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La sierra del Gorrión (con sus silenciosos bosques, sus anchas y empinadas camperas, sus piedras brillantes, sus colladas y sus senderos viejos) es el macizo montañoso protagonista de esta nueva ruta por Asturias, un recorrido que sube al pico más emblemático de todos los de esta sierra: el pico Mayor. Y un trayecto perfecto para conocer, por dentro, los encantos indiscutibles que aglutina el Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa.
Tipo de ruta: Circular
Dificultad: Moderado
Distancia: 11,88 km
Tiempo: Entre 6-7 horas
Desnivel: 888 metros
Por su parte, del pico Mayor se dice que es el más alto de esta sierra, con unos 1240 metros. Aunque, según en qué lugar se mire, su vecino el Contruteiro o la Peña de Ordiales pueden ser señalados también como techos del lugar. Además, al pico Mayor también le llaman Cueto Negro de la Rasa y, popularmente, pico Gorrión. Con lo que sí que no hay discusión ninguna es que es el monte más mítico de esta sierra; y que su privilegiada situación regala maravillosas vistas al caminante: los Fontanes o la hermosa Peña Rueda lucen impresionantes desde esta cumbre, igual que toda la pandilla de montañas que rodean y conforman el macizo de las Ubiñas y el parque Natural en el que se enclava.
Este recorrido, marcado como PR Q-03 Pico Mayor, consta de alrededor de 12 kilómetros de camino, salva un importante desnivel de más de 1200 metros partiendo de Villaorille (parroquia del concejo de Quirós) y no sólo visita la imprescindible cumbre del pico Mayor sino que también se para a mirar el embalse de Valdemurio, zonas rurales, majadas con cabañas, senderos con signos de cantería y hasta una cueva «afuracada» que permite recortar distancias a través de las entrañas del monte, atravesando la sierra y dibujando un círculo alrededor de esa mítica montaña a la que llaman Gorrión pero, en realidad, se llama Pico Mayor.
El hecho de saber que se camina por zona osera, así como hacer una ruta por una de las zonas protegidas más bellas del Principado, son otras delas guindas de este pastel, en forma de excursión de jornada completa, que deja muy, pero que muy buen sabor de boca en cuanto a paisajes y sensaciones montañeras.
La caminata comienza junto al embalse de Valdemurio, el cual hay que cruzar por un puente para seguir un desvío a mano izquierda que, por carretera, conduce al pueblo de Villaorille. Otra opción es visitar el embalse y ahorrarse el tramo de asfalto, acercándose al pueblo en coche para dejarlo ahí y empezar a caminar entre las casas. Enseguida se da vista a un sendero, marcado Q-03. Es por ahí. Hacia el pico Mayor de esta sierra. Pero antes, hay que llegar a Turiezo, que no está muy lejos.
La caminata es agradable: por caminos boscosos, de esos con suelos en los que crujen las hojas secas. De los que se bañan de luz bailante. Un sendero con encanto. Son apenas dos kilómetros, un primer tramo sencillo de salvar y adornado de avellanos que, enseguida, llega a Turiezo. La bella Ermita de la Santa Moza hace de anfitriona del lugar. Y las buenas vistas hacia el embalse y la Hoya y la Forcada son un aliciente estupendo
Dejando la ermita a mano izquierda, para seguir ruta hay que seguir de frente hasta encontrar un camino empedrado conocido como la cuesta La Bergola. He aquí un sendero antiguo, precioso, de piedra e inclinado, casi con alma propia, que lleva a la Braña Chendeneva. El sendero va ganando altura, dejándose querer y regalando buen ambiente hasta alcanzar la braña (bien identificable por sus cabañas) y abandonar sus rastros de cantería para convertirse en una pista que conduce a Quintaneiru, collada con preciosas vistas hacia Peña Rueda. Perfecta para descansar de la intensa subida
Ahora, desde la collada Quintaneiru, hay que tirarse a los pastos, buscando un sendero que atraviesa, en diagonal y en subida, la zona de prados (y matorral) que hay bajo la cima del Pico Contruteiru. Tras el recorrido «campo a través» se da a parar a un bosque pequeño. Por él, y con la ayuda de jitos que van marcando el camino, se llega a la collada Ordiales, antesala de la cima del pico Mayor y un perfecto balcón para admirar las bellezas del Gamoniteiru.
Desde aquí ya queda muy, muy poco para llegar a lo más alto del pico Mayor (o Gorrión). Sin embargo, puede que esta sea la parte más «peliaguda» de la excursión, ya que para tocar la cima hay que superar una parte un poco aérea, por una arista corta que luce una impresionante caída lateral, justo encima del embalse de Valdemurio. Por la parte derecha, atacándolo más de frente, requiere llevar a cabo una trepada corta. De cualquier manera, la recompensa al esfuerzo se obtiene con creces al encontrar la cumbre, que se asoma a panorámicas preciosas.
Para regresar, descendemos por el mismo itinerario hasta la zona de bosque para salir a una enorme campera llamada El Praón. Hay que cruzar esta larga campa, yendo hacia su parte inferior para luego girar a mano derecha y coger un sendero que nos llevará a la Majada Enfilera
Se sale de la majada, buscando una fuente y luego un nuevo sendero (muy pendiente, embarrado y adornado de matorral) que lleva hasta la Cueva Furada, otro de los alicientes de esta bonita ruta. Esta caverna natural fue convertida en un túnel que permite atravesar la sierra. Tras ella, se da con un buen camino que –sin pérdida- lleva de vuelta hasta Villaorille.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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