8 cosas que no sabías que tenían una utilidad concreta

A veces nos acostumbramos a ver determinados objetos, muchos de los cuales utilizamos de manera cotidiana, y no prestamos atención a algunas de sus características. En la mayoría de ocasiones no somos conscientes de que esos objetos o algunas de sus piezas tienen características que tienen una utilidad concreta.

Por ejemplo, las tapas de los bolis de tipo 'Bic' tienen un agujero en el final. ¿Por qué? Es sencillo. Su diseño está pensado para disminuir el peligro de ahogamiento en el caso de que se las tragara un niño.

El pequeño agujero situado al lado de la cámara en los iPhone es un pequeño micrófono. Es el encargado de grabar el audio cuando grabamos un vídeo con la cámara trasera.

Los relieves de las teclas F y J en los teclados también son grandes desconocidos. Son una guías para los mecanógrafos que escriben a toda velocidad.

El agujero central de la cuchara para servir spaguetti tiene una utilidad aunque la mayoría de gente la desconoce. Se trata de un medidor de cantidad que te ayuda a calcular la dosis recomendada para una persona.

Algunas cacerolas cuentan con un mango largo que tiene un agujero al final. Aunque no mucha gente lo sabe, sirve para encajar la cuchara de madera que utilizamos al cocinar y evitar así manchar el banco de cocina u otros objetos o platos.

El pequeño bolsillo que tienen algunos vaqueros dentro de otro más grande, ubicado en la parte delantera, fue originalmente diseñado para que la gente pudiera guardar sus relojes.

Algunas prendas de ropa llevan botones de repuesto al comprarlas. De la misma manera, a veces traen consigo también un trozo de tela igual que el de la prenda. Mucha gente desconoce su utilidad, pero está pensado para poder probar en él la reacción de la tela al contacto con diferentes detergentes antes de lavar la prenda por primera vez.