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Señalizada como PR AS-290, la ruta de les foces del Raigosu está plagada de agua, hayas, flora, trinos y -ya en lo alto del valle- buenas vistas hacia los cordales de la zona M.LL
Por les Foces del Raigosu hasta Los Collaos
Laviana

Por les Foces del Raigosu hasta Los Collaos

Un recorrido sencillo, bien señalizado y que avanza por pista ganadera, nos interna en los recovecos del Raigosu a través de bosque y vegetación, elevándonos luego hasta un collado con vistas cumbreras

Jueves, 20 de abril 2023

Una pista ganadera que sube a lo alto de un valle, un trecho por el tajo marcado del río Raigosu, entre paredes calizas verticales y saltos de agua; además, un desnivel importante, que se salva de manera tranquila y, como cumbre, un collado, teñido de aire libre y de verdes cambiantes, alfombrado, mirando de manera extensa hacia las diferentes perspectivas que dibujan los valles del Raigosu y del Cañaines. En el frente, destacando en el paisaje que otorga este mirador, muy cercano, el cordal que delimita las invisibles fronteras de Laviana y Sobrescobio. Y en él, destacados, tres moles de caliza alineadas: el Corbellosu, el picu Cogollu y el Guanalón.

Vistas desde Los Collaos hacia el Corbellosu, el picu Cogollu y el Guanalón M.LL

Así, a grandes rasgos, estas son las principales características de la excursión que aquí se presenta, conocida con el nombre de Ruta de les Foces del Raigosu y marcada como PR AS-290. Un recorrido sencillo, bien señalizado y muy popular, que adentra al caminante en lo profundo de un valle para, luego, alzarle con zigzagueos entornados hasta un collado.

Río Raigosu

Y como el camino es ancho, relativamente sencillo, bien señalizado y de traza clara, la ruta resulta apta para cualquier tipo de experiencia caminante, incluyendo niños.

Eso sí, hay que tener en cuenta que la subida es suave pero constante. Y que aunque se hace llevadera, salva un desnivel de más de 700 metros antes de coronar Los Collaos, punto más alto del día que hace de perfecta cumbrera.

Las cabañas que adornan el camino, la flora que salpica todos los rincones que se van pisando, una antigua mina de carbón abandonada, el ganado que observa tranquilo a los merodeadores senderistas y los tramos de bosque dominados por fresnos, hayas, avellanos y robles son otras de las joyas que regala este bonito paseo por la vereda del Raigosu, una ruta perfecta llena de encantos que no defrauda.

Las hayas enormes y de formas intrincadas también son protagonistas en la senda del Raigosu

A LOS COLLAOS POR LES FOCES DEL RÍU RAIGOSU (PR AS 290)

  • Tipo de ruta: Lineal (ida y vuelta por el mismo trayecto)

  • Dificultad: Fácil

  • Distancia: 14 km

  • Tiempo aproximado: 4-5 horas

  • Altitud máxima: 1150m (aprox)

  • Desnivel aproximado: 700m

Descripción de la ruta:

Si es cierto lo que dice la OMS, 10.000 pasos (equivalentes a 7 kilómetros de distancia y los mínimos que se recomiendan para realizar una caminata saludable) separan Les Mestres de los Collaos, un elevado y verde altozano que hoy hará de cumbre en esta caminata por el PR AS-290, sendero más conocido como las Foces del río Raigosu.

En total, y como el trayecto es de ida y vuelta por el mismo itinerario, 20.000 son los pasos aproximados de esta ruta, que comienza en Les Mestres (Laviana), una zona separada unos 6 kilómetros de la capital del concejo y a la que se llega siguiendo una estrecha carretera.

No hay pérdida: al inicio del camino un cartel informativo da la bienvenida, señalando la dirección a seguir y las características de la ruta, al tiempo que invita a adentrarse por una pista ancha que avanza delimitada por un muro y con estupendas vistas hacia Peña Mea.

