Un deporte de altura para todas las edades

Verano no es solo sinónimo de deportes acuáticos para los más pequeños. En Asturias, contamos con disciplinas que se pueden disfrutar durante todo el año en espacios al aire libre o a cubierto. Como la escalada, que, aunque en la tierra del Urriellu suele asociarse generalmente a practicantes adultos, cuenta ya con una cantera significativa de jóvenes promesas.

Ayer, el rocódromo del One Move Social Climbing Center de Gijón acogía un encuentro organizado por la Federación de Escalada y Montañismo del Principado de Asturias (FEMPA) para elegir a los doce participantes en el próximo Campeonato de España de Selecciones Autonómicas en edad escolar que se celebrará en Lugo del 22 al 25 de julio.

Un total de 37 pequeños escaladores de distintos equipos de la región acudieron a la convocatoria para disputar las pruebas en las tres modalidades competitivas: bloque, cuerda y velocidad.

Víctor García, director técnico del evento, se mostraba satisfecho por celebrar esta reunión destinada a formar las selecciones asturianas en categorías infantil (12-13 años) y cadete (13-15) en un año especial para este deporte: «Es el primero en que se convierte en disciplina olímpica y, a nivel regional, con estas edades, estamos en un nivel de puesta en marcha. Hay una cantera de chavales que están empezando y que muestran mucho interés», explica.

La competición y las posibles medallas no son la principal meta de la representación asturiana seleccionada ayer -cuya lista se conocerá en los próximos días-, sino otras que apunta García: «Nuestro propósito es no generar ningún tipo de frustración en los críos. Les hemos planteado desde el principio que esto tiene que ser un punto y seguido, que haya participación, se motiven y tengan ilusión por seguir mejorando y trabajando con sus compañeros».

La tarea en equipo es uno de los principios de este deporte y se antepone al logro personal, tal y como contaba uno de los jóvenes participantes, el avilesino Alberto Vega, de catorce años: «Necesitas a alguien en quien confiar para que te asegure y, si no tienes esa confianza, no vas a poder escalar bien».

Esa fue una de las razones que llevó a Mirella Fernández, de Gijón, con trece años y cuatro practicando, a aficionarse: «Me atrajo el compañerismo. Lo más guay es que desconectas, conoces a mucha gente, lo pasas genial y puedes ir a muchos sitios con tus nuevos amigos y la familia y pasar un rato divertido».

A sus doce años, Sofía Martínez, de Morcín, es una auténtica experta en un deporte que cambió hace algunos años por el surf que practicaba con su hermana Sara, de catorce, a la que acabó animando: «Me pasé a la escalada porque los cumpleaños los celebraban en centros con rocódromo y se pasa mejor aquí».

«Nos encantan estos encuentros porque conocemos a chicos y chicas con los mismos gustos», añade la mayor.

Amigos, gracias a la misma afición, se hicieron los gijoneses Efrén González y Daniel Tornín, de once y doce años: «Empecé porque mi abuelo escala y me animé. Me gustaría estar en la selección», declara el primero, y su compañero vuelve a destacar el compañerismo: «Mola mucho y, además de ir al rocódromo, podemos hacer rutas de monte juntos».

Honorino Montes, vocal de la FEMPA, admite que otras comunidades «nos llevan ventaja en escalada de base, pero aquí vemos mucha afición y potencial. La idea es aprovechar el campeonato de Lugo para seguir adelante y llegar a formar también selecciones Sub-18. Este año, haremos lo que se pueda y lo principal es que los críos disfruten, de eso se trata».

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