Caminar es uno de los mejores ejercicios para fortalecer el corazón y disfrutar de una actividad que se puede realizar a cualquier edad y sin que suponga tener una condición física de atleta. Se recomienda dar al menos 10.000 pasos al día y, a poder ser, practicar este ejercicio cinco días a la semana, pero para los músculos que sostienen todo nuestro esqueleto parece no ser suficiente una caminata diaria.
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Por eso, para acompañar nuestros paseos, se ha puesto de moda añadir ejercicios de fuerza mientras se camina. Sí, como lo lees. Puedes fortalecer los músculos mientras disfrutas de una buena caminata. ¿Cómo? Con la caminata excéntrica. Mejoran la fuerza muscular, la resistencia, la estabilidad y hasta la salud mental.
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Estas caminatas son llamadas así porque se centran en la fase excéntrica del movimiento muscular, es decir, estiran el músculo manteniendo la contracción de este. En términos simples, la fase excéntrica es cuando el músculo se alarga bajo tensión.
Durante una caminata excéntrica, se presta especial atención a los movimientos controlados y a la desaceleración de los pasos, enfatizando la resistencia en los músculos mientras se estiran. Este tipo de ejercicio puede ser especialmente beneficioso para los músculos de las piernas, incluyendo los cuádriceps, isquiotibiales y glúteos.
Además, se reduce significativamente el riesgo de lesiones ya que ayuda a mejorar la flexibilidad y la elasticidad de los músculos y tendones. También mejoran la estabilidad y la resistencia muscular y es útil para mejorar la postura y prevenir caídas, especialmente en personas mayores.
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Para realizar este tipo de caminatas no es necesario ningún material extra. Tan solo seguir unos pasos antes de comenzar:
• Calentamiento: antes de comenzar cualquier ejercicio, es importante calentar adecuadamente. Comienza con estiramientos ligeros y movimientos dinámicos para preparar los músculos.
• Caminar despacio y controlado: ralentiza los pasos y enfócate en la fase excéntrica. Al dar un paso, controla la desaceleración de tu pie hacia el suelo, permitiendo que tu talón toque primero y luego el resto del pie.
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• Uso de cuestas: caminar cuesta abajo es una excelente manera de enfatizar la fase excéntrica del movimiento. Busca una colina o una pendiente leve y practica caminatas controladas hacia abajo.
• Incorporación de peso adicional: para aumentar la intensidad, puedes llevar una mochila con peso adicional o usar pesas en los tobillos. Esto añadirá resistencia y ayudará a fortalecer los músculos aún más.
• Enfoque en la forma: mantén una postura erguida con los hombros relajados y el core activado. Enfócate en movimientos controlados y conscientes.
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