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Vistas hacia los Picos de Europa desde lo más alto de la Mota Cetín. Fotos: Mara Llamedo
A la Mota de Cetín por el bosque de Cea: un circuito hasta el techo de Parres que resetea cuerpo y alma
Rutas por Asturias: Parres

A la Mota de Cetín por el bosque de Cea: un circuito hasta el techo de Parres que resetea cuerpo y alma

De lejos, la Mota Cetín es achatada y está rodeada de árboles. De cerca, es pedregosa y estrecha, un balcón a 1.100 metros con panorámicas de postal al que se llega atravesando un bellísimo bosque

Viernes, 4 de abril 2025, 18:50

Alrededor de la Mota Cetín todo es bosque: centenares de húmedas hectáreas pobladas por hayas retorcidas, robles de gran porte, altos abetos, alerces muy viejos y otras muchas especies. Se puede sentir: en el Bosque de Cea los árboles respiran al unísono, emitiendo una vibración tan especial que todo el sitio parece emanar misterios y magia telúrica.

Datos de la ruta

  • Tipo de ruta: Circular

  • Dificultad: Moderada (son 760 metros de desnivel positivo y en la parte final hay una pequeña trepada)

  • Distancia aproximada: 15,45 km

  • Tiempo aproximado: 5h30 horas

  • Desnivel aproximado: 760 m

Luego, están las vistas: la Mota Cetín (aun siendo el techo del concejo de Parres) no es una cumbre altísima; sin embargo, desde su cima se obtiene una perspectiva privilegiada para admirar los Picos de Europa (casi en primer plano) y panorámicas de postal hacia la cercana sierra del Sueve, hacia el mar, hacia el picu Pierzu… ni siquiera hace falta ascenderla entera: desde los pequeños collados que se visitan para llegar hasta ella ya se vislumbran paisajes de los de quitarse el sombrero.

Mota de Cetín, con los Picos de Europa al fondo y el Pierzu asomando por la derecha/ Mirador al Sueve/ Bosque de Cea
Imagen principal - Mota de Cetín, con los Picos de Europa al fondo y el Pierzu asomando por la derecha/ Mirador al Sueve/ Bosque de Cea
Imagen secundaria 1 - Mota de Cetín, con los Picos de Europa al fondo y el Pierzu asomando por la derecha/ Mirador al Sueve/ Bosque de Cea
Imagen secundaria 2 - Mota de Cetín, con los Picos de Europa al fondo y el Pierzu asomando por la derecha/ Mirador al Sueve/ Bosque de Cea

Y aunque no es necesario cruzar el profundo y frondoso bosque de Cea para alcanzar la Mota Cetín, la ruta que aquí se describe va por ese camino y la corona, asomándose a sus más de 1100 metros y gozando con todas sus guapuras. Luego, eso sí, vuelve por otro camino, completando el periplo con nuevos paisajes.

Mirando a los Picos de Europa desde la zona conocida como el Collau, un tramo antes de coronar la Mota Cetín.

Lo que sí conviene decir es que el camino (aunque en su mayor parte discurre por pistas PR) en los tramos de bosque y antes de llegar a la cumbre se desdibuja, convirtiéndose en un sendero guiado por jitos que tiende a embarrarse en la espesura y obliga a una pequeña trepada a través de grandes piedras antes de alcanzar la cima (y para descender de ella).

Paisaje desde el collau Berroña.

Por lo demás, sólo queda apuntar que la subida a la Mota Cetín por la viesca de Cea es una ruta inolvidable: tan apestada de buen paisaje y tan a tope de magia boscosa que caminarla ejerce un poder de reseteo en el alma y el cuerpo.

La primera parte de esta ruta es de lo más sencilla: hay que poner rumbo en vehículo hacia Llerandi (pequeña población parraguesa, a unos 10 kilómetros de la capital del concejo, Les Arriondes) y, una vez allí, empezar a andar desde un aparcamiento ubicado un tramo antes de la entrada del pueblo, con paneles informativos del PR bosque de Cea y de la Mota Cetín que invitan a coger una ancha y marcada pista.

