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Vistas desde la cima del pico Abedular, mirando hacia la zona del Maciedome, el Pierzu, el Recuencu y el Zorru, con los Picos de Europa de fondo. M. LL.
Abedular y Remelende: dos picos con raíces ancladas al Puerto de Tarna
Rutas de montaña por Asturias

Abedular y Remelende: dos picos con raíces ancladas al Puerto de Tarna

Esta ruta parte de los altos de Tarna y viaja por territorios de lindes asturleoneses para alcanzar dos cumbres con vistas espléndidas: el Abedular y el Remelende

Jueves, 6 de junio 2024

A un lado y al otro de ese mágico lugar que es el puerto de Tarna se levantan dos cumbres, hermanas, que distan en altura apenas 70 metros: el Abedular y el Remelende. Estas montañas no son cualquier cosa: son titanes, a más de 1.800 metros de altitud, en pleno Parque Natural de Redes: dos de las muchas (y buenas) atalayas de este territorio protegido desde las que es un lujo mirar, sin prisas, un mar de verdes enredados en valles, montes y bosques yendo a chocar contra caliza afilada.

El punto de unión de ambas cumbres también es lugar estratégico: el Puerto de Tarna es, sin duda, un enclave con historia; un paso entre las montañas de Asturias y León que transcurre paralelo al cauce del río Nalón (el más extenso de Asturias) cuyas aguas nacen, brotando de la tierra, en una fuente ubicada en los altos del puertu: La Nalona. Además, la línea que separa la región asturiana de la vecina leonesa es muy fina en este lugar y permite asomarse no sólo a la inmensidad de los paisajes y orografía astures sino también a las muchas bellezas paisajísticas que se extienden bien pegadas a las fronteras asturianas .

Datos de la ruta

  • Tipo de ruta: Circular

  • Dificultad: Moderada

  • Distancia: 14 km

  • Tiempo: 6 horas

  • Desnivel: 409 metros

En cuanto al paseo, es intenso: alcanzar la cresta de cumbres no es complicado (aunque sí algo empinado) pero, sin embargo, los pastos cerrados por la proliferación de vegetación han hecho que se pierdan los caminos –antaño mucho más claros- y que el avance, aun sin pasos técnicos, se ralentice levemente. Conviene, pues, ir sin prisa: como en todas las rutas y en la mayoría de cosas de la vida. Guardar el día completo para caminar despacio, disfrutando del entorno y las enormes visiones que regala la excursión.

Por lo demás, no hay pérdida: desde el puerto de Tarna los objetivos del día están claros claros. A la derecha, el Remelende; a la izquierda el Abedular. Dos techos distintos del Parque Natural de Redes: dos cimas hermanas (de tierra y de altura) con mucho que enseñar desde sus altos.

Para empezar a andar, hay que acercarse al Puerto de Tarna (con amplio aparcamiento) y, desde ahí, comenzar la caminata por la carretera que marca rumbo a Riaño. No es un gran trecho: tan sólo unos 5 minutos hasta encontrar (a mano izquierda) un ramal de pista ascendente.

Por un ramal a mano izquierda se abandona la carretera y se toma una pista

El ramal en cuestión conduce, bien marcado, hasta un collado. Es poco más que un cuarto de hora de caminata a través del monte hasta hallar a la pequeña majada, despejada y vestida de verde hierba. Desde aquí, la pista sigue hacia el valle de Río Hornos y Maraña, así que toca abandonarla para coger un pequeño sendero a mano izquierda –marcado con un jito- que se pierde entre brezos.

Camino entre zona de brezos: se abre a mano izquierda desde la collada y está marcado con un jito

Antaño esta era una senda despejada pero ahora, muy cerrada por la vegetación, hay que estar atentos para no perderla: sube casi en línea recta hasta el hombro de El Forco, límite entre León y Asturias.

Desde este punto, y ya con el terreno más despejado, el Abedular muestra su ladera más pendiente. Entre él y el pico Cotalbo ( a la derecha) se vislumbra un collado amplio y, serpenteando por el monte, se ve claro un sendero que conduce sin mucho esfuerzo hasta el citado collado (El Cotalbo) con vistas privilegiadas hacia Pileñes y Ten.

Paisaje desde elcollado Cotalbo

Ahora toca girar a la izquierda, ya dispuestos a conquistar la cima: hasta ella dista un último repecho que avanza entre los brezos. No es un tramo complicado y enseguida, pasito a paso, se alcanza la cumbre achatada del Abedular, a 1825 metros.

El punto más alto se señala con una cruz y restos de viejas trincheras que (allá por 1937) fueron testigos de duras batallas en esta zona. Las vistas, impresionantes: abarcan el Parque Natural de Redes, Picos de Europa, los montes de Riaño, las Ubiñas, el puerto de San Isidro y muchísimo más. Especialmente bellos, el Maciedome, el Recuencu, el Zorru, Pileñes, Ten, Mampodre… así como las deslumbrantes agujas que brillan en Picos.

Cima del Abedular

Tras las contemplaciones, toca pegar media vuelta y regresar al puerto de Tarna por el camino ya andado. Una vez allí, el camino sigue rumbo hacia el Remelende (o Remelendi): desde su cima, a 1895 metros, se divisa un amplísimo y bello panorama; uno de los mejores de todo el Parque Natural de Redes.

Eso sí, para llegar a él hay varios caminos y el que sigue este track no es el habitual: normalmente se avanza por un camino pegado al límite entre las dos provincias que, en la actualidad, se pierde. Esto obliga a meterse en un terreno sin senderos, campo a través, que puede dar lugar a pérdida o retrasos. Para evitarlo, se traza un sendero alternativo que va primero hasta el cercano Puerto de las Señales, ubicado a más de 1600 metros.

Desde el puerto de Tarna, hay que llegar caminando al puerto de las Señales, muy cerca del primero

Ya en el puerto vecino, hay que coger un buen camino marcado con jitos que se abre a la derecha y que va llevando, en un paseo, hasta una zona de laguna. Desde ella, se sigue de frente por un camino despejado entre los brezos hasta alcanzar una colladina: girando a la derecha en ella entramos en los Paramos de Remelende.

Tras alcanzar los paramos de Remelende, un sendero claro va llevando a la cima sin pérdida

Desde este punto, se coge un buen sendero que se dirige-bien claro- hacia la cima y que -sin posibilidad de pérdida- lleva a alcanzar la cumbre, marcada con vértice geodésico y un buzón. Las vistas son espectaculares: por su ubicación, apartada de otras alturas de importancia, el Remelende ofrece visiones amplias hacia los cuatro puntos cardinales. Así, sentados en sus alturas, se divisan el Parque Natural de Redes, con el Abedular sobre el puerto de Tarna; los Picos de Europa, con Peña Santa en primer plano; los Montes de Riaño, el Mampodre, los montes de San Isidro, las Ubiñas, el parque Natural de Ponga… un cuadro espléndido.

macizo del Mampodre desdela cima del Remelende
La segunda cumbre del día regala mpresionantes vistas, muy amplias

Para volver, regresamos por los Paramos hasta llegar de nuevo a las Señales. Desde allí, resta un tramo de carretera de unos dos kilómetros antes de dar –de nuevo-en el puerto de Tarna y poner punto final a esta guapa ruta, por territorios de lindes asturleoneses, en pleno Parque Natural de Redes.

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