Secciones
Servicios
Destacamos
elcomercio.es
Jueves, 26 de noviembre 2015, 19:51
Guillermina Llorens es una niña de tres años a la que le gusta jugar, reír y divertirse. Lo normal en una persona de su edad. Lo que hace diferente a esta niña argentina es que nació con medio corazón, una dolencia que amenazaba con acabar con su vida. Hace siete meses sus padres pudieron dar el paso que los médicos señalaban como el único que podría garantizar que siguiera con vida: una operación en un hospital de Boston. Ahora, Guillermina se recupera en la localidad bonaerense de Haedo, su lugar de nacimiento. "La única solución era la cirugía, que si bien tenía mucho riesgo también significaba la única salida y fue exitosa", señaló su madre, Jimena Gonella a medios locales.
La operación tenía altos riesgos, pero se percibía como la única fórmula para evitar la muerte. A pesar de lo doloroso de la decisión, sus padres, a la vista de su evolución, creen que ha sido la correcta. "A los 4 días ya jugaba en los pasillos con los enfermeros. Por eso el doctor nos dijo: Veo que Guille nos va a dar grandes sorpresas. Su válvula funciona bien, ella está bien, muy saludable y cada día en su vida es un desafío porque por cada cosa que hace es única", señaló su madre.
Guillermina Llorens, en sus tres años de vida, ya se ha sometido a varias operaciones, aunque esta había sido definida por los doctores como "crucial". Desde que en la semana treinta de embarazo informasen a sus padres de que su bebé tenía una anomalía en el corazón, estos no han dejado de luchar para sacarla adelante. Una batalla en la que pequeña ha puesto todo de su parte y que, hasta ahora, están ganado.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.