Olivia Molina | Actriz
«Estoy aprendiendo a elegir las batallas, no entrar en todas»Vermú de domingo ·
Tercera generación de una saga de artistas, cree que «en esta sociedad con tanta prisa es difícil bajar revoluciones, #poder priorizar y elegir»Secciones
Servicios
Destacamos
Olivia Molina | Actriz
«Estoy aprendiendo a elegir las batallas, no entrar en todas»Vermú de domingo ·
Tercera generación de una saga de artistas, cree que «en esta sociedad con tanta prisa es difícil bajar revoluciones, #poder priorizar y elegir»«Tal y como está el mundo, con tanto sufrimiento, con tanta injusticia, me siento muy, muy afortunada de estar como estoy ahora, así que brindo por la salud de los que me rodean y por la mía», responde Olivia Molina cuando, con motivo de ... la presentación de Maestro Reserva, el nuevo ron de Brugal, le preguntamos por qué brindaría. La actriz puede, además, brindar por el futuro, ya que tiene pendientes de estreno la película 'La casa' y 'Regreso a Las Sabinas', la primera serie diaria para una plataforma de 'streaming'. De conversación amable y transparente, Molina, tercera generación de una saga de artistas, conoce las luces y las sombras de su oficio desde pequeña («los altos, los bajos, comprometerse con un trabajo; todo esto lo sé porque lo he vivido desde muy pronto»), y se ha construido, tanto profesional como personalmente, desde la exigencia, el autoconocimiento y la búsqueda continua. En ello sigue.
-¿Hay vermú en su domingo?
-No, no suelo ir a tomar el vermú. Me gusta hacer reuniones en casa con amigas y familia, pero el vermú no es una costumbre.
-Su última película se titula 'La casa'. ¿Cuál es su casa familiar? ¿La de Ibiza?
-Para mí, más que algo tangible, la casa sería como un lugar interno, un espacio personal que no depende de nada externo; es donde una se va construyendo un lugar seguro. Es cierto que hay lugares físicos que te conectan directamente con un momento de tu vida, con una cierta melancolía por lo vivido, por la felicidad, por lo que fue. Si preguntas por eso, sí, sería Ibiza la casa en la que nací y me crie; luego ya vine a vivir a Madrid, pero siempre guardo en mi corazón esa casa. Pero el día en que no esté esa casa, también estará dentro, ¿sabes?
-Tiene que ser un equilibrio complicado encontrar su lugar en el mundo y, al mismo tiempo, respetar el legado familiar.
-Absolutamente. Pero lo de buscar ese sitio en el mundo me pasa a mí y nos pasa a todas en algún momento. Es verdad que, en mi caso, tenía esa condición de elegir una profesión en la que mi familia es muy importante, pero también es hermoso porque me ha hecho apreciar realmente el oficio y lo que significa. Luego están los conflictos de buscarse, de encontrarse, de compararse, por supuesto, pero no han sido un freno, sino que siempre han sido aceptados por parte de mi manera de estar y de mi crecimiento, y me han dado la fuerza para salir adelante.
-Conocer el oficio desde tan pequeña le ha permitido desromantizarlo.
-Hay muchos componentes que conocía, pero luego es otra cosa cuando lo recibes en ti con tu propio carácter, con tu propia generación, con tus circunstancias, con crecer en esta profesión en estas nuevas décadas. Yo he tenido mis propios retos, y por mucho que haya vivido ciertas cosas a través de mi madre, mis tías o mi abuelo, después te toca a ti abrir tu lugar en el mundo y entender tus circunstancias. Eso es hermoso también, agarrar lo que te viene dado y transformarlo para seguir tu camino.
-Su pareja, Sergio Mur, también es actor. ¿Cómo concilian la vida familiar con la laboral?
-Nosotros tratamos de tener una estabilidad de hogar en la que los niños se sientan seguros. No es fácil porque tenemos una vida compleja que va de 0 a 100 en una semana, pero nuestra prioridad es la crianza de nuestros hijos. Unas veces está presente uno, otras otro, pero siempre intentamos estar uno de los dos, aunque eso implique ciertas renuncias. Vamos haciendo este tipo de malabares, pero nos hemos dado cuenta de que todo esto nos ha unido mucho, y nos ayuda el hecho de que los dos seamos actores y entendamos este tipo de profesión. En ese sentido nos ha hecho personas flexibles y, curiosamente, muy sólidos como pareja.
-El futuro, ¿cómo lo ve?
-Es un proceso, un continuo, continuar, continuar, continuar, y si se puede ver el disfrute, pues mejor. Un continuo de crecimiento y de consciencia, de seguir evolucionando y disfrutando del oficio con curiosidad y entrega, pero priorizando, como siempre he hecho, mi familia y mis niños.
-A disfrutar también se aprende.
- Exacto. Y también a poder enfocar el sufrimiento y los errores desde un lugar de aprendizaje, mirar las cosas con perspectiva y aprender de eso. Pero en esta sociedad, con tanta prisa y tanta información, a veces es difícil bajar revoluciones, poder priorizar y elegir; es como que muchas veces quiero llegar a todo. Estoy aprendiendo a soltar, a ser más compasiva conmigo y a elegir un poquito las batallas, no a entrar en todas porque me paso mucha factura.
-Hay que soltarse un poco el pelo de vez en cuando. Por cierto, a Carmen Maura, con la que ha trabajado en 'Mi otro Jon', le dio por decirle que se cortara la melena.
-Ah, sí, qué graciosa. Sí, le dio con mi pelo. Es auténtica, no se corta nada y siempre me lo decía. En la película ella era mi madre, tenía un cáncer terminal y le quedaba poco tiempo de vida, y aunque era una comedia muy blanca y familiar, al meternos en esa circunstancia teníamos escenas fuertes, de mucha intensidad. Luego teníamos que romper con esto, y me trajo sus maravillosas pelucas, súper bien conservadas, para que me viera con otros looks. Me las probaba con ella y me moría de risa. Me decía «bueno, bueno, ¡estás estupenda!».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.