Nuria Varela, directora general de Igualdad, en su despacho. ÁLEX PIÑA

«Tenemos que acabar con la impunidad del maltrato»

Nuria Varela | Directora general de Igualdad ·

«La sociedad ha normalizado la violencia sobre la mujer y que ella sea la que cuide gratis. Estamos todavía con si un 'sí' es 'sí' o es 'no'»

CHELO TUYA

OVIEDO.

Miércoles, 25 de noviembre 2020, 03:16

En 1999, la ONU fijó el 25 de noviembre como Día Internacional de Lucha contra la Violencia sobre las Mujeres. La fecha recuerda el asesinato, en 1960, de las tres hermanas Mirabal ordenado por el dictador dominicano Trujillo. Veinte años de 25N han permitido poner ... el foco en la eterna desigualdad entre hombres y mujeres. Para Nuria Varela (Turón, 1967), es tiempo suficiente para «cambiar el paradigma» de la lucha.

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-Asturias llega al 25N con dos feminicidios y más de 600 mujeres con protección policial.

-Se cumplen veinte años desde que Naciones Unidas designó este día como de lucha contra la violencia sobre la mujer y creo que veinte años es tiempo suficiente para revisar, evaluar y mejorar. Vemos que los datos no varían.

-¿Y eso qué significa?

-Que hay que cambiar el paradigma de la lucha contra la violencia de género porque, obviamente, no estamos obteniendo los resultados esperados.

-¿Y cómo se hace el cambio?

-Colocando el foco en la prevención. En el inicio del proceso de la violencia. Aunque, por supuesto, no vamos a descuidar en absoluto el final, que es la atención a las víctimas. Hay que acabar con la impunidad del maltrato.

-¿La hay?

-Sí. Necesitamos un cambio cultural que acabe con esta tolerancia hacia la violencia sobre la mujer en todas sus manifestaciones.

-¿Y lo logrará con Coeducastur?

-Es el programa de educación en igualdad del Principado que está centrado en eliminar los estereotipos de género y en llevar el concepto de igualdad y el de respeto al aula.

-Su intención era implantarlo este año.

-En enero, a pesar de la situación difícil en la que estamos, vamos a testarlo en cuatro colegios: Montevil (Gijón), Marcelo Gago (Avilés), Regino Menéndez Antuña (Tuilla) y Lena-Campomanes. Hemos elegido un centro urbano grande, otro urbano pequeño, el de la cuenca, que cambia de claustro cada año, y el colegio rural que más crece en alumnado.

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-Objetivo

-Testar Coeducastur. Empezamos en Primaria, pero queremos cubrir todas las enseñanzas, incluida la educación infantil. Es el primer programa de España que también llegará a la educación especial.

-¿La 'ley Celaá' puede ayudar a lograr la coeducación?

-En el tema de coeducación va mucho más allá de tener una asignatura de valores. Se trata de ofrecer una educación transversal. Cuando tú enseñas Historia, no te puedes olvidar de las mujeres. Cuando tú distribuyes el patio del recreo, no puede estar copado por el fútbol. Hay que educar con una mirada respetuosa. Tener un suelo ético común.

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Red sin lista de espera

-Hay niñas de 14 años con protección policial frente a sus novios. Cuando ellas nacieron, la Ley Integral de Violencia ya llevaba dos años en vigor.

-El capítulo 1 de la Ley Integral se refiere íntegramente a la educación y ese capítulo no se ha puesto en marcha. Si hubiésemos empezado a cumplir la ley cuando se aprobó, tendríamos una generación donde no veríamos esos casos de violencia.

-Ha subido el número de víctimas, pero bajan las denuncias. ¿Efecto confinamiento?

-Sí, aunque han bajado muy poquito. Este año tuvimos que abrir una casa de emergencia para dar atención a las víctimas, ya que el confinamiento nos creó un cuello de botella: las que estaban en disposición de salir no se podían ir. Pero esa casa ya se cerró en agosto y la red está reordenada.

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-¿Nunca hay lista de espera?

-Nunca. No lo permitimos. Se amplían las plazas que se necesiten. Ahora, por ejemplo, tenemos plazas libres porque hemos hecho un trabajo para prepararnos por lo que pueda venir. La red no es un dispositivo donde se pueda improvisar.

-Una red que estará conectada, también, con el centro de crisis para violencia sexual.

-Sí. Lo pusimos en marcha el pasado día 9, para trabajar internamente, confeccionar todos los protocolos y convenios diferentes, con la idea de que hoy, por motivos obvios, entre en funcionamiento. Es la mejor manera de conmemorar el 25N.

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-¿Qué supone?

-La idea es que el centro sea el centro de referencia en caso de agresión sexual. Tenemos un equipo especializado en atender a víctimas de violencia sexual. Se han firmado convenios con el 016, el 112, Salud, las fuerzas de seguridad del Estado, los centros asesores de la mujer... En la Red de Acogida hay reservado un apartamento por si se necesita.

-Si para acabar con la violencia física nos falta educación, ¿para erradicar la sexual más?

-La violencia de género es el menosprecio hacia la mujer. En esta sociedad se ha normalizado que las mujeres cuiden, que tengan la obligación de hacerlo y que lo haga gratis. Se ha normalizado la duda sobre el deseo sexual de las mujeres y el derecho sobre su propio cuerpo. Todavía estamos con el debate de si 'sí' es 'sí' o 'no' es 'no'.

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-Este 25N tiene como lema las violencias económicas.

-Sí, hay una violencia económica que es estructural y hay que cambiar toda la sociedad. Cuando algo afecta al 90% de las mujeres no se arregla con soluciones individuales. Si las empresas no respetan la necesidad de cuidar y mantener vidas profesionales, en una tierra como Asturias significa que nos morimos. La despoblación tiene que ver con la falta de corresponsabilidad.

-¿Qué pasos han dado?

-Por primera vez, la concertación tiene una mesa de igualdad. Y el Plan Asturiano de Corresponsabilidad. La demografía tiene forma de 'u'. En uno de los extremos están las sociedades totalitarias, donde las mujeres no tienen derechos y sí muchos hijos. En el otro, justo lo contrario, las sociedades más igualitarias. Abajo están las que, en la práctica, no permiten que las mujeres tengan vida profesional y vida personal.

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