Manuel Rodríguez y sus amigos, incondicionales de les piragües desde hace más de 10 años. Foto: Pablo Nosti / Vídeo: Marcos Francos

Los primeros del Sella

El prau de San Xuan ya acoge a muchos campistas que esperan con ansia la Fiesta de Piragües

Marcos Francos

Viernes, 2 de agosto 2024, 09:40

Es el Descenso Internacional del Sella uno de esos eventos para vivir con intensidad, uno de esos por los que merece la pena acampar durante días antes del gran momento. Así que, a pesar de que la gran cita será mañana, muchos ya montaban ayer a mediodía las primeras tiendas en el Prau de San Xuan, a la vera del río.

Publicidad

Noticia relacionada

Lo que sucede allí es mucho más que una espera. Varios eventos –deportivos y lúdicos– sirven como previa a la esperada Fiesta de Piragües, que consigue un dato histórico este año al tener más países que nunca representados en la competición: veinticinco. Un hito que los incondicionales de la folixa no quieren perderse. Con las banderas autonómicas ondeando desde el miércoles, muchos se apresuraron a levantar las primeras tiendas de campaña. Fue el caso de Manuel Rodríguez y sus amigos, que desde hace más de diez años acuden con puntualidad a disfrutar «del ambiente y de la fiesta». Y siempre «venimos al camping. Está muy bien pasar unos días en el pueblo, pero nos controlamos para llegar preparados al día exacto», comentaba. La carencia de enchufes y comodidades no impide que algunos tengan todo organizado para estar como en casa, eso sí, con el espectacular paisaje que se dibuja a las orillas del Sella. «Nosotros tenemos un camping gas», confiesan Candela Zarazaga, Blanca Machuca y Ernesto García, quienes tampoco se han olvidado de la cafetera.

La fama del certamen no tiene fronteras. Guillermo Martínez y Alejandro García llegaban desde Cuenca para disfrutarlo por primera vez. Lo de siempre: el boca a boca les animó a venir a Asturias. Ellos fueron los primeros, pero hoy llegarán muchos más.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad