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G. POMARADA
LASTRES.
Miércoles, 25 de marzo 2020, 01:27
La crisis del coronavirus comienza a notarse en puertos como el de Lastres, uno de los más pujantes durante la campaña de la xarda. La situación sanitaria ha obligado a la cofradía de pescadores de Santa María de Sábada a denegar el amarre a ... una veintena de embarcaciones llegadas desde Galicia y Cantabria, ya que la acumulación de barcos, con sus respectivas tripulaciones, impedía garantizar unas medidas de protección que los llastrinos extreman estos días: además de usar guantes y mascarillas, han limitado el acceso a la lonja y el puerto permanece clausurado a toda persona ajena a la actividad pesquera. «Lo hicimos por seguridad y porque los compradores no pueden con más pescado», resume el patrón mayor, Eduardo Cuevas.
La saturación en un mercado a la baja es otra de las amenazas que acecha en esta campaña marcada por la pandemia. Las capturas «cuesta más sacarlas que otros años, prácticamente todo el pescado es para congelar o exportar y gran parte va a Italia, que es uno de los grandes consumidores de caballa», indica el secretario de la cofradía llastrina, Carlos Manso. Otra de las vertientes de la problemática es la del almacenamiento: a los congeladores sigue llegando pescado, pero no sale al mismo ritmo. Las empresas cuentan con sus propias instalaciones y llegan a alquilar espacios, pero algunos «están empezando a saturar».
A pesar de las dificultades, la costera sigue abierta por el momento y, en el caso de Lastres, cuentan al menos con la garantía de un comprador fijo «bastante potente», de Galicia, y unos precios que, hasta la fecha, «se mantienen». «Aunque cayeron algo, aguantan sobre setenta céntimos, no es mal precio», afirma el patrón mayor. A la espera de «ver qué pasa», Eduardo Cuevas se muestra resignado y prioriza la salud: «Si lo podemos contar ya no será una ruina», dice.
En otros puertos del Oriente, como el de Llanes y el de Bustio, la xarda se ha convertido por su parte en elemento de solidaridad. Los pescadores ribadedenses están entregando desde este lunes parte de sus capturas a la pescadería Pixín de Unquera, que distribuye lotes gratuitamente entre las familias necesitadas. «Hay que ayudar un poco en lo que se pueda, el martes vinieron dos preguntando y también llamaron del bar El Paso de Buelna, que da de comer a camioneros», explica Pilar Peñil, promotora de la idea. En el concejo llanisco, la iniciativa arranca hoy y corre a cargo del Ayuntamiento, la cofradía de Santa Ana, Pescados Gabi, el Hotel Balcón de la Cuesta, la asociación El Patiu,Cáritas y Cruz Roja.
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