La asturiana que estudió en el mismo colegio que la Princesa Leonor: «Lo único que es elitista allí es la educación»

El salto del instituto de Luanco al «Hogwarts hippie» -como ya lo han denominado algunos por su similitud con el colegio de Harry Potter y su formación muticultural y verde- es «una experiencia inolvidable» desde que pones un pie en el aeropuerto «y se encargan de ir a recibirte los estudiantes de segundo año de tu país». A ella, concretamente, le tocó «un gallego» y en la casa que le asignaron como vivienda (con capacidad para 48 alumnos, repartidos en dos pisos, «24 chicas arriba y 24 chicos abajo») también «había un chico de Lleida». Y, después, el centro ofrece «un par de semanas de adaptación» antes de comenzar el curso: «Por ejemplo, puedes ir a alguna clase antes de decidir qué asignaturas elegirás y también hay un campamento de fin de semana para conocer a las personas de tu año».

Las clases son de 8 a 13.10, hay vacaciones de Navidad y verano y «se cena muy pronto, a las cinco de la tarde», después de realizar actividades deportivas («hay, por ejemplo, clases de socorrismo en una piscina climatizada interior y otra exterior o escalada» en un rocódromo) y de servicio a la comunidad (Yésica eligió el trabajo en la huerta), porque «a las 21.30 hay que estar en casa y los tutores, que generalmente son un matrimonio que vive al lado, pasan lista». Una casa en la que «Leonor hará amigos para toda la vida de todo el mundo», como le pasa a Yésica, que, al salir del centro, estuvo en la India como voluntaria y estudió Ingeniería Industrial en Gijón, además de pasar por París o Baleares. «Es un sistema muy justo y las oportunidades son las mismas para todos, independientemente de tu poder adquisitivo. Lo único que es elitista es la educación. Ella va a ser una más». Así que esta luanquina solo anda disgustada porque la reunión que los antiguos alumnos organizan cada diez años en el colegio está en el aire por el dichoso coronavirus.