F. J. PÉREZ
MADRID.
Martes, 12 de julio 2022, 01:03
Amagínese que un estudio dijese de pronto que la inmensa mayoría de los récords y plusmarcas del atletismo o la natación son erróneos por una mala medición. Que Usain Bolt en realidad no ha corrido los 100 metros en 9.58, ni Johnson los ... 400 metros en 43.19, ni Duplantis ha saltado 6,20 con la pértiga. Pues eso es lo que acaba de pasar en el mundo del alpinismo. El alemán Eberhard Jugalski, el último 'notario' del Himalaya, acaba de publicar un exhaustivo estudio en el que concluye que cientos y cientos de cimas anunciadas como tales por sus autores en realidad no lo son.
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El resultado es demoledor para la historia de los ochomiles y sus estadísticas. La lista 'oficial' de alpinistas con las catorce cimas más altas en su poder, que rondaba ya el medio centenar, se ve reducida a tres personas: el estadounidense Ed Viesturs, el finlandés Veikka Gustafsson y el nepalí Nirmal Purja. Ni Messner, ni Kuckuzka ni Loretan... Ni tampoco Juanito Oiarzabal y Edurne Pasaban han ascendido a las verdaderas cumbres de los catorce 'ochomiles'. A Juanito y Alberto les faltaría el Manaslu y a Edurne también el Dhaulagiri.
¿Qué ha pasado? Para entenderlo hay que remontarse hasta 2019, cuando Jurgalski comenzó a investigar los puntos más altos de los 'ochomiles'. Porque no siempre es tan evidente ni hay un buzón señalando la cima. Las dudas se centran principalmente en el Manaslu, el Annapurna, el Dhaulagiri y el Broad Peak, pero incluso en el Makalu y el Lhotse. Todos ellos tienen una cresta somital en la que se suceden varios picos sin apenas diferencia de altura. Si no lo tienes claro, en función de las condiciones de la montaña y las circunstancias de la escalada, es fácil obviar el punto más elevado. Por error o adrede.
Edurne Pasaban explica por ejemplo lo que les pasó a ella y sus compañeros en el Annapurna, en 2010. «Nos habíamos informado y llevábamos todo tipo de referencias, pero cuando llegamos allí arriba vimos tres montículos que, sinceramente, en ese momento no supimos distinguir cuál era el más alto, así que subimos a los tres».
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Como explica la vasca, en el Annapurna las dudas son fáciles de solventar porque las posibles cimas están cerca y no hay dificultades técnicas entre ellas. El problema surge cuando entre las posibles cumbres hay pasajes técnicos o peligrosas travesías por crestas cargadas de nieve cuyo aspecto y dificultad cambia cada temporada en función de la carga de nieve que tengan.
El caso más claro es el Manaslu. Su ruta normal, la utilizada por la inmensa mayoría, desemboca en un collado de la cresta cimera donde comienza una serie de picos. La cumbre verdadera es el cuarto de esos picos, pero, según Jurgalski, desde que se puso de moda subir a este 'ochomil' en otoño, nadie ha llegado hasta él.
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Al principio fue por desconocimiento. Pero, cuando llegaron las expediciones comerciales fue totalmente intencionado. Los sherpas colocaban las cuerdas fijas hasta lo que ellos consideraban la cima, que en realidad era el primer pico de la cresta, alejado del principal y significativamente más bajo. Ellos así se ahorraban trabajo y evitaban equipar una peligrosa travesía que solo podía dar problemas. Decían a los clientes que el punto al que subían era la cima principal y todos contentos.
Así que Jurgalski se ha puesto a buscar pruebas entre los alpinistas y el resultado es demoledor. De los 44 que hasta ahora figuraban en la lista de 'catorceochomilistas', ha podido verificar su presencia en el Manaslu de 35. Y de estos, solo seis habrían pisado la verdadera cima según las pruebas aportadas: Reynhold Messner y Erhard Loretan, Ed Viesturs, Veikka Gustafsson, Nirmal Purja y Mingma Gyabu, precisamente, el sherpa que el año pasado 'reabrió' la vía a la verdadera cima.
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Sin embargo, Jurgalski quita otros 'ochomiles' a las dos leyendas del alpinismo. A Messner le deja sin el Annapurna y a Loretan sin el Dhaulagiri, lo mismo que a Gyabu. De esta forma reduce la lista de personas que han completado los catorce 'ochomiles' a solo tres: Viesturs y Gustafsson, ambos sin oxígeno, y Nirmal Purja. Además, en el caso del polémico ghurka, famoso por ascender todos los 'ochomiles' en poco más de seis meses, le retira ese récord y amplía el plazo a cinco años, ya que no hoyó la cima 'buena' del Manaslu hasta el año pasado.
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