Tramo de bosque profundo en la Senda del Valle invisible, en San Roque del Acebal (Llanes) M.LL
ASTURIAS

Cuatro rutas circulares y fáciles para esta Semana Santa en Asturias

Estos recorridos sencillos, llenos de encanto, historia, naturaleza y de etnografía están alejados de los circuitos más masificados. Perfectos para conocer Asturias caminando sus rincones

Martes, 19 de marzo 2024

Con días ya largos, con la primavera recién estrenada, las buenas temperaturas y las vacaciones de Semana Santa por delante, hacer un plan senderista en Asturias puede ser una idea estupenda. Eso sí, hay que tener en cuenta que las zonas más turísticas ... y promocionadas pueden resultar un enjambre de personas, cámara en mano, y que la masificación resta encanto a las caminatas montunas.

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Por ello (para aquellos que buscan rutas senderistas en Asturias para todos los públicos, sencillas, vistosas y agradables pero, que al tiempo, se adornen de soledad, silencio y tranquilidad impoluta) esta propuesta aglutina cuatro rutas –fáciles y preciosas- de esas en las que no se suele encontrar gentío y están plagadas de rincones, caminos, paisajes y detalles inolvidables.

Una zona de pequeñas cascadas y agua clara en la Senda de Samuel, en la localidad llanisca de Llames de Pria M.LL

1.La ruta de los Lanceros (Les Regueres)

Esta es una bonita circular, de 15 kilómetros y sin apenas desnivel, que puede realizarse en poco más de tres horas y que transita, tranquila, por lugares muy especiales.

Y es que en la ruta de los Lanceros no sólo hay historia -que hay mucha- y leyenda, que también. Este recorrido por el concejo de Les Regueres está plagado de etnografía (iglesias, molinos, casonas, lavaderos…), vida rural, naturaleza y paisaje. Además, como guinda, el camino regala la contemplación de los marcados meandros del Nora, un singular espectáculo natural en el que el río juega a disfrazarse de enorme culebra acuática, muy brillante, mientras se desliza rodeado de tonos caliza e intensos verdes.

Los meandros del Nora son uno de los muchos atractivos que pueden contemplarse desde la ruta de los Lanceros

El agradable paseo tiene salida y meta en la preciosa iglesia prerrománica de San Pedro de Nora y discurre todo el tiempo por caminos rurales, entre huertos, bosques de ribera, restos de calzadas romanas, ermitas y tramos del Camino Primitivo a Santiago.

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Un trayecto para disfrutar, respirar, contemplar, aprender y caminar tranquilos; o, lo que es lo mismo: todo un oasis de calma para huir del ruido y las prisas a sólo 12 kilómetros de Oviedo.

Molino en la ruta de los Lanceros

2. Senda de Samuel (Llames de Pria-Llanes)

La Senda de Samuel es un bellísimo camino que recorre (casi) completo el curso de un río, el Guadamía, un torrente nacido en las montañas, de aguas finas, abundantes y limpias; y termina en una playa, muy bella, alargada y estrecha: un arenal imprescindible en la rasa costera asturiana.

Playa de Guadamia, un arenal que se encuentra justo al final de la senda de Samuel

La excursión, poco conocida pero muy bien cuidada, está dedicada a un vecino de la zona que quiso promocionar los encantos de este recodo; pensada para disfrutar, sin esfuerzos, de los muchos rincones con magia que recorren Asturias de cabo a rabo.

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En este sencillo trazado la combinación de agua y bosques pone el punto de magia exacto (como quien le pone el punto de sal preciso a un manjar delicioso) y los distintos «adornos» etnográficos dan el toque de solera: pasarelas de madera, viejas presas, lavaderos, una buena muestra de antiguos molinos y muchos puentes de piedra, casi tan viejos como las orillas mismas, que sirven de ayuda para saltar las aguas inquietas que van marcando la senda.

