Sin miedo a morir por la foto perfecta

Hay personas que parece que están hechas de otro material no humano. Es el caso de Leonardo Pereira de 23 años y su novia de 18 Victoria Nader. Una cosa es no tener vértigo y otra diferente lo que hacen estos jóvenes. Sólo mirar la imágenes da repelús. El riesgo está plasmado en cada instantánea y no es un riesgo sutil, es de esos que sabes que un resbalón, un pequeño desliz acabaría con su vida.

"Me encanta vivir al filo. Sé que la gente piensa que es peligroso y loco pero me hace sentir vivo", cuenta Pereira al británico Dayly Mail. No tienen miedo. O eso parece cuando ataviados con un bikini y unos pantalones cortos se cuelgan del abismo. Eso sí, no puede faltar el palo del selfie. La imagen perfecta tiene un precio que, por el momento, no ha sido muy alto. La confianza en sus músculos y en ellos mismos es la que consigue que colgarse de una roca a 800 metros de altura sea un ejercicio más de su rutina diaria desafiando a la naturaleza y a la propia gravedad.

Ambos se conocieron en Río de Janeiro compartiendo la misma pasión, la escalada, aunque dejaron las cuerdas a un lado para practicar, ya no un deporte, sino un modo de vida. Desde las alturas recorren paisajes de ensueño con el mundo bajo sus pies, sabiendo -o quizás prefiriendo no saber- que de una caída no podrán volver a levantarse como el resto de los mortales.