NOELIA ERAUSQUIN
GIJÓN.
Miércoles, 8 de abril 2020, 01:44
El terremoto que está provocando el coronavirus en la economía empieza a mostrar su cara en forma de datos. Más allá de los demoledores números del paro del pasado mes de marzo -subió un 6,18%-, ayer, se pusieron sobre la mesa nuevas cifras que ... evidencian el terrible impacto de la pandemia en las empresas de la región y en sus trabajadores. Así, los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) presentados al Principado rozan los 10.000, lo que significa que una de cada tres empresas con empleados en Asturias ya ha cursado su solicitud, sin contar aquellas que lo han hecho fuera de la comunidad, como Arcelor. Pero, además, la Federación Asturiana de Empresarios (Fade) calcula que la crisis provocada por el COVID-19 ha reducido la actividad económica en un 60%, lo que supone una pérdida de 33 millones de euros diarios. Trasladados a empleos serían el equivalente a entre 580 y 600 puestos, asegura la patronal.
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Los datos que baraja Fade, tras consultar a los representantes de los distintos sectores, describen una región a ralentí, aunque no de forma homogénea, ya que algunas ramas de la actividad se han visto especialmente golpeadas. Así, como ya mostró el paro registrado en marzo, básicamente, el único sector que resiste al coronavirus es el agroalimentario, mientras que el resto sufre duros recortes.
En términos absolutos, los servicios, que suponen más del 70% del Producto Interior Bruto de la región, son los que padecen el mayor descalabro, con una pérdida diaria que Fade sitúa alrededor de 23 millones de euros y una caída de la actividad del 60%. No obstante, como agrupa negocios muy diferentes, los efectos en cada uno de ellos son radicalmente distintos.
El impacto del coronavirus es especialmente virulento en las actividades que se encuentran paradas desde el pasado día 13 marzo, como son las relacionadas con el comercio y la hostelería y el turismo. Estos establecimientos fueron los primeros que tuvieron que echar el cerrojo y, desde entonces, excepto contadas excepciones, como son los restaurantes que ofrecen comida a domicilio, sus locales permanecen cerrados.
En el caso de la hostelería y el turismo, Fade cifra en unos 3 millones de euros la pérdida diaria, a lo que hay que sumar que la pandemia se ha llevado por delante uno de los picos de negocio anuales, las vacaciones de Semana Santa. Entre hoteles y restaurantes, la cifra de establecimientos cerrados ronda los 12.000, con unos 25.000 trabajadores afectados, a los que hay que sumar unos 10.000 autónomos.
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Con el estado de alarma también tuvo que bajar la persiana el comercio, que apenas había iniciado la campaña de primavera y que se pierde estas semanas ventas difícilmente recuperables, como son todas las relacionadas con eventos, como bodas y comuniones. De ahí que reclame que, al menos, se vuelvan a regular las rebajas y, tras el estado de alarma, grandes cadenas o el comercio 'online' no puedan realizar descuentos agresivos que hundirían aún más al de proximidad. Otras actividades relacionadas con el ocio, la cultura, el transporte y algunos servicios profesionales también se han visto duramente goleados por el estado de alarma, subraya Fade.
Sin embargo, según las primeras estimaciones de la patronal, el retroceso más importante en términos porcentuales se da en la construcción. Calculan desde esta organización una pérdida de unos 3,8 millones de euros al día en términos de valor añadido bruto, con una caída de la actividad de alrededor del 95%.
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Sin haberse recuperado aún de la crisis, en Asturias este sector mantuvo las dos primeras semanas del estado de alarma cierta actividad. Sin embargo, a partir del real decreto en el que se decretó la «hibernación» de la economía, las obras tuvieron que parar. No se consideraron una actividad esencial y sus 25.000 trabajadores se quedaron en casa. A partir de la semana que viene, podrán volver al tajo, aunque con importantes medidas de seguridad e higiene, que suponen grandes costes añadidos, subraya la patronal sectorial, CAC-Asprocon.
