«¡Que bote la Reina, que bote la Reina!»

Madre e hija fueron abrazando una a una a todas las internacionales y al staff técnico, junto al presidente de la FIFA, Ganni Infantino, y el presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, quien les hizo entrega de dos camisetas: a la Reina con el número '12' y a la infanta, con el '10'.

Doña Letizia y Sofía, quien no se desprendió ni un momento de su bandera de España, quisieron viajar hasta la ciudad australiana para vivir 'in situ' un momento único, inolvidable. En cambio, las futbolistas inglesas no contaron con la presencia de ningún miembro de su familia real, toda vez que el príncipe de Gales y su esposa rompieron la costumbre de apoyar a sus deportistas en las competiciones cumbre. Cabe recordar que el príncipe Guillermo es, además, presidente de la Asociación de fútbol británica.

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La Reina, vestida para la ocasión con americana roja, y la infanta Sofía, con bufanda, igualmente roja, se pronunciaron ya antes de comenzar la histórica cita para el fútbol femenino. «Es una alegría y es emocionante estar aquí para animar y acompañar a las jugadoras», dijo doña Letizia en TVE. «De nuestro lado está nuestra capacidad para superar obstáculos, el trabajo, el esfuerzo, las ganas de ganar y espero que la suerte nos acompañe, pero con independencia del resultado ellas ya son unas campeonas», anticipó. Por su parte, la infanta Sofía, gran aficionada y jugadora también de fútbol, comentó: «Estoy esperando que empiece el partido y, sobre todo, ir después al vestuario para felicitarlas pase lo que pase». Dicho y hecho.

La Reina Letizia y su hija menor viajaron a Australia el pasado viernes, acompañadas por el ministro de Cultura y Deportes en funciones, Miquel Iceta. Tras escalas técnicas en Abu Dabi y en Singapur, el avión oficial aterrizó en Sídney el sábado por la noche (hora local). Tras asistir al partido, estaba previsto que la Reina y su hija emprendieran el viaje de regreso a Madrid. Llegarán a España tras haber levantado ambas el trofeo de campeonas.