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Hoy, nuestros pasos van a llevarnos a recorrer 15 kilómetros, en plena Reserva de la Biosfera (Parque Natural de Redes), sobre un terreno que alterna colladas y bosques de hermosos ejemplares de árboles autóctonos. Nuestro destino es auparnos hasta los 1285 metros de los que presume, con elegancia y buen paisaje, la Xamoca, un pico bien perfilado en el paisaje de Redes que, desde su cima, contempla todo el horizonte montañoso de los concejos de Caso, Piloña, Sobrescobio y Laviana, amén de una buena panorámica de los Picos de Europa,la Sierra del Sueve y la de Peñamayor.
Horario: 5 horas (aprox)
Distancia: 15 kilómetros
Altitud máxima: 1285 metros
Desnivel: 755 metros
Tipo de recorrido: circular
Dificultad: Moderada-fácil
El recorrido de esta ruta a la peña la Xamoca se inicia en Campiellos, una pequeña localidad del concejo de Sobrescobio situada a 530m de altitud, al término de la carretera SC-1 que parte de Rioseco. En la misma entrada del pueblo podemos dejar el coche, sin problemas, en un amplio aparcamiento.
Salimos de Campiellos, ya caminando, siguiendo una pista de hormigón con señales de PR AS-123 que va ascendiendo, entre casas y hórreos, hacia la izquierda, y pasa por delante del depósito de aguas del pueblo. Nuestros pasos por hormigón no serán muchos: pronto, el camino da paso a un suelo de tierra, de sendero marcado, con hermosos ejemplares de castaño y roble custodiándolo.
Tras unos 20 minutos de marcha, alcanzamos la collada l´Arcu (628m), donde una placa recuerda a Olegario García Zapico, maestro asesinado en este lugar en 1938, muerto por defender la libertad y el derecho a la educación.
Desde esta collada, podemos observar por primera vez la silueta calcárea de la Xamoca, hacia donde nos dirigimos, que parece cercana pero para la que aún queda un buen tramo de camino.
Poco a poco, vamos dejando atrás la zona boscosa, tan agradable, y la pista dibuja una curva pronunciada a la derecha que se abre a un tramo de dura pendiente. Cuando lo superamos, llegamos a la segunda collada: la de Ricau. Este es un sitio perfecto para hacer un breve descanso, mirando el valle del arroyo de Comillera y admirando la Peña Blanca y todo el cordal que, desde ella, se prolonga a la derecha hasta culminar en la Xamoca.
Seguimos camino: tendremos que sortear, paso a paso, varias vueltas de pendiente acentuada hasta alcanzar nuestro siguiente punto estratégico, la majada de Llagos. Aquí, en las inmediaciones de esta majada, encontraremos un estupendo mirador asomado al pueblo y al embalse de Rioseco, un texu ancestral –perfecto para tomar la sombra-, bancos y mesas de madera, restos de vida pastoral con forma de cabaña, una enorme charca –que da nombre a esta majada, por parecer un pequeño lago-, buenas vistas de las Ubiñas, grandes praderías y hasta una fuente-abrevadero en la que podemos llenar la cantimplora de agua declarada «mineral-natural». Todo un lujo.
Unos metros más arriba de esta campa, en la misma pradería, hay un palo de madera que sostiene dos paneles indicadores: hacia la izquierda señala a La Xamoca, y hacia la derecha al collado Unqueru. Siguiendo las indicaciones hacia la Xamoca, nos encontramos con un jitu que introduce nuestros pasos en un pequeño y espectacular bosque de hayas, espinos y rocas.
El sendero del bosque está bien marcado (también con jitos y marcas senderistas). Y hasta hay un cartel, con forma de flecha, que reza: «Pico la Xamoca. Ir hasta la cresta y seguir por ella». No hay pérdida
Obedeciendo las indicaciones del cartel en el bosque, nos aupamos hasta la cresta avanzando por un terreno de matorral y piedra caliza. Pronto, se aparece ante nosotros la ladera que nos separa de nuestra cumbre de hoy. Sólo resta seguir avanzando por ella, que dibuja un sendero bastante perceptible y bien indicado con pintura amarilla.
Las vistas, durante este pequeño tramo, ayudan a avanzar: Peña Mea, las Ubiñas, el Áramo…y, un poco más allá, algo más arriba, los Picos de Europa y la zona alta de Caso.
Así, con un paso deleitado por el paisaje, llegamos a la conocida como cuesta de Vegreru: último esfuerzo para alcanzar nuestra cima, que crestea un poco más en lo alto entre bastantes piedras con las que hay que tener cuidado para no enredar allí los pasos.
Una placa prendida en piedra y en homenaje a Vicente Argüelles, «montañero y persona genial», nos señala que estamos en la cumbre, amplia y pedregosa. Desde aquí, las vistas se abren hacia los cuatro puntos cardinales, llegando a contemplar –según desde dónde miremos-la sierra del Sueve y los Picos de Europa, además de todos los picos y montes que salpican los concejos de Piloña, Caso, Sobreescobio, Laviana...
Tras un merecido y largo descanso, contemplando la panorámica, toca volver. Nuestro descenso de la Xamoca va comenzar desandando la cuesta Vegreru, buscando un punto que, hacia la izquierda, nos permita alcanzar la siguiente collada de esta excursión: el collau Lechugueru.
Una vez damos con él, bajamos por la ladera hasta alcanzar la campera principal, distinguible por las ruinas de cabañas y una fuente (la de Lechugueru) que enlaza con el camino que viene del mirador de Llagos y que, a media ladera, nos va a conducir hasta la collada de Unqueru, otro lugar de buenas vistas.
Desde este punto, tomamos como referencia una cabaña derruida (que puede verse unos metros más abajo) para coger un sendero zigzagueante que cruza, en diagonal, una zona encharcada, primero, y un camino con muria de piedra, después, llevándonos hasta la majada Prau Riu y al valle del arroyo Güervu, por el que vamos a volver a Campiellos.
En este tramo, alternaremos suelo de pista con camino de piedras sueltas, bosque, más camino muriado entre castaños centenarios y, finalmente, una pista cómoda.
Nuestros últimos pasos discurren por terreno llano y nos llevan, sin esfuerzo, hasta el lugar desde el que partimos: Campiellos, final de esta excursión –tan bella- a la Xamoca, conociendo el corazón del Parque Natural de Redes.
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