Puerto de Tarna, además de los itinerarios que desde Oviedo volvían a conectar con la ruta de la Costa por Pravia o la Vía Rexia en el extremo noroccidental que prosigue por Santirso de Abres hacia A Pontenova. Pero la respuesta correcta y más fiel a la realidad es que la cifra hubo de ser a lo largo de la historia de tantas vías como peregrinos pasaron en su viaje para visitar la tumba del apóstol. Y es que, como a Roma, todos los caminos llevan a Santiago.

La complicada orografía asturiana y nuestra inestable climatología -ya reseñadas por el romero veneciano Fontana: «O Asturia, tu sei pur bella, e sei pur dura»- debieron favorecer esa dispersión de las rutas jacobeas y que cada viajero, sobre la marcha, caminase por donde mejor pudiese o lo aconsejasen el terreno y las circunstancias de la jornada. Aún hoy, los trayectos oficiales cuentan con un número considerable de variantes en su trazado y son también muchos los peregrinos que, en ocasiones, se desvían de ellos para visitar algún monumento o paraje natural de especial interés. En cualquier caso, quien quiera vivir en toda su plenitud la experiencia de hacer el Camino de Santiago, siguiendo los pasos por los que viajó durante siglos el espíritu de miles de hombres y mujeres procedentes de toda Europa, debería tener siempre como guía los itinerarios mejor documentados y en los que la huella de esa gran epopeya religiosa y cultural está presente en iglesias, monasterios, capillas, hospitales o puentes que fueron jalonando la vía a Compostela.

El Primitivo nos invita a iniciar esa vivencia única desde el kilómetro cero de las peregrinaciones, la ciudad del Salvador donde Alfonso II el Casto abrió la ruta desplazándose hasta sus dominios gallegos para visitar el Arca Marmórea que albergaba, según la tradición, los restos del apóstol. Partiendo de la plaza de la Catedral, el trayecto nos llevará a la vega de Grao cruzando el puente de Peñaflor para adentrarnos en el corazón occidental de Asturias e ir encontrándonos con los sucesivos hitos de la vía jacobea: del monasterio de Cornellana a las almenas del castillo de Salas y del viejo cenobio de Obona al recorrido por los antiguos hospitales de las sierras de Tineo y Allande, pasar el Puerto del Palo hacia Montefurado y alcanzar Grandas de Salime para ascender el Acebo entrando en Galicia.

La vía de la Costa ofrece la posibilidad de secundar el viaje que realizaban los peregrinos procedentes del norte de Europa desde Irún y también el del histórico Camín Real que unía las distintas villas de la rasa cantábrica asturiana desde la ría del Deva a la del Eo. Un itinerario que conduce de las ruinas de Tinamayor a las murallas de la puebla de Aguilar en Llanes para seguir por San Antolín de Bedón y llegar, con la sierra del Cuera y el Mazucu, a las orillas del Sella. Al otro lado de la villa y del río, la compañía tácita del Sueve que nos lleva al prerrománico de Gobiendes, Colunga, la antigua posada de La Espasa y pronto la panorámica de otra ría la de Villaviciosa, para optar entre la vía al Salvador, por Valdediós y Arbazal, o continuar a la vera del mar hasta Gijón, Avilés, las almenas del Castillo de San Martín sobre el Nalón, Cudillero, el historiado hospital de Luiña, la villa blanca de Luarca, la ría del Navia que nace en O Cebreiro, los campos de maíz tapiegos, el muelle de Figueras, la aguja de la iglesia de Santiago en Castropol y las riberas del Eo guiándonos hacia los muros de Lugo.

Por el Camino del Salvador, nos uniremos al flujo de romeros que llegaban desde León abandonando el Camino Francés para visitar en Oviedo al señor de Santiago y, desde las cumbres de Pajares, iremos descendiendo por los valles hasta Campomanes, admirando la armónica simetría de Santa Cristina de Lena, cruzando la villa de Mieres y ascendiendo el Padrún para seguir por Olloniego a La Manjoya y llegar a la ciudad de Alfonso II, el primer peregrino. Desde su viaje hace 1.200 años, las innumerables sendas a Compostela se irían desplegando por todo el mapa de Asturias hasta nuestros días.

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