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El vídeo con el que el colegio mayor Elías Ahuja (Madrid) se ha hecho viral, no deja en muy buen lugar a la institución. Los cánticos machistas de los estudiantes hacia sus compañeras de la residencia de enfrente, el colegio mayor Santa Mónica, han hecho estallar las redes sociales. El joven que pronuncia el primer cántico ha sido expulsado del centro y la Fiscalía investiga actualmente si hay delito de odio en este caso.
Ante este revuelo se han pronunciado altos cargos del Gobierno, como la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz Pérez, que expresaba su «repulsa absoluta» y el propio presidente del Gobierno que publicaba en su cuenta de Twitter: «No podemos tolerar estos comportamientos que generan odio y atentan contra las mujeres. Es especialmente doloroso ver que los protagonistas son personas jóvenes«.
El asunto ha llegado incluso al Congreso de los Diputados. La ministra de Igualdad, Irene Montero, subía ayer al estrado para denunciar lo ocurrido: «Esto, señorías, es cultura de la violación. Es terror sexual. Usar la intimidación y el miedo para que las mujeres no tengamos margen para decidir. Y esto, señorías, se cura con educación sexual».
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Ante esto, el periodista de Sotrondio, Pablo R. Roces, ha decidido hacer pública a través de su cuenta de Twitter una anécdota acerca de su breve contacto con el colegio mayor en cuestión.
Para entender lo que es el Colegio Mayor Elías Ahuja no hay nada como una experiencia personal. Yo la viví hace 11 años cuando me viene de Asturias a Madrid. Ni mis padres ni yo conocíamos las opciones de alojamiento para universitarios. Nadie de nuestro círculo vivía aquí. 🧵
Pablo R. Roces (@Pavlinrodriguez) October 6, 2022
Hace once años, el periodista buscaba residencia en la que alojarse en Madrid y acudió a una entrevista en el colegio mayor vinculado a la Universidad Complutense de Madrid y gestionado por los Agustinos. En la entrevista, el directivo mostró mucho interés por conocer el trabajo de sus padres y cuando supo sus empleos (la madre, administrativa y propietaria de una tienda de ropa, y el padre minero prejubilado), «le cambió la cara», para después rehusar la incorporación del estudiante: «Aquí estamos formando a las élites de nuestro país».
Ante el desplante, el padre del periodista respondió: «Mi hijo ni es ni quiere ser de la élite», al tiempo que la familia se levantaba y dejaba la entrevista a medias. «Viendo la élite que están formando es una gozada no pertener a ella», concluía Pablo R. Roces en su hilo de Twitter.
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