La Agencia de Protección de Datos declara la guerra a OnlyFans y Pornhub

Este informe es un paso más en la «necesidad de regular ciertas pautas» por parte de la Aepd. «Los primeros responsables son las compañías de internet, pero los Gobiernos deben asumir políticas (para frenarlas)», dice España, que pide un «pacto de Estado» para detener estas prácticas que buscan «monetizar» sus contenidos con publicidad. Urge el desarrollo de estas tecnologías verificadoras de edad, que sirvan también de cortafuegos a prácticas engañosas, debido a que «los sistemas actualmente disponibles en el mercado (autodeclaración, compartir credenciales con el proveedor de contenidos, que sea este el que realice una estimación la edad o que exista una entidad intermediaria entre el usuario y el proveedor) se han demostrado ineficientes o muy intrusivos», explica una fuente de la Aepd.

Después del verano la agencia estatal impulsará en el Parlamento Europeo el cumplimiento del decálogo de principios para sistemas de verificación de la edad y pedirá que se sancione a dos de las plataformas de porno más populares, Pornhub y Onlyfans. «Que estas empresas no usen lo que llaman 'terceros de confianza' en el ámbito de verificación de edad. La mejor confianza es el sistema doble ciego para la verificación de datos», asegura España.

La cuestión es que «con la excusa de verificar la edad se recopilan datos masivamente», dice España. «Hemos difundido esos criterios de implantación en el Comité Europeo de Protección de Datos y en el ámbito iberoamericano». El sistema propuesto por la Aepd consistiría en un «sistema doble ciego que autoriza a un dispositivo», propiedad de un mayor de edad, a ingresar a determinados contenidos, sin que se «conozca la finalidad del acceso. Es un documento oficial que se expide con un carnet de conducir, pasaporte, dni o, en el futuro, el sistema de identidad digital europea. Debe ser anónimo y eficaz».

La idea sería extender la iniciativa a redes sociales, plataformas de vídeo, música, contenido para adultos y juegos, entornos de aprendizaje y aplicaciones de salud, todas culpables, a juicio de la Aepd, de programación que genera adicción y coacciona mediante engaño, de forma intencional. Ni siquiera se salva la plataforma educativa de Google.

«Nunca hemos estado más expuestas a que se manipule nuestra esencia para la toma de decisiones», advierte España, el curso 'Nuevos retos para la protección de los derechos de las personas ante el impacto de Internet'. «Hay patrones oscuros y las empresas digitales son conscientes de los efectos adictivos y engañosos que producen. También de los efectos en el comportamiento para influir y tomar decisiones que no son autónomas ni informadas con consecuencias negativas. Ya se están viviendo los efectos de ese uso inadecuado».