La Selección Asturiana de jóvenes escaladores seleccionados por la Federación de Escalada y Montañismo del Principado de Asturias (FEMPA), se enfrentaba este pasado fin de semana a su primera competición nacional en el Rocódromo Pazo de Feiras e Congresos en Lugo (Galicia). ... Una cita con el Campeonato de España de Selecciones Autonómicas en Edad Escolar, que estos 12 jóvenes asturianos de las categorías Infantil y Cadete tenían bien marcada en su calendario y que este 2021 ha vivido su tercera edición, con una asistencia total de 10 selecciones autonómicas y más de 110 participantes en las diferentes categorías. Una primera e importante cita nacional para la Selección Asturiana de Infantiles y Cadetes, en la que consiguieron llevarse el octavo puesto en la clasificación final y en lo que es la prueba combinada, que aglutina los resultados obtenidos de las pruebas de velocidad, boulder y dificultad.
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El condicionante de esta competición sin duda fueron las medidas Covid marcadas por el Consejo Superior de Deportes, con el fin de asegurar en todo momento que la competición se desarrollará con todas las medidas sanitarias y sin contagios. Y es que más allá de las pruebas deportivas a las que los participantes tuvieron que enfrentarse desde el viernes 23 al domingo 25, a su llegada el pasado jueves todos tuvieron que superar un primer test de antígenos. Así que tras recibir los resultados negativos de los test y después una primera recepción por parte de la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, a los diferentes directores técnicos de cada delegación, fue el momento de comenzar a proyectar lo que serían los próximos días de competición para estas nuevas generaciones de escaladores: «En general fue una primera experiencia muy positiva desde el primer día, sobre todo para los chicos y chicas de la Selección Asturiana, ya que pudieron experimentar una convivencia muy sana con otras selecciones y también pudimos afrontar una primera reunión técnica antes de la competición, en la que pudimos marcar los pasos y directrices de los que serían los próximos días», explica el director técnico Víctor García.
Desde el mismo viernes 23, los seleccionados tuvieron que enfrentarse a jornadas maratonianas, pero aún así las ganas y la motivación estuvieron presentes desde las primeras horas de la mañana en las que comenzaban las competiciones, hasta el final de las mismas. En concreto el viernes fue el turno de la prueba de velocidad, tanto para la categoría Infantil como para la Cadete masculina y femenina, con dos intentos para familiarizarse con el recorrido y dos subidas cronometradas cuyos resultados contaban para la clasificación final y de la que el infantil Efren González destacaba que «los madrileños y los gallegos están muy fuertes y escalan muy bien».
Y es que esta primera prueba de velocidad fue la más exigente y complicada para nuestra selección, sobre todo por la inexistencia en Asturias de instalaciones en la que poder practicar este tipo de prueba: «Fue la más difícil de preparar y trabajar con ellos y donde evidentemente tuvimos los peores resultados». Aún así Víctor García insiste en que no hubo hueco para la frustración: «Sabíamos que en esta prueba la delegación madrileña, extremeña y gallega iban a ser más fuertes y de hecho tuvieron unos resultados impresionantes en esta prueba, así que entraba dentro de los esperado y no hubo ningún tipo de frustración. Básicamente el tiempo no era en este caso nuestra prioridad, sino más bien llegar al TOP (punto más alto)».
En la tarde del viernes, los infantiles y cadetes comenzaron con la prueba de boulder, con un total de cinco bloques de diferentes niveles para cada categoría: «El nivel de dificultad de los bloques fue alto y en general bastante exigente, eran bloques técnicos con muchos volúmenes, con pasos en zonas de desplome y un par de bloques en una zona más vertical y con movimientos más de equilibrio». Aún así destaca la presencia en las demás delegaciones de chicos y chicas que también competían en categorías absolutas: «Hay que tener en cuenta que dentro de las delegaciones, hay chavales que ya estaban compitiendo en categorías absolutas y evidentemente tenían que hacer un pequeño corte para poder decidir los seis integrantes que pasarían inmediatamente a la final», añade.
