Becarias obligadas a hacer un casting en bikini para una central nuclear

La empresa nuclear más importante de Republica Checa está en el punto de mira por un supuesto casting de belleza para la contratación de su nueva empleada en prácticas este verano. Las aspirantes a dicho puesto, todas de género femenino, debían posar con dos únicas prendas: un casco y un bikini, en las instalaciones de la central. Después, las instantáneas tendrían que ser colgadas en la cuenta de Facebook de la empresa para que los usuarios votaran y decidieran quién de ellas obtendría el título de 'Miss Energía 2017' y, por consiguiente, la plaza de prácticas.

Según informa ABC, la radio pública del país ha sido la encargada de destapar el escandaloso concurso y la cadena de televisión alemana Deutsche Welle ha denunciado el escándalo a escala global. En total fueron diez chicas que acaban de terminar la educación secundaria las que aspiraban a la beca y se prestaban a esta competición de me gusta. El polémico certamen fue organizado por el Infocentrum JE Temelín, que colgó el pasado 19 de junio las fotos en su cuenta de Facebook para dar inicio a las votaciones. Las fotos no aparecen ya en esa localización, seguramente debido a las tremendas críticas que la iniciativa ha recogido tanto en Chequia como a nivel internacional. La indignación en las redes sociales ha traspasado las fronteras del país.

La empresa energética checa EZ desea aumentar en número de mujeres que trabajen el sector, pero sus responsables se han distanciado por completo de esta «lamentable» idea y ha obligado a la central de Temelín a presentar disculpas públicamente. «El objetivo era promocionar la educación técnica, pero si esta idea plantea dudas o preocupaciones, lo sentimos mucho», explica la empresa en un torpe comunicado. En una supuesta medida de compensación, las diez aspirantes serán premiadas con una beca.

El escándalo es solo la punta visible de la situación de las mujeres checas, que tienen dos veces más probabilidades de ser pobres que los hombres de su misma nacionalidad. Esta brecha es particularmente pronunciada entre las familias mayores y monoparentales, según Social Watch. El informe publicado por esta organización con motivo del último Día Internacional de la Mujer, afirma que en la República Checa las mujeres son responsables del 87% de las familias monoparentales, con un número total estimado de 180.000. Casi el 20% de estas familias monoparentales están en riesgo de pobreza. Las madres solas tienen a menudo bajos ingresos y tienen el doble de probabilidades de estar desempleadas que el promedio nacional.

Las desigualdades en los salarios de los hombres y las mujeres son en este país de las más llamativas a nivel europeo. La psicóloga Eli¨ka Kody¨ová, directora de Aperio, una ONG que apoya a las familias y madres en dificultad, denuncia que esta situación es socialmente aceptada y que el sistema checo de prestaciones sociales no se hace cargo.

Las mujeres siguen obteniendo un promedio de 22,5% menos de ingresos que sus colegas varones. Estas desigualdades salariales se extienden obviamente a la jubilación, como explica Markéta Mottlová, de la ONG Forum 50%. «Las mujeres jubiladas reciben una pensión una quinta parte más baja que la de los hombres, debido a los menores salarios de las mujeres y al hecho de que estas mujeres pasan parte de su vida laboral realizando trabajos no remunerados o trabajando en negro».

Y las condiciones económicas no hacen sino reflejar un grave problema de violencia de género. Social Watchadvierte que casi un tercio de las mujeres mayores de 18 años han sido en algún momento víctimas de violencia doméstica, porcentaje que representa a 1,2 millones de mujeres.

Petra Havlíková, abogada de una ONG que lucha contra el sexismo y la discriminación en Chequia, ha declarado al portal de noticias Aktualne que «este concurso es una perfecta metáfora de la situación de las mujeres en Chequia» y lamenta que Europa permita que dentro de su territorio las mujeres sigan siendo víctimas de un trato semejante. «Que en 2017 alguien pueda obtener ventaja profesional por su buen aspecto me parece increíble y que este asunto pase como una anécdota para las autoridades de Bruselas es poco esperanzador», sentencia Havlíková.

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