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Peña Ubiña, una alta montaña que regala hermosas vistas a más de 2400m de altura al caminante M. LL
Peña Ubiña desde Tuiza
Lena

A Peña Ubiña desde Tuiza de Arriba

Con 2417 m, Peña Ubiña es una de esas «altas montañas» que enamora a los caminantes. Y como no necesita escalarse, con un poco de esfuerzo y mucha precaución uno puede asomarse a su techo y sentir esa emoción que regalan las grandes (y míticas) cimas

Jueves, 9 de junio 2022

Nuestra ruta de hoy no es una ruta cualquiera: vamos a ascender una gran montaña, una peña mítica, de enorme belleza y singular forma, igualada (casi) en altura con otras míticas como Peña Santa o Urriellu, reina indiscutible del segundo macizo montañoso más grande de la región asturiana, techo del concejo de Lena y accesible, aunque también peligrosa: Peña Ubiña, la peña albina, de 2417m de altitud. Una de las niñas bonitas del horizonte pedregoso, glaciar y kárstico, que es la Cordillera Cantábrica.

A PEÑA UBIÑA DESDE TUIZA DE ARRIBA

  • Tipo de ruta: Ida y vuelta

  • Distancia: 12,29 kilómetros

  • Dificultad: Moderada

  • Tiempo: 5-6 horas (aprox.)

  • Desnivel: 1166 metros

Gaspar Melchor de Jovellanos dijo de ella que se creía la más alta de España y que podía verse desde Segovia. Exageraba, sí, pero lo cierto es que peña Ubiña destaca en la perspectiva. Y como gusta de vestirse de blanco y nieve (de ahí su nombre, derivado del latín Albinus) de ella Jovellanos también contaba que los marineros de Cudillero la usaban como faro, para que los guiara en la vuelta a casa. Además, generaciones enteras de pastores trashumantes, desde Extremadura a León, la utilizaban también como guía y la tenían siempre como protagonista de leyendas, enseñanzas y recuerdos.

Durante todo el camino de ascenso, Peña Ubiña se muestra presumida al caminante, haciendo de faro y destino M. LL

Desde luego, se trata de una peña especial. Un mirador privilegiado, de gran altura, al que se llega sin necesidad de usar cuerdas ni superar enormes pasos aéreos. Además, el sendero que lleva a ella (con parada imprescindible en el popular refugio del valle del Meicín y lleno de largas cuestas) es tan bello, mágico y especial como el destino al que lleva.

Nos vamos, pues, a Peña Ubiña: a disfrutar de una gran alta montaña de esas que dejan huella, agujetas, buenos recuerdos y panorámicas de cine.

Descripción de la ruta:

Comenzamos a andar hacia Peña Ubiña desde la localidad de Tuiza de Arriba (Lena), donde hay habilitado espacio suficiente para dejar el coche y donde, además, podemos visitar el centro de recepción de visitantes del Parque Natural de las Ubiñas.

Desde Tuiza, bien señalizado desde el inicio, cogemos el sendero de verano que lleva a la vega y al refugio del Meicin, ubicados ambos a 1527 metros de altitud, en los dedos de los pies de Peña Ubiña.

El camino por el que se inicia el ascenso a Peña Ubiña, que pasa por el refugio del Meicín, está bien señalizado, sin posibilidad de pérdida M. LL

El camino -de piedras gastadas por aguas, nieves y pasos- es empinado desde el inicio y discurre, serpenteante, entre verdes praderías, ascendiendo sin descanso y con la Peña Ubiña mostrándose en el horizonte, ejerciendo de faro para los montañeros igual que lo fuera para pastores y marineros en tiempos no muy lejanos.

Se trata de un sendero agradable, no muy largo, sin posibilidad de pérdida y abundantes indicaciones para llegar al refugio, pero también bastante duro por las exigentes cuestas que lo caracterizan: no debemos olvidar que estamos aproximándonos a una alta montaña y el desnivel a salvar desde Tuiza de Arriba (a 1223m) es de más de 1000 metros.

Camino de verano al Refugio del Meicín, con la Peña Ubiña siempre al fondo -ejerciendo de guía- y un firme cómodo aunque fuertemente empinado desde su inicio M. LL

Tras unos 2 kilómetros largos de caminata, llegamos al refugio y a la vega del Meicín, un lugar de impresionante belleza a los pies mismos de Peña Ubiña, a la que vemos ya muy cercana a pesar de que, hasta su base y su punto más alto (a 2417m), queda aún largo trecho.