Tras unos 200 metros de caminata, aparece un cruce: hay que ir hacia la izquierda (o hacia arriba), sin abandonar el firme claro y marcado y en ligera subida. Tras un trecho, se alcanzará una zona conocida como «mirador del Sueve» o majada Calero, un guapo balcón a la sierra en la que reina el picu Pienzu y a los valles a los que da sombra; un sitio encantador para hacer un primer descanso.

Desde este punto, la senda se inclina para bajar un rato a través de un acogedor valle y alcanza la Braña el Fueyu, en la que se puede dar por concluido este primer tramo de ruta. A partir de aquí, hay que empezar a subir de forma más constante. Aunque, de momento, se sigue por la misma traza de pista hasta encontrar un nuevo cruce: hay que ir a mano derecha, hacia arriba.

Panel con indicaciones de la ruta en Llerandi (Parres).

La pista, comienza a inclinarse y a buscar obcecada la espesura. Primero, se adentra en una pequeña foz y avanza pegada a la orilla del río Mampodre, adentrándose lentamente en los territorios de la Viesca de Cea.

Al cabo, desemboca en un cruce. Es el tercero del día a tener en cuenta y está marcado con un cartel de madera: en este punto toca decirle adiós a la pista para –ya de lleno- entrar en el bosque de Cea, siguiendo un sendero que advierte «Cetín vertical».

Mirador hacia la sierra del Sueve en la majada Calero.

El sendero por el bosque está marcado con jitos y avanza prácticamente en línea recta, entre robles, hayas y otros árboles autóctonos. El sitio semeja un túnel, dotado de luz y de energía propia, ajeno a los ruidos externos, con un aroma y unos aires diferentes… cualquiera que ame los bosques, sabe que el de Cea es un tesoro. Uno de esos recodos únicos y especiales que –con su sinigual son arbóreo- consigue resetear el ánimo e insuflar buenas vibras. Una gozada de sitio.

Además de los jitos, a medida que se va subiendo aparecen también marcas de pintura que van mostrando el camino correcto. Ya en lo alto, la traza se va escorando a mano derecha, saliendo del bosque a una gran pradera que hay que cruzar. Luego, el camino sube dibujando zetas: va abandonando su forma herbosa y volviéndose más pedregoso. Finalmente, se planta ante una pequeña canal de piedra que –a modo de escalera- engola en el lugar conocido como «El Collau», estupendo mirador a los Picos de Europa.

A esta altura, se abandona la pista para entrar en el bosque de Cea.

Ya queda menos que nada. Eso sí, a partir de aquí la piedra gana a la hierba y la cuesta se pone tan intensa que obliga incluso a apoyar las manos. Es una zona de jous, de bosquetes de altura, cargada de subes y bajas que –marcados con jitos- van conduciendo a la cumbre de la Mota Cetín, estrecha pero con vistas muy muy largas.

Para regresar, tomaremos un camino distinto. Es el trayecto «habitual» para subir a esta cumbre, sin volver a atravesar el bosque de Cea, haciendo así la ruta circular. No tiene complicaciones: se trata de «destrepar» la Mota Cetín, volviendo a pasar por el Collau y enlazando canales de piedra hacia abajo. En la zona llamada Collau Berroña se encuentran las señales PR y se toma un sendero que vuelve a meterse al bosque, deambulando por una zona con tendencia al barro, muy cerrada de vegetación.

El camino del bosque desemboca en el Collau Fontecha, donde se ensancha y sigue avanzando cómodamente. Un tramo más adelante aparecerá un cruce de pistas. Está muy bien indicado y no tiene pérdida: hay que ir hacia la derecha, siguiendo el marcado camino sin salirse hasta recalar en el aparcamiento de Llerandi, en el que toca despedirse de una ruta entretenida, reseteadora y muy muy guapa por el concejo de Parres.

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