Un circuito por la sierra del Frieru hasta el Cerru Facéu (y un poco más allá)

1232 metros. Esa es la modesta pero nada desdeñable altura que tiene la cumbre principal buscada por esta ruta: el Cerru Facéu, un monte discreto ubicado en la sierra Frieru (Caso) que también resulta un asiento perfecto para –en días claros- contemplar sin prisa el paisaje.

El panorama desde el Facéu es todo un gustazo: con vistas impresionantes y generosas hacia Picos de Europa y los sombríos valles de Piloña y de Redes, en miscelánea paisajística con los bosques y los montes ponguetos, la sierra del Sueve y mucho (muchísimo) más.

Pero el hipnótico y bello paisaje a contemplar desde los altos de la sierra Frieru no es la única perla de este recorrido: el camino para llegar al Facéu también conquista por su paz, por sus bosques extendidos, porque alterna muchas colladas y majadas y porque se recrea, disfrutón, en recorrer la cresta de la sierra, saltando de cumbre en cumbre hasta pisar 5.

Eso sí, esta no es la típica ruta para recalar en el Facéu: este monte es más sencillo de subir partiendo (por ejemplo) desde la aldea de Omedal (en Piloña),desde el valle de Espinareu o desde la Collada de Arniciu. Aquí, sin embargo, se parte desde Tozo (la aldea más norteña de Piloña, ubicada ya en el Parque Natural de Redes y dentro de la bella sierra de Frieru) trazando un interesante circuito que salva 900 metros de desnivel positivo y se entretiene en prospectar decenas de rincones montunos, poniendo especial atención en visitar varias cumbres.

En total, casi 16 kilómetros de marcha -con partida y regreso en Tozo- para una excursión muy entretenida y muy recomendable que disfruta del senderismo de manera intensa al tiempo que se alza (como de oca en oca) de cumbre en cumbre, sin cansarse de mirar el maravilloso y extenso paisaje que se vislumbra desde todas ellas.

Para comenzar este intenso paseo por la sierra del Frieru hasta el Cerru Facéu lo primero que hay que hacer es acercarse hasta Tozu: la aldea en cuestión está ubicada a unos 600 metros de altitud y es uno de esos reductos rurales acogedores que da gusto visitar.

Desde la plazoleta de este bello rincón, tomando una pista hormigonada y en bajada, se comienza a caminar. El sendero pasa por La Braña y el Forceyeru sin abandonar el marcado camino, flanqueado por árboles antes de encontrar un cruce que, a mano derecha, invita a tomar un estrecho surco de tierra y adentrarse en el bosque: es por ahí.

El camino por el bosque es mucho más estrecho, húmedo y acogedor que la pista. Se entretiene, casi jugando, mientras avanza en ligera subida dibujando zigzags hasta recalar en Moru, otro reducto rural del concejo de Piloña por el que se da un agradable paseo hasta encontrar la traza clara de una pista ancha que sube –directa y empinada- hasta la Collada Llamosa, a 800 metros de altura.

En este punto, por un claro camino que se abre hacia arriba a mano derecha, hay que abandonar la pista y tomar rumbo hacia la cresta de la sierra.

No hay que caminar mucho rato para encontrar la primera de las cumbres del día: el picu Cogoyu, un modestísimo alto de 860 metros que nos sirve como atalaya para otear el camino por venir. Adornado con un jito, desde este cerro se contempla clara la línea de la crestería que toca andar, así como la silueta del Faceu en la lejanía cercana.

A partir de aquí no hay sendero: sólo seguir la línea crestera ganando altura de manera tranquila. Así, con un paisaje alucinante alrededor y disfrutando las alturas, la ruta avanza y recala en el Cerru Braña (o pico Cogorutia), a casi 1000 metros. Luego, casi seguido de este, llega al collau Forcau. La cumbre del Facéu ya está muy cerca.

En el collau Forcau hay que comenzar un pequeño rodeo, nada complicado: toca girar hacia la izquierda siguiendo el curso de pequeños senderos que rondan y rodean un alto de roca. Todos conducen a una pequeña canal de piedra por la que se vuelve de nuevo a los altos del cordal.

Tras el pequeño rodeo, hay que seguir avanzando por la cresta: encontraremos un pequeño collado más y desde él, a mano derecha y por un buen sendero, se suben los últimos metros para recalar en el Pico Facéu, un cerro a 1232 metros adornado con buzón de cumbres en el que merece (mucho) la pena sentarse a contemplar el panorama.

En este punto podría cesar la excursión y darse media vuelta (una opción asequible que se puede elegir sin restar belleza ni interés a la ruta) pero en este caso la caminata va a seguir hacia adelante, extendiendo un poco más el placentero cresteo para ganar algún que otro alto más antes de regresar de vuelta.

Eso sí: conviene decir que el camino es un pelín más engorroso, con tramos algo delicados y puntos más afilados en los que toca echar las manos. Nada técnico, pero sí para extremar la precaución y poner todos los ojos.

De esta manera, alargando la línea de cresta un poco más, se llega a la cumbre de los Negros del Facéu (también conocida como Orru del Facéu) pasando antes por el Fontón (1.198m.)

Llegados al Orru Fáceu se comienza ya el descenso. Hay que dirigirse a la collada más cercana, la Colladiella, un oasis entre montes con fabulosas vistas hacia el Busyar. Desde ahí, toca seguir bajando un trecho más por mullida alfombra de hierba hasta encontrar otra collada (La Parada). Muy cerca una cumbre redonda y cercana invita a subir hasta ella: es el Cantu Felguerón, la última cumbrera para este día y un balcón perfecto para contemplar toda la línea de cresta recorrida.

Ahora sí, toca abandonar la cresta y las alturas y comenzar el descenso definitivo, de vuelta hacia Tozu, despidiéndose de la sierra. El siguiente punto reseñable que se encuentra es el collau Biesca de Abaju, en el que se abandona definitivamente el cordal por un sendero que conduce hasta un cruce. En este punto hay que girar a mano derecha y seguir bajando hasta los Gamones, en donde tomaremos una pista que lleva a la majada Corquezu.

Ya queda muy poco de ruta: tan sólo el que requiera recorrer un pequeño tramo del Camín Real del Sellón (GR 102), un sendero cargado de historia y de importancia que se toma en la misma majada y que hay que abandonar un poco más adelante, en favor de un cruce a mano izquierda. Por ese cruce, por una senda cuidada y tranquila, se llega de nuevo a Tozu, acogedora aldea donde (ahora sí) nos despedimos de la sierra del Frieru y de este guapo periplo por los límites montunos de Piloña y de Casu.

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