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Borja Robert
Sábado, 19 de diciembre 2015, 08:26
Tras cuatro años al frente de la investigación española, Carmen Vela (Sigüenza, Guadalajara, 1955), independiente y biotecnóloga de profesión, cierra legislatura tras lograr que se cree la Agencia Estatal de Investigación, pendiente desde 2011.
¿Cómo acaba la legislatura?
-Con buen sabor de boca. Llegamos tras tres años de caída en los presupuestos, y se mantuvo hasta 2014. Han sido años complejos, pero se ha logrado mucho: hicimos la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación, continuamos el programa de excelencia Severo Ochoa, trajimos las ayudas María de Maeztu, convertimos las becas predoctorales en contratos, redujimos las ayudas Ramón y Cajal pero mejoramos sus condiciones o lanzamos el concepto de carrera no funcionarial, que ya tiene 75 investigadores. Los recursos humanos han sido prioridad. También hemos mejorado la colaboración público privada, impulsado las subvenciones a start-ups y fomentado la filantropía y el mecenazgo.
Con todo, desde 2009 se han perdido 12.400 investigadores
-Es cierto. En 2009 la tasa de reposición fue del 30%, en 2010 del 15%, en 2011 del 10% y, aunque nosotros la encontramos en el 0% la aumentamos al 10%, como se ha mantenido hasta 2014. Mucha gente que salía por jubilación no se recuperaba. Pero desde 2015 la tasa es del 100%. En 2013, para organismos públicos salieron 15 plazas, y este año han sido 199 y 234 de promoción interna.
Y un número indeterminado de jóvenes científicos ha emigrado
-Hemos intentado crear el máximo de plazas con la mayor calidad posible. Y tratamos de cuantificar los que se habían ido. Fue imposible porque ha ocurrido en un proceso de emigración general de españoles y en ninguna estadística dice si son investigadores. Sí doctores, pero no todos investigan. Se percibe que ha crecido, pero no sabemos cuánto.
La universidad ha empeorado su cifra de colaboración con empresas
-Es cierto, pero porque las empresas innovadoras han caído mucho. Muchas han desaparecido en estos años difíciles. Pero ha mejorado la intensidad de la colaboración. En España hemos tenido un problema casi visceral de no entendernos entre la academia, que investiga, y la empresa, que innova; pero ha cambiado. Tenemos que hacer I+D+i, todo integrado. Tiene que ser un proceso de ida y vuelta, y está moviéndose hacia eso. Ahora las colaboraciones son mejores y más estables, y más jóvenes quieren trabajar en la empresa.
Han aprobado la Agencia Estatal de Investigación en tiempo de descuento pese al consenso general sobre ella. ¿Por qué ha costado tanto?
-Es la noticia de la legislatura. Proyectos tan importantes llevan ese tiempo. Es un mecanismo complejo y supone mucho trabajo y que muchos ministerios opinen. Supone crear algo excepcional. No es que nos hayamos puesto a hacerla hace cinco minutos. Era un compromiso ponerla en marcha, pero hemos trabajado en ella en un momento donde la obligación era la contención fiscal.
¿Qué va a aportar a la I+D+i?
-Es una agencia de financiación que va a dar flexibilidad, agilidad y estabilidad al sistema, siempre con control financiero y rendición de cuentas. También realizará el seguimiento y trabajará con remanentes de tesorería. Es decir, si un dinero no se gasta se queda en la agencia y se puede reutilizar, no vuelve al Estado.
¿Qué habría hecho con un cheque en blanco de Montoro?
-Teníamos normas que cumplir, pero no hay trabajo mejor que éste con dinero, flexibilidad administrativa y, sobre todo, un plan de acción. Esto último ya lo tenemos.
La distancia con Europa en cuanto a inversión ha crecido
-Los números no acompañan porque estamos recogiendo los datos de los peores años. Existe un decalaje en la caída y en la subida. El presupuesto empieza a subir en 2014, pero recoge lo que viene de 2012 y 2013, incluso de 2011. Nosotros tenemos como objetivo llegar al 2% en 2020 y creo que es posible. Ahora es el momento de hacer un pacto por la ciencia, cuando nadie está gobernando. Que no sea un yo invito y tú pagas.
Todos lo han prometido
-Ahora es el momento. Nosotros estamos lanzando el mensaje a los cuatro vientos y aquí nadie ha llamado.
¿Repetiría en el cargo? ¿Pondría alguna condición?
-No le puedo contestar. Yo siempre decía que no aceptaría y mire dónde estoy. Si ocurre, en ese momento se toma una decisión. Pero de momento tenemos mucho trabajo pendiente y a él me dedico.
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