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Tipo de ruta: Circular
Dificultad: moderada
Distancia aproximada: 8,57 km
Tiempo aproximado: 4-5 horas
Desnivel aproximado: 800 metros
Que en la geografía asturiana hay cientos y cientos de opciones montañeras es un hecho indiscutible. Tan cierto como que no hace falta escoger grandes cotas para admirar estupendos paisajes, vibrar con la fuerza orográfica o hallar divinos tesoros con forma de brañas, fuentes, fauna, floresta, agua… Pero, quizás, de todos los rincones montunos asturianos disponibles, el de la sierra del Sueve sea uno de los más especiales.
Mirando a la Peña Santa desde casi la orilla del mar, rellena de bosques viejos; atravesada por un agua limpia y clara que le da la vida; habitada por manadas de gamos y asturcones; presumiendo del Pienzu, la cota más alta cercana al mar de Europa; observando desde sus majadas el devenir amplio de un paisaje que se extiende por la costa y alcanza a mirar muy allá sin necesidad de elevarse mucho: la del Sueve es una sierra con mucho que mostrar.
La excursión que aquí se narra es un paseo invernal por esta preciosa serranía de contrastes: un recorrido que hace un PR al revés, adentrándose en recovecos míticos y especiales de este lugar para luego alzarse hasta el segundo pico más alto del Sueve, el Mirueñu, y sentarse a observar una amplia y extensa mancha paisajística que abarca los montañas y relieves más señeros de Asturias.
Este es, pues, un paseo por tierra de gamos y asturcones que se adorna de rumor de olas y aroma a salitre, bosques mágicos, agua helada, etnografía y un alrededor montañoso (y marítimo) que encandila. Un recorrido circular de poco más de 8 kilómetros que supera un buen pellizco de desnivel Sueve arriba para mirar, a vista de pájaro, un gran trozo de la bella Asturias.
Gran parte del sendero que esta ruta sigue es el PR AS273, sólo que aquí se hace al revés: en lugar de salir de Pandiellu siguiendo las indicaciones de la Ruta de los Gamos, parte de Villar de la Cuesta y asciende a los altos del Sueve en sentido inverso, buscando una majada de renombre que alzará hasta el Mirueñu.
Desde Villar de la Cuesta, se empieza a caminar en dirección a Cofiñu y, tras dejar atrás una fuente y una casa, se gira a la izquierda por un sendero adornado de jitos que sube haciendo eses al encuentro de la Gobia, un repecho de bosque en el que el rumor del agua combina a la perfección con la acogedora cúpula que los árboles construyen.
Cuando el bosque cerrado comience a abrirse, diluyendo su presencia en ejemplares dispersos y despejando las vistas hacia el cielo, un sendero bien marcado sale al paso invitando a meterse de lleno por las empinadas cuestas que hacen de tobogán al arroyo de la Fonfría y que llevan hasta la zona conocida como Fuente de la Braniella.
Conquistada la Braniella, el camino lleva ahora hacia la izquierda, bien marcado con marcas PR,y sube un poco más para alcanzar los casi 900 metros de altura en los que se asienta la Collada de la Hume, ancha y bella campera que separa la cuenca de la Fonfría del valle de la Regona.
Desde este punto ya se observa el Mirueñu, pico que busca esta ruta. A mano derecha, asomando discretamente, la boina del Picu Pienzu y la cruz que lo corona completan una estampa que mira privilegiada hacia los Picos y hacia esa serpiente ondulada y larga que dibujan los accidentes geográficos del valle del sella, desde los montes de Amieva hasta la orilla del mar.
En Hume, se abandona el PR para girar a la derecha y toca enfrentarse a las laderas del Mirueñu, llenas de peñascos y arbustos de tamaño medio que incomodan levemente la subida.De pronto, se alcanza la Horcada, casi ya a los pies mismos del Mirueñu, con magnificas vistas, amplísimas, de los Picos de Europa en el frente
La subida se emprende siguiendo jitos dispersos por el terreno, así como la huella de un camino desgastado. No hay más complicación que avanzar, salvando el desnivel que resta por las laderas hasta tocar la cumbre, bien marcada con la figura de un gamo y unas vistas de impresión: Gijón, La Cruz de Pienzu, Los Picos de Europa, Las Ubiñas… un espectáculo del que disfrutar un buen rato.
Para descender, hay que volver a la collada la Hume y desde ella, siguiendo las marcas PR de nuevo, retomar el sendero que se había abandonado para engolarse en el Mirueñu. Sin pérdida, se baja primero a la zona de la Fuente de la Becerrea y se alcanzan las cabañas de Espadañeu. Luego ya, desde la cuidada majada, se busca el final de la campera y se coge una pista a mano izquierda que, con un descenso ligero y cómodo, lleva por el valle de la Regona hasta Pandiellu, sitio original donde da comienzo el PR AS 273.
Si se quiere evitar andar por la pequeña carretera secundaria que une estas dos poblaciones, se puede obviar la salida al pueblo y –a la altura de un portillero- coger una pista forestal que se abre a mano izquierda y que devuelve enseguida hasta Villar de la Cuesta, lugar en el que concluye esta incursión de vistas perfectas por la siempre acogedora y especial sierra del Sueve.
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