Cambio de hora para aprovechar más la luz del sol y ahorrar energía

La madrugada del sábado 28 al domingo 29 de marzo a las dos serán las tres con el nuevo horario de verano

Xana Menéndez Prendes

Viernes, 13 de marzo 2015, 16:32

Llega la primavera y con ella la luz, el sol, y el cambio de hora que hace, además, que disfrutemos de más horas de luz solar. Amanece más tarde pero el día es más largo. Salvando la contrapartida de que el día del cambio -l a noche del sábado 28 al domingo 29-se dormirá una hora menos, todo parecen ser ventajas.

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El reloj se adelanta una hora y a las dos de la madrugada serán las tres. Pero, ¿por qué se hace esto? Un ejemplo sencillo para entender el ahorro energético que se produce con este cambio es el siguiente: Si la hora de acostarse son las 11 de la noche y el sol luce una hora más, se está usando la luz artificial una hora menos, por lo que el ahorro energético de todos los hogares, oficinas y fábricas es importante. Aunque, por otro lado, existen quienes creen que esto es un absurdo porque el que se levanta por la mañana a una hora temprana, al amanecer más tarde, tiene que hacer más gasto eléctrico; cosa que ocurre también en muchas empresas que a las seis de la mañana ya están trabajando o que producen las 24 horas.

Pese a la polémica sobre los beneficios e inconvenientes del cambio de hora, por el momento, la ley establece que se debe cumplir la directiva de la Unión Europea que rige el denominado Cambio de Hora, incorporada al ordenamiento jurídico español por Real Decreto 236/2002, de 1 de marzo, con el objetivo de lograr un ahorro energético.

El cambio de hora se estableció en España a partir de 1974, cuando se produjo la crisis de petróleo y algunas países decidieron adelantar los relojes para aprovechar más la luz solar y consumir menos electricidad en iluminación. Aunque fue Alemania el primer país en adoptar el cambio de horario en el verano en 1916.

La actual norma establece con carácter permanente las fechas de inicio del periodo de la hora de verano (en el que, como ahora, se adelanta el reloj una hora), y su finalización (el reloj se retrasa una hora), produciéndose los últimos domingos del mes de marzo y octubre, respectivamente.

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El extraño caso español

En 1884, debido al caos que suponía el libre albedrío respecto al horario de cada país, se estableció un uso horario que surgió al dividir el planeta en 24 partes, cada una con una hora diferente. Hasta 1942, los relojes españoles marcaban una hora menos que la actual (GMT+0:00), la misma que tienen hoy Inglaterra, Portugal y Canarias y la que a España le corresponde por su situación geográfica, ya que el meridiano de Greenwich pasa por Castellón. Pero en 1942 Franco decidió posicionarse con el mismo uso horario de la zona central de Europa (GMT+1:00), por razones estratégicas, algo que a la larga ha sido contraproducente.

Esta situación ha llevado a que prácticamente todo el país esté con un desfase horario en relación al sol y a las costumbres. Aunque el resto de Europa piense que en España se come muy tarde y que se cena también a horas intenpestivas, en realidad, cuando comemos a las dos realmente lo estamos haciendo a la una, según la hora solar, e incluso a las 12 cuando estamos que el horario de invierno.

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