Secciones
Servicios
Destacamos
M. F. A.
Jueves, 27 de agosto 2015, 00:28
En la Edad Media era un animal común en la península ibérica. Similar a las cebras africanas, a las que además dio nombre, se extinguió a finales del siglo XVI. Ya dos siglos después se comenzó a abordar el problema de su identificación. El cebro ibérico, su naturaleza biológica y su devenir histórico continúa siendo un misterio, pero un grupo de investigadores liderados por la Universidad de Oviedo ha buceado en el pasado para tratar de aportar luz sobre este animal.
Sobre la identidad del cebro ya se interesó fray Martín Sarmiento, que supo de la presencia del animal en los montes de Galicia allá por el siglo XIII, cuando se le llamaba 'Monsdicitur Onagrorum'. Existe numerosa documentación que constata su presencia en España y Portugal e incluso Cervantes llegó a mencionar al cebro en el Quijote al igual que Lope de Vega en 'La hermosura de Angélica'.
Acabó cayendo en el olvido este équido, que ya en los años veinte del siglo pasado, de la mano de la Academia de Ciencias de Lisboa, volvió a la actualidad científica para tratar de despejar incógnitas. Hubo debate entre zoólogos y otros investiadores, que apuntaron diferentes orígenes. Ahora se recupera y analiza toda esa documentación histórica previa para realizar un nuevo estudio a través del cual se ha reconstruido morfológicamente el cebro y su hábitat y se han descrito sus características fenotípicas.
Se plantean cuatro hipótesis: que pudo ser un Equus hydruntinus, un caballo salvaje, un onagro importado de Oriente Próximo, o un asno o caballo doméstico cimarrón. «A partir de los conocimientos actuales, la hipótesis más plausible parece ser la del último reducto del caballo salvaje de Europa occidental; de hecho sabemos que autores romanos y altomedievales han comentado la presencia de caballos salvajes en Iberia en los primeros siglos de nuestra era, y sus descripciones son coincidentes con las posteriores que tenemos», señala el investigador de la Universidad de Oviedo Carlos Nores, primer firmante dl estudio que publica 'Anthropozoologica'.
Aboga, pues, el estudio por esa hipótesis, en virtud de los datos arqueológicos, genéticos e históricos, pero los investigadores dejan claro que el debate no está cerrado en absoluto: cualquier descubrimiento futuro puede cambiar las cosas. Persisten dudas. El misterio sigue sin resolver.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La juzgan por lucrarse de otra marca y vender cocinas de peor calidad
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.