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Miércoles, 7 de junio 2017, 12:14
Alguna vez hemos leído la noticia de un nacimiento en pleno vuelo. Y seguramente muchos nos hemos preguntado que filiación tendrá ese bebé.
Nacer a más de 3.000 metros de altura, en el interior de un avión y con los miembros de la tripulación haciendo de parteros, es una experiencia que sólo unas pocas personas del mundo pueden contar. El último caso fue hace tan sólo un mes a bordo de la compañía Turkish Airlines, cuando Nafi Diaby, embarazada de 28 semanas dio a luz a una niña, en un vuelo que iba desde Guinea a Burkina Faso.
Y, ¿qué nacionalidad tendrá? La respuesta es un depende. No hay una respuesta universal ya que varía según las leyes de cada país. Existen dos principios: el ius sanguinis ('derecho de sangre') que implica que el niño recibe la nacionalidad de sus padres; el ius soli ('derecho del suelo') que marca que el bebé nacido en un vuelo adopta la nacionalidad del territorio que está sobrevolando.
Así, en Estados Unidos, toda persona que nazca en espacio aéreo americano recibe automáticamente esta ciudadanía.
Países como Reino Unido tienen leyes más restrictivas que Estados Unidos y, a priori, no reconocen la nacionalidad automáticamente. Uno de los casos más famosos de este país es el de Shona Owen, que nació a bordo de un avión de la compañía British Airways cuando su madre realizaba el trayecto entre Ghana y Reino Unido, precisamente para que su hija obtuviese la ciudadanía británica.
Shona puede presumir de tener uno de los pasaportes más curiosos del mundo, ya que en el apartado del lugar de nacimiento en vez del nombre de una ciudad pone: «en un avión a diez kilómetros al sur de Mayfield, Sussex», cuenta la protagonista al diario Telegraph. Años más tarde, la aerolínea le regaló billetes de ida y vuelta para viajar a Australia con motivo de su 18 cumpleaños.
Por otra parte, en España, AENA establece que una persona nacida en espacio aéreo español y de padres españoles recibe automáticamente esta nacionalidad. Sin embargo, si los progenitores son extranjeros pero el bebé nace en un avión español, la ciudadanía no la adquiere de forma directa. Tendría que solicitarse un año más tarde en caso de haber residido durante todo ese tiempo en el país.
El último bebé nacido en una aeronave española fue hace seis años, durante un viaje de la compañía Iberia. La madre tuvo la suerte de contar con la ayuda de un médico, un ginecólogo, una partera y un cura, que iban a bordo. El parto duró 15 minutos en el vuelo que iba desde Malabo (Guinea Ecuatorial) hasta Madrid.
¿Y si nace sobrevolando un océano? Ahí toma fuera el origen del avión en el que ha nacido. Los artículos 17 y 21 de la Convención Internacional sobre Aviación Civil de 1944 establece que los aviones tienen la nacionalidad del país en el que fueron registrados.
También es cierto que se recomienda a las embarazadas que a partir de cierto momento de l gestación no tomen aviones. La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) aconseja no volar a partir de la semana 36 y se requiere autorización médica para viajar a partir de la semana 28.
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