Las primeras nevadas ya han llegado y con ellas la montaña se viste de gala, es entonces cuando surge esa necesidad que nos invita a adentrarnos en la montaña invernal y a ascender por ella. Pero cuando la nieve hace acto de presencia, esa ... inclinación que normalmente hacemos a pie en el monte, pasa a convertirse en un reto más, en el que no solo hacen falta unos buenos piolets y crampones, sino que también entran en juego una buena planificación y sobre todo los conocimientos esenciales que nos permitirán desenvolvernos correctamente en cada uno de los escenarios posibles (nieve, hielo, roca…) y afrontar los distintos riesgos a los que nos tendremos que enfrentar en ellos.
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Un terreno en el que los que no estén acostumbrados a moverse por él, tendrán que tener muy en cuenta esa previa preparación: «no solo hablamos de una preparación física o de entrenamientos, sino que también tendremos que tener en cuenta la meteorología, es importante saber cómo ha estado el monte los días anteriores, los cambios de temperaturas que ha habido, el riesgo de aludes, el estado de la nieve, el terreno…», asegura el guía de alta montaña UIAGM Martín Moriyón. La planificación previa en este tipo de alpinismo es fundamental afirma el también guía experimentado en alta montaña, Fernando Calvo: «La planificación previa en la montaña invernal es más larga que cuando no hay nieve, pero así tiene que ser para que todo salga bien».
Además de esto, en el alpinismo invernal también es imprescindible contar con un buen material y una mochila bien organizada. No podremos olvidarnos de los piolets, crampones, casco, cuerdas, material para escalar en roca y hielo, gafas de sol para evitar las cegueras temporales y sobre todo ropa y calzado que nos aíslen del frío y de la humedad, comida, bebidas calientes y por supuesto algún móvil o gps al que podamos recurrir en un momento dado.
Pero si en lo que estás pensando es en iniciarte en el alpinismo invernal, antes de todo tienes que saber que hay unos riesgos presentes, como en cualquier práctica que implique moverse por la montaña, pero con un plus siempre imprevisible: la nieve. «Este medio implica unos riesgos añadidos porque entran en juego el frío, la posibilidad de sufrir hipotermia, los cambios de la nieve, el riesgo de aludes…», añade Fernando Calvo. Antes de adentrarte en esta práctica, ambos guías recomiendan que tengamos en cuenta los consejos y técnicas necesarias para ello: «El aprendizaje tiene que ser progresivo, ya sea a través de cursos en las federaciones o clubs de montaña o con la ayuda de guías especializados.», aseguran. Ambos coinciden en que hay que evitar saltarse estos pasos porque «en el alpinismo invernal no hay que tener prisa, es importante ir poco a poco. El proceso es más lento comparado con otros deportes y así tiene que ser».
Igual de importante es buscar un buen compañero con el que ir a la montaña en invierno. Martín Moriyón asegura que «mientras todo va bien, todo es muy divertido en la montaña», pero la situación cambia cuando hay que enfrentarse a un problema: «Es importante saber si ese compañero va a reaccionar bien o va a entrar en un ataque de pánico. Cuanto más difícil es la actividad que vas a hacer, más importante es buscarte un buen compañero con el que afrontarla». Y en el caso de ir solo, aunque esta no sea una de las opciones más recomendables: «es importante dejar aviso de la ruta que vamos a hacer y no salirse de ella, decirle a alguien dónde vamos a estar o que esté pendiente de nosotros». Una recomendación que Fernando Calvo asegura que sirve, tanto para cuando nos vemos en esta situación, como para cuando vamos con más gente. Pero aún así, el experto montañero previene de los riesgos de subir solo: «si se da este caso y tenemos algún problema, hay que ser conscientes de que todo va a ser un poco más complicado, desde el aviso, hasta tu propio rescate si se diese el caso».
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Otra de las cosas que recalcan, es que siempre hay que saber cuándo renunciar: «En el alpinismo es muy importante saber renunciar. Sea por las condiciones del hielo, de la nieve, de la montaña o climáticas, si en algún momento hay algo que no tenemos claro, lo mejor es dar la vuelta y no cegarse por llegar al final» confiesan.
Y si después de todos estos consejos, estás pensando en que para iniciarte en este deporte tendrás que irte muy lejos, tenemos que decirte que iniciarte en el alpinismo invernal en Asturias es posible. Martín Moriyón asegura que en la Cordillera Cantábrica existen montañas espectaculares para practicar este deporte: «Desde el macizo de Ubiña, sobre todo por su aproximación relativamente corta, al Pico Toneo que es un buen sitio para empezar, el macizo del Mampodre, también en Picos de Europa, el Corredor de los Argaos, Fuente Dé, entre muchos otros», enumera.
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Las casas se empiezan por los cimientos: Si nunca has utilizado unos crampones o un piolet, no te lances a escalar en la nieve sin los conocimientos y a preparación adecuados.
Haz una actividad que esté acorde a tu nivel: Es más recomendable empezar por algo que esté incluso por debajo de nuestro nivel y después aumentarlo de manera progresiva, hasta construir nuestro propio nivel y sin saltarnos ningún paso.
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Planifica muy bien la ruta y la mochila: Es importante invertir tiempo en preparar la ruta, estudiar las condiciones en la que la vamos a hacer, revisar la meteorología y también entra en juego una buena planificación de la mochila, con todo aquello que podamos necesitar en la montaña.
Siempre puede haber cambio de planes: En la montaña debemos ser flexibles y no ceñirnos a un objetivo porque lo hayamos planificado. Si las condiciones no son las mejores para llevarlo a cabo, lo mejor será dar la vuelta.
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