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PABLO ANTÓN MARÍN ESTRADA
Domingo, 10 de abril 2022, 17:06
El peregrino que dejó atrás las tierras de Vegadeo cuenta con dos opciones para continuar su viaje a Compostela: avanzar hasta Trabada o aprovechar la propina asturiana que le ofrece la llamada Vía Rexia, volviendo a entrar en el Principado por el concejo de Santirso/Santiso de Abres. Esta segunda alternativa merece realmente la pena por la ocasión que brinda de recorrer uno de los municipios más bellos y desconocidos de nuestra región. Por él está documentado al menos desde el siglo XIII -y es seguro que existía desde épocas más lejanas- un ramal que continuaba en territorio gallego por A Pontenova, Meira, A Pastoriza, Castro do Rei y Pol hasta Lugo, uniéndose al Camino Primitivo. Hoy el itinerario discurre por una de las cuatro rutas senderistas con las que cuenta Abres: la de los Pañeiros. Las otras tres: la Vía Verde del antiguo ferrocarril de las minas de hierro, la de Los Arrieros y la que conduce a la cascada de A Pena do Encanto, bien valen una nueva visita para disfrutar de sus paisajes únicos a quien ahora sigue su viaje a Santiago.
En el breve trecho de la Vía Rexia a su paso por el concejo, el caminante sin prisa no perderá nada y ganará mucho acercándose a algunas de sus capillas históricas que encierran en sus muros detalles bastante singulares. La de Santa Elena en Prado, a la vera de la ruta jacobea, a pesar de la sencillez de su fábrica conserva en el altar un hermoso púlpito de madera de castaño labrado con motivos vegetales. En la ermita de Santa Apolonia en Salcido, se pueden contemplar unas curiosas pinturas de arte popular fechadas a comienzos del XIX y que representan el triángulo con el ojo de Dios. Pero, sin duda, la más sugestiva es la de San Juan Bautista en El Chao/El Llano, construida sobre un cementerio medieval -en el que probablemente yacieran los restos de romeros a Santiago-, destaca por un miliario romano sobre el que hay un hueco en la pared de la sacristía. Por él introducían su pescuezo quienes sufrían dolores de cabeza para librarse de ellos. Según la tradición, debía frotarse un canto rodado contra la piedra del miliario y el polvo obtenido se extendía por la frente del doliente, recitando ciertas oraciones, antes de meter la cabeza en el agujero sanador. La iglesia, del siglo XVI conserva imágenes de su retablo barroco y San Juan es el patrón de las fiestas de la capital de Santirso de Abres.
La Vía Rexia liga al concejo con sus vecinos históricos del antiguo obispado de Britonia, al que estuvo unido hasta el siglo XII. Fundado en el siglo VI por el obispo Mailoc, que llegó de Armórica con una comunidad de bretones huyendo de las invasiones anglosajonas, tuvo su sede en la actual iglesia de Santa María de Bretoña (A Pastoriza) hasta los tiempos del rey Alfonso III el Magno en que fue saqueada por los normandos y trasladada a San Martín de Mondoñedo, en la marina de Foz. Allí uno de sus obispos, San Gonzalo, obró un milagro que admiraba mucho al gran escritor Álvaro Cunqueiro: se la devolvió bien jurada a los rudos piratas del Norte hundiéndoles barco a barco de su flota a fuerza de rezarles avemarías. El peregrino que ahora elige el tramo histórico de Abres para su viaje a Compostela, mientras remonta las aguas del Eo puede ir disfrutando de la serenidad de un paisaje que ameniza la presencia de numerosas especies de aves entre los juncales de la ribera y entreteniéndose con el recuerdo de aquellos bretones de Mailoc que tal vez desembarcaran unas millas abajo en la boca de la ría al Cantábrico y siguieran su mismo trayecto hacia su nueva Britonia. El peregrino sabe bien que para llegar a Santiago las historias son buenas compañeras de camino.
P. A. M. E.
Clemente Martínez Rodil, regidor de Santirso de Abres, ha retomado en su mandato el compromiso de corporaciones anteriores por recuperar el trazado histórico del Camino de Santiago a su paso por el concejo y conocido como Vía Rexia. «Llevamos bastante tiempo peleando por ello en colaboración con los seis municipios lugueses por los que pasaba y es el de Meira el que tiene encomendada la gestión de establecer el itinerario completo de la ruta. En ese sentido hay un estudio encargado a una empresa y sufragado por la Diputación de Lugo, pero se está demorando bastante. Nosotros estamos a la espera, ya que el trazado de Santirso lo tenemos bien definido: es el que sigue la Ruta de los Pañeiros. El primer objetivo sería contar con un itinerario definitivo, señalizarlo y quedaría la parte más difícil, que es la de oficializarlo como camino jacobeo», explica el alcalde. En cuanto a su municipio, afirma: «Nos interesa mucho para que los peregrinos puedan pasar por aquí, es una ruta histórica y sería una alternativa a la masificación de otras. En los últimos años tenemos un gran tirón turístico con el descenso de canoas en el Eo, la temporada de salmón o rutas como la Vía Verde. La recuperación de la Vía Rexia y su oficialización serían muy importantes para Santirso».
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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