Chus Pedro Suárez se suma a la campaña de apoyo a la hostelería asturiana ·
El cantante de Nuberu se suma a dar tira a la hostelería mientras prepara el concierto que el grupo ofrecerá en Mieres el Día de Asturias
PABLO A. MARÍN ESTRADA
GIJÓN.
Domingo, 6 de septiembre 2020, 02:59
Al cantante Chus Pedro Suárez no hace falta pedirle arrimar el hombro en apoyo a la hostelería porque en alguien que se crió en la cultura de la solidaridad de la cuenca minera ese 'dar tira' le sale del alma como la única manera de ser en la vida.
El entreguín además se confiesa «animal social. Tengo necesidad del contactu humanu, de compartir espaciu y conversación, algo que encuentro en los bares, porque esa ye la función que tienen, y más, en esta tierra. Son la nuestra salita de casa y, en cualquier puntu de la geografía asturiana, un pueblu sin chigre nun ye pueblu», sentencia con argumentos que no precisan vuelta de hoja.
Para las generaciones de seguidores de Nuberu, que forma desde hace la friolera 42 años con Manolo Peñayos, tiene en la manga una razón de peso más: «Les primeres canciones nuestres nacieron en un chigre». Que se llamaba el Concheso y estaba en El Entrego lo sabrán los más, a fuerza de habérselo oído recordar al músico miles de veces.
De aquel chigre, regentado por Alicia y Pelayo («que cantaba como Dios»), Chus Pedro evoca sobre todo que «era un sitiu donde no había conflictu generacional: los paisanos taben tomando la cacipla o sidra en la barra y en la parte de atrás nosotros facíamos canciones y conspirábamos contra el sistema».
Fue el 'llar' del cantante desde que era aquel guaje amigo de Manolo de Camaretá hasta que cerró. Y una muestra de la fidelidad y de lo a gusto que se sentía en su calor la pone rememorando aquella ocasión en la que entró en él sobre las once del reloj y salió a las siete pasadas de la mañana siguiente. «Taba con un amigu y pusímonos a cantar», explica, sin necesidad de añadir más detalles. La gracia de la historia viene remarcada por el hecho de que, en ese momento, el vocalista de Nuberu regentaba junto a otros socios un negocio de la competencia a escasos metros: El Cafetón.
Mejor como parroquiano
No fue su única experiencia como hostelero. En Naves de Llanes tuvo abierto uno de los templos de la modernidad de la Transición en La Escuela. Más de una vez ha recordado la emoción y las lágrimas del poeta Celso Amieva cuando lo llevó a escuchar allí en primicia, saliendo de los potentes amplificadores del local, la versión de Nuberu de su poema 'Solu'. Aunque aclara: «Tuve a los dos llaos de la barra, pero siempre me sentí mejor como parroquianu que como empresariu. Por eso entiendo bien lo que vive ahora el sector».
Su nómina de locales favoritos es interminable, y especialmente en El Entrego: la sidra en el Florida y El Semáforo, «pa picar» el Ochobre, «les copes» en El Trasgu o el Tom Malory. En Gijón, su referencia es el River. Y en Oviedo, Casa Julio o El Campanu, como lo fueron en las noches La Santa Sebe y Cá Beleño.
Habla sin tasa de ellos y de Nuberu, que sigue rodando. Su próxima cita, el 8 de septiembre en Mieres, con Manolo y Gabino Antuña, tocando y presentando un documental de Marcos Franco. Nuberu siempre como un chigre abierto.
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