Secciones
Servicios
Destacamos
José Luis Álvarez
Martes, 2 de agosto 2016, 09:03
La mitad de los jóvenes asegura que en alguna ocasión ha tenido que impedido a un amigo que se pusiera al volante por encontrarse bajo los efectos del alcohol o las drogas. Esta es una de las conclusiones que se desprende del estudio Los hábitos de los jóvenes al volante, realizado por la Fundación Mutua Madrileña entre 3.533 encuestas a conductores de entre 18 y 25 años de 14 ciudades.
El estudio, que se enmarca en la campaña Agárrate a la Vida, que sev desarrolla conjuntamente con la Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal (Aesleme), destaca además que un 80% de los jóvenes confiesa haber visto a algún amigo coger el coche tras consumir alcohol o drogas. Este asunto es de vital importancia, dado que el 43% de los conductores fallecidos en las carreteras españolas el año pasado había consumido alcohol, drogas y psicofármacos, según la memoria del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.
No obstante, otras conclusiones del estudio de la Fundación Mútua Madrileña revelan cierta toma de conciencia sobre los peligros del consumo de sustancias al volante, así como la interiorización de mensajes que se transmiten en las campañas de prevención. De esta manera, ademá,s de haber impedido que un amigo condujera estando ebrio o drogado, casi cuatro de cada diez (39%) apuesta por medidas tales como la del conductor alternativo, que consiste en salir en grupo y turnarse para conducir, de forma que el conductor se compromete a no beber alcohol la noche que le toca, para poder llevar al resto del grupo a casa. De hecho, ese 39% dice que hizo de conductor alternativo.
A la hora de confesar las imprudencias propias, que no las de los amigos, los jóvenes se muestran más cautos y solo un 27% confiesa haber bebido alguna vez antes de conducir, mientras que el 73% afirma no hacerlo nunca.
Despistes al volante
En cuanto a las distracciones por nuevas tecnologías, uno de cada tres jóvenes (33%) reconoce que escribe mensajes de Whatsapp o SMS mientras conduce y la misma proporción confiesa haber mantenido alguna vez conversaciones telefónicas al volante sin utilizar un dispositivo de manos libres.
Otra área de imprudencia es el incumplimiento de las normas de circulación. Aunque se trata del grupo de edad que tiene más reciente el aprendizaje de las normas, en ocasiones los jóvenes se muestran laxos en el cumplimiento de ciertas medidas, especialmente el límite de velocidad que uno de cada tres (32%) confiesa no respetar.
El estudio recoge que una de las causas que puede explicar en cierta medida las conductas imprudentes al volante por parte de los jóvenes es la menor percepción del riesgo que tienen con respecto a otros grupos de edad. Según un estudio del Instituto Nacional de la Salud (NIH, según sus siglas en inglés), un organismo público de Estados Unidos, el cerebro de los jóvenes no percibe igual el riesgo y la percepción del mismo no está completamente desarrollada hasta los 25 años aproximadamente. Este menor sentido de la vulnerabilidad podría provocar la adopción de conductas imprudentes y generar un exceso de confianza en la capacidad de respuesta ante las situaciones imprevistas de la circulación.
Asimismo, y aunque la percepción del riesgo en general va siendo mayor a medida que aumenta la edad de la persona, entre los 18 y los 25 años existen diferencias en función del género, y es mejor entre las mujeres que entre los hombres.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Nuestra selección
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.