El motor económico de la región, como suele considerarse a la industria, incluyendo también la vinculadas a energía, agua y residuos, tampoco vive ajeno a la crisis ocasionada por el coronavirus. En su caso, Fade cifra su caída próxima al 50%, con más de 5 millones de euros de pérdida al día, «si bien este es el resultado de la combinación de niveles de actividad dispares en las distintas ramas», aclara la patronal
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Por ejemplo, dentro de la industria manufacturera, las ramas consideradas esenciales, como la alimentaria, farmacéutica, parte de la química, así como proveedores de estas, mantienen su producción por encima del 90%. Es el caso de plantas de como las de CAPSA e Ilas, Bayer o DuPont. En cambio, otras ramas no llegan al 20%. En el caso del sector metal (metalurgia, fabricación de bienes de equipo, fabricación de productos metálicos, etc.) se estiman niveles de actividad en el entorno del 23% de su producción normal. No obstante, empresas como Thyssen o Gondán han negociado medidas de flexibilidad con su plantilla hasta el próximo lunes y han llegado a cesar su actividad, mientras que otras, como Arcelor, han reducido a la mitad la producción.
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Y, aunque ningún sector vive ajeno al coronavirus, el que está resistiendo mejor la pandemia es el primario, como ya se pudo comprobar en los datos del paro registrado del pasado mes de marzo, en los que era la única rama en la que no subía el desempleo. El retroceso medio de la actividad en su conjunto se aproxima al 10%, según Fade, fruto de un buen nivel en las áreas más relacionadas con la alimentación. En cambio, algunas actividades concretas, como la forestal, arrojan descensos muy superiores.
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Los cálculos de la patronal asturiana no desentonan con los datos oficiales que maneja el Ejecutivo autonómico en cuanto a los ERTE que presentan las empresas. Desde el 11 de marzo y hasta el pasado lunes, el Principado había recibido un total de 9.975 solicitudes. Son 800 más que hace justo una semana, lo que denota un «un menor ritmo de presentación», según el director general de Empleo y Formación, Pedro Fernández-Raigoso. De todos ellos, la Consejería de Industria, Empleo y Promoción Económica ha tramitado aproximadamente la mitad, 4.550, que afectan a 16.564 personas. El 96,85% han sido considerados por causas de fuerza mayor, 4.407, que implican a 15.821 trabajadores. Los otros 143 se deben a causas económicas, técnicas, productivas y organizativas y afectan a 743 empleados. Para los primeros, el número de días de suspensión por término medio es de 30 y, para el resto, de 90.
Hostelería y hotelería, servicios de restauración y catering a instituciones; peluquerías y otros tratamientos de belleza, además de empresas de pequeño comercio, continúan, como desde el inicio de esta crisis, como los sectores con más expedientes tramitados y se estima que copan también la mayoría de los presentados.
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Según Fernández-Raigoso, la elevada cifra de ERTE tramitados pone de manifiesto el trabajo realizado por los funcionarios encargados y también el éxito del nuevo procedimiento de tramitación y resolución electrónica de gran volumen, «configurado en tiempo récord por la Dirección General de Estrategia Digital» y que ha permitido agilizar la revisión de los ERTE, hasta lograr tramitar el doble que hace siete días.
Este salto cuantitativo es algo que valoraron ayer UGT y CC OO, tras la primera reunión de la comisión constituida para realizar el seguimiento de este mecanismo, en la que también se integra Fade. Precisamente, los agentes sociales habían reclamado durante los últimos días una mayor celeridad a la hora de dar respuesta a las peticiones de las empresas. No obstante, el Principado también pide que se evite el registro múltiple de solicitudes o de modificaciones de estas, así como presentaciones simultáneas de ERTE por diversas causas, «ya que dificulta mucho más el trabajo sobre un procedimiento bastante complejo de por sí».
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El secretario general de UGT, Javier Fernández Lanero, recordó también los efectos que tienen estos retrasos en los empleados, muchos de los cuales no podrán cobrar la prestación hasta el 10 de mayo, mientras que el responsable de Acción Sindical de CC OO, Gerardo Argüelles, reivindicó la salud de los trabajadores y también apostar por el mantenimiento del empleo.
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