Al Visu la Grande: una cima en el centro del Parque Natural de Redes

Además, como este monte se ubica en el centro mismo de Redes, no sólo proporciona una estupenda excursión por rincones salvajes, frondosos y solitarios, sino que da la oportunidad de alzarse a 1700 metros para disfrutar, desde un sitio privilegiado, de amplias vistas que alcanzan no sólo el territorio pisado sino también cordales de Ponga, los Picos de Europa y –en días despejados- hasta Las Ubiñas.

Eso sí, no puede decirse que sea una excursión complicada pero tampoco sencilla: supera un total de 1000 metros de desnivel positivos, con algunos tramos en los que la pendiente parece no cansar de estirarse un poco más. Quitando esto, no tiene dificultades y avanza (sin señales marcadas pero por recorrido limpio) a través de pistas, caminos y sendas tatuadas sobre laderas, conquistando majadas y colladas que miran con placer un paisaje inmenso y bello, de los que no se olvidan.

Total: que esta ruta al Visu Grande no defrauda y enamora, aunque para realizarla tranquilos conviene (y merece) reservar un día completo (unas 6-8 horas de caminata, al menos) y abordarla sin prisas, pisando a pasos lentos cada repecho que pone delante y tomándose lo de parar a coger aire de vez en cuando como una oportunidad de admirar el espectáculo: un circo de contrastes y montañas maravilloso, regado de verdes, detalles, paz y mucha naturaleza.

Para alcanzar la hermosa atalaya que es el Visu La Grande se parte desde Belarde, aldea casina emplazada en un valle que fue zona importante de paso del Camín Real de la Mesa, que comunicaba Asturias con la meseta.

Desde Belarde, en la parte alta del pueblo hay un panel junto al cual comienza el recorrido, por una pista de tierra que –desde el primer minuto- ofrece grandes vistas, así como el refugio de una frondosa arboleda en la que predominan los castaños y las hayas. El inicio, eso sí, es potente: hay que salvar unos 3 kilómetros cuesta arriba, dibujando zigzags por un repecho que cubre unos 600 metros de desnivel de un tajo y va a dar a la Collaina, primer balcón asomado a maravillas del día.

Tras admirar el guapo circo de montañas que desde aquí se exhibe, bien poblado de brañas, valles, aldeas y bosques, desde la Collaina se sigue por pista un tramo más y -tras un pequeño giro- se alcanza enseguida la cercana majada Gallera, lugar que también es balcón excepcional y desde el que ya se atisba, asomando, la parte más alta del Visu la Grande. En este lugar merece la pena hacer un descanso breve, admirando la postal del Retriñón que se divisa.

Dejando atrás Gallera, se toma un sendero que se dirige decidido hacia las paredes del pico Cuervo (hermano de sangre del Visu La Grande). Cuando se alcance la base del monte, aparece otro sendero que se lanza por sus faldas, ladera arriba, abriéndose paso por zonas de abundante caliza en busca de La Xistra, un collado ya a 1500 metros que separa el pico Cuervo de Las Campas.

Desde la Xistra las vistas ya son espectaculares hacia todos los flancos. Y aunque este collado tenga cierto sabor a cumbre y sea la antesala de la cima que buscamos, todavía queda un rato más de caminata. Toca seguir una pequeña vereda, bien distinguible, que asciende lenta por la ladera de Las Campas y luego continúa rumbo sur, buscando subirse a la cresta en la que se asienta el Visu La Grande.

Llegados a la parte alta, queda aún un repecho final más y un último esfuerzo por los irregulares altos hasta encontrarse por fin con la cumbre del Visu La Grande, una atalaya amplia y estratégicamente ubicada en la que da gusto sentarse y echar un buen rato, contemplando el enorme paisaje que ofrecen sus 1.700 metros de altura.

La Peña´l Vientu, el Cascayón, el Tiatordos y el Maciedome, la Peña Santa de Castilla… decenas de montes conocidos parecen rodear al Visu La Grande, dibujando un cuadro de cumbres, valles, brañas y verdes que uno no se cansa de contemplar fácilmente

Iniciamos el descenso siguiendo un sendero muy marcado que nos llevará hasta la Collada de Zampudia, un lugar que se distingue perfectamente desde la cumbre. Este lugar separa Becerreá y Atambos y observa el profundo valle del arroyo de les Vallines desde la altura. La panorámica indica que la bajada que espera va a ser intensa.

Desde Zampudia hay que ir hacia la izquierda, bajando a través de la ladera y salvando metros por una acusada pendiente que desemboca en Cabritera, una majada que se vislumbraba desde el inicio del descenso. A partir de este punto hay que seguir un camino que avanza pegado al arroyo de les Vallines, transitando por medio de un hayedo antes de encontrar la Majada el Gavilán, en la que se toma una pista que –en unos 6 kilómetros y sin posibilidad de pérdida- vuelve tranquila hacia Belerda, lugar donde comenzó el paseo y donde ahora termina este precioso e intenso periplo por el Parque Natural de Redes.