Un cartel informativo señala el inicio de la ruta en Mestres
Las vistas a Peña Mea, imponente, destacan en el horizonte durante el primer tramo de camino

Todo lo que hay que hacer es seguir esta pista, señalada de forma continua con postes que van marcando el recorrido y que avanza, sin prisas, adentrándose en la espesura mientras sigue el curso del río.

Tras (aproximadamente) kilómetro y medio andando, aparece un cruce. A mano derecha el camino avanza dirección al pueblo de los Tornos y hacia la izquierda se señala el rumbo a seguir para llegar a los Collaos.

Las señales en postes van indicando continuamente la dirección a tomar para llegar a Los Collaos

A partir de este punto, el camino comienza a ceñirse, adornado de la luz que se cuela entre las ramas de los castaños, abedules y hayas que dan sombra y techo a esta senda, por la que se sigue avanzando cómodamente, en subida suave y con algunos descensos, durante otro kilómetro y medio más.

Repentino, aparece en escena otro arroyo que se vuelca en el Raigosu: le llaman El Gatu. Esta es la zona conocida como El Bayu, señal de que la foz de Covellago, donde el valle se encajona severamente, está muy cerca.

Siguiendo el curso del agua en sentido contrario, entramos en la zona donde el valle se encajona

A partir de este punto la pendiente se vuelve más pronunciada y el camino decide salvarla haciendo un zigzag obsesivo que representa uno de los tramos más exigentes de la caminata.

Los enormes bloques de roca, colgados de verticales laderas, atestiguan el trabajo de años de estas aguas, que han ido devorando sin prisa roca caliza y silícea hasta dibujar un desfiladero pétreo, salpicado de bosque, que encandila.

La soledad, pintada de cantos de raitana, se convierte en un lujo en este tramo, que invita a caminar despacio sintiendo el arrullo del bosque, los trinos, el agua y los aires enredados que se cuelan, rebotando, entre las paredes de piedra.

Y así, entre ruidos acuáticos y en caminata placentera, poco a poco van quedando a la espalda los contrastes y los afilados farallones rocosos que habían estrechado el sendero y se va dejando atrás la canción acuática y el sendero encajonado, que empieza poco a poco a abrirse mientras gira hacia la izquierda.

Continuando, las pisadas desfilan ahora por una zona donde aún pueden verse los restos de las antiguas minas que sacaban carbón de estas montañas. Atravesando el sitio, dominado ya por la pradera, el sendero gira de nuevo para encaramarse ahora, ladera arriba, buscando la zona de los Collaos.

Restos de las minas de carbón que hubo en el lugar

La ruta se vuelve, de repente, soleada y abierta a largas vistas. Numerosas cabañas bien conservadas visten los lados del camino, que sigue subiendo –sin prisa pero sin pausa- por el entornado talud que lleva a los Collados.

Tras dejar atrás el río, la senda avanza por terreno más abierto y se encuentra con numerosas cabañas bien conservadas

Ya no queda nada: al llegar a la parte más alta, una señal marca el rumbo a la derecha, invitándonos a caminar unos últimos metros antes de dejarnos en Los Collaos, fantástico mirador a 1150 metros de altura que mira, frente a frente, al pico Corbellosu, custodiado por sus hermanos Guanalón y Cogollu.

Las vistas las marca la altura: similares a las de una cumbre alfombrada que mira enamorada hacia los preciosos valles del Raigosu y Cañaines, así como a las Peñas Negras y a Peña Mea, púlpito que acompaña desde los primeros pasos de esta ruta.

Los Collaos
Los Collaos

Para regresar, se retoma el mismo sendero, repitiendo itinerario en sentido inverso, volviendo a cruzar las Foces del Raigosu hasta alcanzar, de nuevo, Les Mestres, lugar en el que termina esta sencilla y placentera excursión por el Paisaje Protegido de las Cuencas Mineras.

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