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Miércoles, 18 de marzo 2015, 21:24
Se acabó lo que se daba. A Ikea se le ha ido el asunto de las manos y ha tenido que prohibir jugar al escondite en sus tiendas. Todo empezó cuando la cadena sueca permitió a Elise De Rijck, el pasado 29 de julio, cumplir uno de los puntos incluidos en su lista de 'Treinta cosas que hacer antes de cumplir los 30'. Sí, su deseo era llevar a cabo el famoso juego en una de las tiendas de la firma de muebles. Ikea accedió y convocó a los clientes que quisieran unirse a acudir al establecimiento en el día fijado en su tienda de Wilrijk, Bélgica, y allí aparecieron 500 personas.
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Ahora, sus vecinos holandeses querían repetir hazaña, pero la empresa ha tenido que decir no, pues más de 32.000 personas se habían inscrito para jugar su centro comercial de Eindhoven, 19.000 en el de Amsterdam y 12.000 en el de Utrecht, según informa Bloomberg.
«Es difícil de controlar», anunció la portavoz de Ikea en Holanda, Martina Smedberg. «Tenemos que hacer que la gente esté segura en nuestras tiendas y eso es difícil de hacer si ni siquiera sabemos dónde están», concluyó.
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