Fermín Rodríguez, durante su ponencia.

El área metropolitana de Asturias, una idea con un siglo de historia

El director del Cecodet, Fermín Rodríguez, destaca la importancia que tendría su puesta en marcha para optar a ayudas comunitarias

I. V.

Miércoles, 22 de junio 2016, 00:25

Una vista nocturna desde un satélite le sirvió a Fermín Rodríguez, director del Centro de Cooperación y Desarrollo Territorial de la Universidad de Oviedo (Cecodet), para iniciar su conferencia sobre la denominada Ciudad Astur, un área metropolitana que, como recordó, en el último cuarto de siglo ha sido objeto de un debate intermitente a nivel político y urbanístico. En la imagen, que abarcaba buena parte de la Europa más occidental, sobre la superficie oscura del continente brillaban grandes manchas de luz correspondientes a las principales áreas urbanas, de Ámsterdam a Madrid, pasando por París y Barcelona. En la costa Cantábrica, dos puntos destacados: el Gran Bilbao y la zona central de Asturias. «Veamos si este resplandor es un engaño del satélite y una ficción o si esa realidad urbana es tan brillante como parece», retó al público.

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No tardó en señalar que la idea de la Ciudad Astur, en realidad, se remonta casi un siglo atrás. Así, explicó cómo a finales de los años 20, cuando en España se planificaban las primeras autopistas, junto a las dos grandes radiales que iban a unir Irún y Valencia con Madrid se puso sobre la mesa un tercer proyecto para conectar Oviedo con Gijón, el único de carácter metropolitano. «Esto demuestra la importancia estratégica que Asturias tenía para el Estado por su potencial industrial», apuntó. Ildefonso Sánchez del Río diseñó para unir ambas ciudades «una verdadera y espléndida calle urbanizada, una vía-parque que ayudaría a concretar una ciudad lineal trazada en torno a un eje rápido Oviedo-Gijón, flanqueada por árboles, vegetación, vías auxiliares y viviendas. Haría nacer una nueva ciudad metropolitana, saludable, atractiva y preocupada por el paisaje». Aunque el proyecto no vio la luz, primero porque el gobierno republicano lo apartó de sus prioridades y después por el estallido de la Guerra Civil, cuando medio siglo más tarde se construyó la 'Y' «recuperó el mismo trazado».

A partir de los años 90 es cuando el área metropolitana «se hace patente como sujeto funcionalmente unitario» y desde entonces ha recibido varias denominaciones como 'polo de desarrollo', 'ciudad-región' y 'ocho asturiano', entre otras. «Tanta denominación muestra una falta de visión compartida a la hora de identificarla», indicó Rodríguez. Eso se ha traducido en una «constante ambigüedad del sí pero no», que hace que pese a reconocer su realidad, esta no se traduzca en una constitución formal.

Arco Atlántico

El director del Cecodet recordó que la Ciudad Astur forma parte de una fachada atlántica «en la que hay otros sujetos parecidos» como las áreas metropolitanas de Lisboa, Dublín, Manchester-Liverpool, Birmingham, Nantes-Saint Nazaire, Burdeos, Toulouse, Sevilla, Oporto, Bilbao, Glasgow, y Cardiff. Dentro de este grupo ha de afrontar dos hándicaps: por un lado, unas funciones internacionales poco desarrolladas y baja accesibilidad; por otro, una irradiación internacional limitada y muy especializada.

Explicó que, más allá de los márgenes territoriales de los municipios, el área metropolitana del área central de Asturias «puede dividirse funcionalmente» en una 'mancuerna industrial' que incluiría Gijón, Avilés, los dos puertos y los concejos intermedios, un 'óvalo logístico' en los polígonos industriales y comerciales de Llanera y Siero, un 'creciente residencial' con la concentración de la población en determinados enclaves y las «ciudades lineales» de la cuenca minera. Concluyó indicando que la Ciudad Astur podría entrar a formar parte de las 430 ciudades más pobladas del planeta. «No sé si sería mejor o peor. Desde el punto de vista de la planificación europea sería bueno, porque llegan recursos desde el exterior. Otra cosa es que desde el interior se administren bien». Recordó que en Asturias la fórmula del consorcio como modo de gestión «tiene una larga tradición y algunos han sido muy exitosos, aunque no siempre funcionan, ya que hay algunos que languidecen».

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