Secciones
Servicios
Destacamos
Tres lagunas, dos montañas y tres pueblos de un verde valle: este es el resumen de los lugares que recorre esta ruta, un paseo que se pierde por el monte, en los alrededores norteños de la famosa ruta de las xanas y que invita a recorrer sólo un trecho de este popular camino, dando prioridad a senderos menos transitados y buenas vistas desde tímidas cumbres.
Las lagunas de Peña Rey (también llamadas las Ferradas) son uno de los primeros lugares de interés a los que se llega enseguida partiendo de Dosango: un discreto conjunto de acuíferos con aguas de color óxido en medio del solitario monte. Desde ellas, caminos poco transitados conducen a dos cumbreras: el pico Valle Grande (de 750m) y Peña Rey (de 770m), discretas pero acogedoras balconadas. Luego, la excursión juega al sube y baja en el descenso, visitando dos pueblos más de esta zona (Pedroveya y La Rebollá) antes de introducirse en el desfiladero de las Xanas para regresar al punto de partida.
Tipo de ruta: Circular
Dificultad: Moderada
Distancia: 14 km
Tiempo: 5 horas
Desnivel: 900 m
El trazado propuesto podría presumir de ser una ruta fácil, sin embargo es más adecuado catalogarla de moderada: recorre casi 14 kilómetros y salva (de pueblo en pueblo y cerro en cerro) un desnivel nada desdeñable. Además, aunque la mayor parte del tiempo discurre por caminos bien marcados, el acceso a los dos picos no sigue la misma pauta y, para conquistarlos, hay que abrirse camino por laderas con matorral que ralentizan bastante el avance.
Con todo, esta escapada a Peña Rey con incursión en la ruta de las xanas no deja de ser una excursión diferente, sin complicaciones, que puede hacerse en poco más de media jornada y que puede además adaptarse, obviando la visita a los pueblos para acortar distancia y desnivel cogiendo alguno de los ramales de la ruta de las xanas sin renunciar (en ningún caso) a preciosas vistas y amables paisajes verdes.
Se parte del aparcamiento habilitado para recorrer la ruta de las Xanas, muy cerca de Villanueva (en Santo Adriano). Desde ahí, se comienza a caminar por la carretera, en moderada subida, obviando el primer cruce que se introduce en la ruta de las xanas. Ese será el ramal que traerá de vuelta pero, de momento, toca seguir de frente hasta el siguiente cruce, en el que hay que tomar la dirección a Dosango.
Primero por sendero en zigzag entre el bosque y luego ya por una pista, se va pasando por debajo de una pared de roca mientras se sube sin parar: la pista se dirige a Valdolayés pero en este periplo sólo hay que seguirla hasta el cruce con la carretera y, desde ahí, desviarse a mano derecha para coger otro sendero (muy pindio) que lleva a las Lagunas de Peña Rey.
Un poco más allá de la zona de lagunas hay una collada: hay que llegar hasta ella para girar a la izquierda y comenzar a subir hacia el Pico Valle Grande. La cuesta está plagada de matorral que complica bastante el avance. Otra opción es tomar una pista a mano izquierda del lago: evita el matorral pero no sube a los picos sino que se dirige a Dosango.
Si se decide subir a las cumbres, una vez en Valle Grande hay que bajar de nuevo a la collada para avanzar ahora por el cordal, también con bastante maleza que ralentiza el avance y que culmina en la misma cima de Peña Rey, altozano ataviado de cruz, buzón y belén de cumbres
Muy cerca, en el horizonte cercano, las vistas hacia la Mostayal son perfectas. Un poco más lejos relucen también iconos como el Airua Naval, la Hoya, La Forcada, el Caldoveiro, la Loral o el Lobiu. Abajo, justo bajo los pies, Pedroveya: lugar al que se dirigen ahora los pasos.
Para bajar de la cumbre, se toma un sendero claro que conduce hasta una pista y, por ella, sin problemas, hasta Dosango: hay que cruzar el pueblo y seguir las indicaciones «Pedroveya-Ruta de las Xanas» (con marcas blancas y amarillas). Este sendero acerca a Pedroveya, acogedor pueblo con estupendo bar (Casa Generosa) para hacer un descanso.
Desde Pedroveya, se sigue por carretera para llegar a la Ermita de Santa Barbara, un punto donde se puede acortar la ruta cogiendo el desvío para descender por la ruta de las Xanas.
Para alargarla un poco más, se sube por carretera hasta la Rebollá, último pueblo del día que hay que cruzar hasta encontrar su fuente: junto a ella se encuentra un camino nuevo (con forma de calzada antigua) que se adentra en el bosque y va dando vueltas hasta encontrar de nuevo un ramal que penetra en el recorrido del desfiladero de las Xanas
Unas escaleras en la espesura conducen hasta el impresionante desfiladero, por el que ya se hace el resto de la bajada, con increíbles vistas y sin dificultad ni pérdida. Desde luego, el regreso por este sendero es una estupenda guinda a esta excursión.
Y así, bajando por este inolvidable desfiladero sólo queda llegar a Villanueva de nuevo, para ya allí poner el punto final a esta guapa ruta por Santo Adriano y las veredas montunas más próximas a la ruta de las Xanas.
Publicidad
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
Clara Alba y José A. González
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.