La senda de Samuel avanza por la espesura, siguiendo el cauce del río Guadamia hasta la playa del mismo nombre y hasta los Bufones de Pria

Como guinda, la Senda de Samuel también se encuentra con un pequeño fiordo que –en marea baja- puede andarse hasta tocar la mar. Y, para concluir, camina por la playa, se asoma a acantilados inmensos y disfruta del espectaculo maravilloso de los rugientes bufones de Pria.

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Vistas al Sueve desde la zona de acantilados de los bufones de Pria

Un recorrido accesible, para todos los públicos, especial e inolvidable, que -en apenas 8 kilómetros -aglutina cantidad de elementos de interés, combinándolos magistralmente para sorprender, enamorar y recargar de energía a todo aquel que lo emprende.

3. Senda del Valle Invisible (San Roque del Acebal-Llanes)

La senda del Valle Invisible es un circuito senderista ubicado en San Roque del Acebal (Llanes) que discurre, entretenido y tranquilo, por los distintos barrios de esta localidad. Lo hace deambulando por el entorno, adentrándose por el bosque y descubriendo entre la floresta diversos «tesoros»: dos cuevas, lavaderos, fuentes, molinos, una cascada, tallas de madera, esculturas de piedra, fragmentos de cultura y literatura, vetustos puentes de piedra, capillas del tamaño de un horno para hacer pan…

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Las esculturas de animales y mitología se van apareciendo, repentinas, a medida que se avanza por la bella senda del Valle Invisible

Un paseo, de 12 km, apto para todos los públicos y sin apenas desnivel, que recorre recodos escondidos del lugar, conectando los distintos barrios del pueblo a través de la espesura.

Además, la gente del pueblo, consciente de que las palabras no se las puede llevar el viento, han colocado a lo largo de todo el trayecto fragmentos de la obra de uno de sus vecinos: Miguel Ángel Galguera, escritor oriundo de San Roque, que dejó constancia en su obra de las costumbres, el carácter, la belleza y las peculiaridades de esta zona de Llanes.

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Y, para rematar, multitud de paneles informativos sobre lo que se observa en el camino, así como fotos antiguas e incluso arte en madera y piedra, completan el recorrido.

Saltu´l Toyu, una pequeña cascada custodiada por una xana, en la Senda del Valle Invisible

En definitiva, en la Senda del Valle Invisible se dan la mano muchas cosas de interés: paisaje, naturaleza, historia, mitología, arte, vecindad… todo ello bien cuidado, bien a mano, insertado sobre un cómodo circuito- apto para cualquier caminante- que resulta enormemente bello y encantador. Toda una delicia de caminata de las que dejan muy buen sabor de boca.

4. Circuito por el valle del Raigoso (Lorío-Laviana)

Vistas hacia Peña Mea desde los caminos que configuran este circuito por el valle del Raigosu

La caminata por e valle del Raigoso es un paseo sin complicaciones ni cumbre. Una ruta discreta, corta, fácil y resultona, que lleva a conocer un trozo de Laviana, así como un valle precioso de esta zona de Asturias. El punto de partida y de llegada es Lorío, pueblo lavianés cuyo nombre proviene de «Laurel», una planta abundante en la zona que gusta de rodearse de humedad y agua.

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Y es que esa es la constante de este paseo senderista: el agua. Mana de decenas de fuentes que se van encontrando a lo largo del trayecto y domina el panorama, buceando las tierras que se pisan y rellenando arroyos y pequeños ríos que viajan a la búsqueda del padre Nalón.

La ruta por el valle del Raigosu está marcada como PR AS290

El punto más alto del camino no sobrepasa los 800 metros y se ubica en una elevación del valle que lleva un nombre muy montuno: El Cordal, un lugar que también es encrucijada de caminos y que se adorna de cabañas y estupenda fuente.

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Desde ahí, la alternativa para alargar la ruta sería coger un sendero que concluye en la pica más alta del Guanalón, mítico monte de esta zona. Pero el recorrido propuesto obvia esa ascensión, descendiendo el valle sin tocar ninguna cima y coleccionando pasos que alternan camperas, colladas con cabañas y ruidos de agua limpia trazando un círculo que rodea la Peña Lorio de forma cómoda y acogedora.

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