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La última de las pruebas y también una de las más esperadas por nuestra selección llegó el sábado, con la prueba de dificultad, en la que cada categoría tuvo que enfrentarse a tres vías de escalada, las cuales tenían que escalar a vista (sin haber probado antes las líneas de escalada y sin información previa sobre ellas) y con aproximadamente una hora de descanso entre cada una. Una prueba esperada, pero en la que los nervios también estuvieron a flor de piel: «Casi todos en la primera vía mostraban bastante nerviosismo, por ser la primera pero también porque las vías en general eran exigentes sobre todo por el grado de desplome presente en el muro, que ya de por sí implica una dificultad alta».
Vías de escalada que rondaron dificultades de 7b, 7c y 7c+, pero que según iban afrontando nuestros seleccionados también iban ganando en soltura y tranquilidad: «En la segunda y sobre todo en la tercera vía, ya calentaban más, fueron con mejores sensaciones y haciendo una progresión hacia mejores resultados». Algo a lo que la Infantil Sofía Suárez añade que al igual que «los bloques de boulder eran muy difíciles», las vías de cuerda «eran muy largas».
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Tres pruebas que en conjunto se saldaron con un octavo puesto en la clasificación final por comunidades y en las que destacan sobre todo la décima posición en la prueba combinada de Paula Huergo (en la categoría Infantil femenina), la octava posición en la prueba de Boulder de Arturo Robles (en la categoría Cadete Masculino) y la octava posición también de Elías García en la prueba específica de dificultad y en la categoría Cadete Masculino. Tres resultados a los que también hay que sumar los logrados por el resto de participantes asturianos, quienes demostraron una gran capacidad de trabajo en equipo en la prueba combinada y de fuerza y sobre todo motivación, en cada una de las tres pruebas.
«Lo hemos pasado genial y queremos volver a competir», añade Favila Méndez de la categoría Infantil.
Una primera cita nacional para nuestros jóvenes escaladores, que también plantea un proyecto muy interesante de cara a futuras competiciones y también esa necesidad de que desde la Federación pueda plantearse un mayor trabajo desde la escuela base y la construcción de un muro de velocidad en el que poder entrenar esta disciplina como demanda Jaime Rodríguez, uno de los Cadetes de esta selección asturiana: «Tenemos que entrenar más y queremos un muro de velocidad en Asturias». Y es que como explica también su Director Técnico, este evento y todo lo que ha sido la preparación previa «ha sido un proyecto muy interesante de cara al futuro, pero todos coincidimos en que este proyecto debería y tiene que tener continuidad a largo plazo. Sino todo el trabajo que se ha realizado durante este mes se queda un poco cojo».
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Un punto de arranque para esa joven cantera de escaladores asturianos con la que ahora será necesaria una mayor planificación y una estructura que pueda garantizar una serie de entrenamientos con su correspondiente seguimiento de cara a las próximas competiciones, «sobre todo para ir con garantías de que nuestros jóvenes sigan yendo con todas las ganas y la motivación, pero también suficientemente preparados y con opciones y posibilidades de tener buenos resultados».
Un gran recorrido que aún les queda por delante, pero en el que el trabajo, la voluntad y las ganas tienen un papel protagonista: «Los críos están muy ilusionados y a nivel técnico los hay con muy buenas cualidades. Así que haciendo un buen trabajo con ellos, planificando y sobre todo saliendo a competir con otros chavales para que conozcan cómo están escalando en otras comunidades y con otro tipo de bloques y de rocódromos, es fácil que puedan conseguir mejores resultados. Al final si siempre entrenan en las mismas instalaciones y no tienen nuevos retos o nuevos objetivos, es fácil entrar en una rutina en la que a nivel técnico es muy difícil de progresar y de mejorar. Por eso es importante que se plantee la necesidad de crear un centro de tecnificación, hacer una buena planificación de lo que sería la temporada y empezar a trabajar de una forma más seria y estructurada con estas nuevas generaciones, para poder ir a las próximas competiciones con un espíritu más lleno de objetivos y ganas de buenos resultados».
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