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Viernes, 20 de marzo 2020, 03:51
Hasta Pedro Duque salió ayer a Twitter para pedir calma y que no se dé crédito más que a la información contrastada. El de los bulos es otro virus que se expande en Whatsapp y redes. No es extraño que lleguen a los móviles audios, ... textos o vídeos terrofícos. Mejor no creérselos. Son mensajes grabados aparentemente por personal médico o de enfermería, supuestos especialistas que trabajan en las UCI de los hospitales y detallan las dimensiones desconocidas del colapso sanitario. Además, lo comparten gente de nuestra confianza. Pese a ello, ofrecen una información alarmista, exagerada y, en gran medida, falsa.
Un ejemplo de ello es un audio del supuesto jefe de Cardiología del Gregorio Marañón que se viralizó días atrás, en el que asegura que el número de contagios de coronavirus va a experimentar «un despegue de cifras brutal, Madrid va a ser prácticamente como Milán». El hospital lo desmintió.
Una variante de la anterior son las cadenas de texto de supuestos expertos llegados de China o Italia en las que dan una serie de recomendaciones pseudocientíficas. Más de lo mismo. No creerse nada.
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