La vega del Meicín y el refugio que en ella se asienta (regentado por la guardesa Tania Plaza, primera mujer en ser guarda de un refugio de alta montaña, gran conocedora de las Ubiñas y estupenda cocinera de platos tradicionales y contundentes) es un sitio estupendo para descansar y para otear el camino hasta nuestro siguiente «puerto», visible tras una lengua verde salpicada de rocas que asciende, partiendo de esta misma vega, y acaba en el alto Terreos, frontera natural entre Peña Ubiña y peña Cerreos, a la derecha y a la izquierda –respectivamente-.

Refugio del Meicín, en la vega del mismo nombre, con la Peña Ubiña vigilante y cercana m. LL

Toca emprender marcha de nuevo: dejando atrás el refugio, ascendemos con cautela y esfuerzo la ladera verde que nos lleva hasta Terreos. A esta empinada cuesta la llaman la ladera del Forquéu y es una escalera imprescindible para alcanzar la base de Peña Ubiña.

La ladera del Forquéu asciende paralela a Peña Ubiña desde la vega del Meicín hasta el alto Terreos, punto necesario si queremos conquistar el cima de Peña Ubiña M. LL

Una vez en el alto, con estupendas vistas como recompensa, cruzamos una portilla (que volvemos a dejar cerrada) y atravesamos un enorme pedrero bajo los murallones de Peña Ubiña: son los últimos metros para alcanzar, por fin, la base de Peña Ubiña y el terreno, ahora, intercala pradería con mucha piedra. Al fondo, más allá de la base de la montaña que hoy tenemos como destino, percibimos el trazado del camino que sube hasta la cima.

Vistas tras conquistar la ladera del Forquéu y llegar al Alto Terreos, antes de alcanzar la base de Peña Ubiña m. LL

Alcanzada la base, el sendero asciende vertiginoso y empinado, sin piedad para el caminante: este tramo es duro y transita en su inicio por un suelo verde que, poco a poco, va convirtiéndose en roca y piedra. No es necesario el uso de cuerdas ni tampoco hay pasos aéreos complicados: se trata de avanzar por el sendero, a modo cabra y con mucha precaución, apoyando las manos en algún tramo, siguiendo los jitos, las señales de pintura y el camino dibujado por los miles de montañeros que –hoy y durante decenas de años-nos precedieron en esta ascensión.

Ascenso a Peña Ubiña, conquistando metros y metros de roca desde su base a su cima M. LL
Imagen principal - Ascenso a Peña Ubiña, conquistando metros y metros de roca desde su base a su cima
Imagen secundaria 1 - Ascenso a Peña Ubiña, conquistando metros y metros de roca desde su base a su cima
Imagen secundaria 2 - Ascenso a Peña Ubiña, conquistando metros y metros de roca desde su base a su cima

La arista de esta hermosa mole que es Peña Ubiña será la meta de esta fuerte subida, que termina casi en la cumbre misma: sólo nos resta caminar unos pocos metros más, por terreno igual de pedregoso pero ya casi llano- o, al menos, no tan pendiente-, hasta llegar al lugar marcado como cima.

Últimos metros caminando por la arista de Peña Ubiña, con la cima al fondo ya muy cercana M. LL

Hemos conquistado la montaña más alta del centro de Asturias y del macizo de las Ubiñas (aunque haya cierta discusión sobre si son más altos los Fontanes), así como una de las cumbres más queridas y caminadas de la Cordillera Cantábrica. Estamos a 2417m de altitud, asomados a un balcón de piedra privilegiado en el centro mismo de la región. Asomados a la punta de aquel inmenso faro blanco que los pixuetos utilizaban como guía para su regreso a puerto.

Vistas desde la cima de Peña Ubiña, con los Fontanes cercanos compitiendo con ella en altura M. LL

Para regresar a Tuiza de arriba (lugar del que partimos y en el que habíamos dejado el coche) acometeremos la bajada por el mismo camino que nos trajo, con mucha precaución para evitar los accidentes.

Y así, paso a paso, el regreso va dejando la preciosa cima de Peña Ubiña a nuestra espalda, cada vez más lejana. No obstante, hay algo en esta peña que se queda dentro para siempre y las ganas de volver, a disfrutar de los privilegios y emociones que regalan las guapas y altas montañas como esta, queda tatuado para siempre en el interior del caminante.

Regreso a Tuiza de Arriba, con Peña Ubiña a la espalda M. LL

(gracias a Merce, Elisa, Jose, Vitorin y Lau por este «paseo» hasta Peña Ubiña)

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