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A menudo, observamos los paisajes sin detenernos a pensar aquello que los hizo posible: lo normal es que (para el común de los montañeros y caminantes) en la retina y el recuerdo queden las formas, colores y relieves, sin ahondar en los pasados geológicos que dieron lugar al paisaje y que en la mayor parte de las ocasiones son relatos impresionantes.
He aquí el caso de los tres picos que hoy nos ocupan: el Nogales, el Osu y el Jeje, muralla de rocas de la única morrena frontal de una antigua y enorme lengua glacial que determinó la orografía de estos lugares. Un paisaje único –geológicamente hablando- en la Cordillera Cantábrica, ubicado en plena Serranía de Fuentes de Invierno, a 1800 metros de altitud, en el corazón del municipio de Aller, en una preciosa zona llena de barrancos, bosques de hayas, murallones y majadas alzadas sobre el valle del río Braña.
Una senda llena de historia (distintos restos arqueológicos, restos de vías de comunicación, huellas de arrieros…) y de atractivos naturales que hoy recorreremos, empezando en una majada pastoril y terminando con la ascensión de tres cumbres separadas por pocos metros de distancia y alzadas sobre los 2000 metros de altura.
Tipo de ruta: IDA Y VUELTA
Distancia: 14 km
Dificultad: Moderada
Tiempo: 5-6 horas (aprox.)
Altura: 2075 metros
Comenzamos a caminar en una majada llamada el Fielato, en la parroquia de El Pino, justo a la entrada del puerto de San Isidro, a más de 1200m de altura y siguiendo las marcas y el sendero de la Ruta del Gumial (PR AS-48), la cual vamos a continuar durante gran parte de nuestro recorrido hasta el valle del Alba.
Dejando atrás la zona de cabañas, por un pequeño puente de madera, cruzamos el río Braña y comenzamos a ascender a través de marcadas revueltas en busca de la zona denominada Brañaredonda, a la cual iremos llegando a través de una empinada subida que cruza algún que otro puente más sobre el arroyo hasta encontrar la majada en cuestión, salpicada de cabañas, dotada de fuentes y ubicada a los pies de las estribaciones de la sierra del Ajo.
Al fondo de Brañaredonda contemplamos el Collau Beldosu, nuestro siguiente punto a conquistar en esta ruta, al cual nos dirigimos siguiendo nuestro sendero inicial, sin variar rumbo, ascendiendo por una vereda cerrada por los matorrales y con firme mullido de césped verde, contemplando el pico Fuentes mientras ascendemos y vigilados de cerca por la impresionante figura del pico Torres, que nos acompañará durante gran parte del itinerario.
Tras la subida, el paisaje cambia: ahora llanea y el sendero nos adentra en un bosque conocido como Tuzu, formado por hayedos centenarios que dotan al lugar de una acogedora belleza y agradable sombra. Además, el camino a través del bosque nos permite contemplar, por primera vez, nuestras cumbres del día: los picos Nogales, Jeje y Osu, de 2075, 2031 y 2064 metros respectivamente, que saludan ya en la distancia precipitados sobre el puerto de Vegarada.
Continuamos ruta, en ligero descenso y dirección suroeste, llegando ahora a un enorme pedrero en una también enorme campera. El terreno está lleno de estrías, marcadas por el transitar de pequeños cauces con forma de arroyos durante años y años. A la cabeza de esta campera contemplamos la morrena glacial frontal, única en la Cordillera, que conformó la orografía de estas tierras.
Desde aquí, la ruta hacia nuestros tres picos del día continua, abandonando ya el PR y cruzando la majada por un sendero bien marcado, guiado por jitos de piedra, que comienza a ascender con tendencia al zigzag y nos deja en el Mayeu de Fuentes de Arriba, nueva braña a más de 1700 metros de altura.
Seguimos el camino, ascendiendo sin variar el rumbo hasta encontrar una pequeña collada, a los pies de la Peña del Alba. Estamos en la zona conocida como Las Llanas, a 1815 metros, y desde aquí ya divisamos el collau Nogales, un tramo más arriba, y el ramal que sigue ascendiendo a la izquierda hasta nuestra primera cumbre del día: el pico del Oso.
Conquistado ya el primero de nuestros altos (del que dicen que tiene forma de oso desde alguna perspectiva) desde aquí se ven cercanas las cimas de nuestros dos siguientes picos, además de los caminos que conducen a ellas. Para llegar a ellos, volvemos a la collada Nogales desviándonos a la derecha y afrontando ahora un duro repecho ascendente para llegar, enseguida, a lo más alto del pico Nogales, preciosa montaña de cuarcita, con cima triangular, considerado el techo de Vegarada.
Desde aquí, el punto más alto del pico Jeje asoma muy cercano, un poco más allá de una breve y verde collada, tras un tramo de sendero por la cresta rocosa que une ambas montañas y las convierte en hermanas de sangre.
Cualquiera de estas tres cimas nos sirve para asomarnos, a vista de pájaro, sobre un panorama verde y marrón dominado por una orografía rugosa, llena de encantos y tesoros naturales con forma de bosque, barrancos, valles y camperas que, en días claros, abarca lejanas zonas de la Cordillera como las Ubiñas. Más cercanos, Peña Ten, Peña Mea, el Retriñón, las peñas del Faro…
El ruido de los pequeños arroyos, las majadas de los pastores y las imponentes figuras de las montañas de esta sierra y de otras lejanas a ellas son el perfecto acompañamiento para esta caminata, ideal para conocer los fascinantes relatos y paisajes que esconde la geografía allerana.
Para regresar, volvemos sobre nuestros pasos hasta El Fielato, punto de inicio y también punto final de esta agradable ruta a los picos Oso, Nogales y Jeje.
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