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Dani Busto
Sábado, 31 de agosto 2019, 23:26
Naturaleza al alcance de toda la familia. La región ofrece una gran variedad de opciones para disfrutar del senderismo, con una serie de rutas para niños en Asturias que no deberías perderte.
Esta ruta, sin grandes desniveles y un camino sencillo, está llena de curiosidades. A medida que se avanza por el Camín Encantáu, se descubren las diferentes figuras 'encantadas' que habitan en Llanes. Se trata de personajes de la mitología asturiana con sus correspondientes explicaciones para que los excursionistas aprendan un poco más sobre los tragos, las xanas y otros seres mitológicos de la región. Sin duda es una magnífica oportunidad para adentrarse en la naturaleza más autóctona.
Este es uno de los recorridos más asequibles y hermosos que se encuentran en la región. La ruta del Alba discurre por la ribera del río Alba y avanza por un antiguo camino de pastores y arrieros que comunicaba Sobrescobio con el vecino concejo de Aller; posteriormente esta vía sirvió para la evacuación del hierro procedente de la mina Carmen, en pleno monte de Llaímo.
En Cangas de Onís, en pleno corazón de Picos de Europa, se encuentran infinidad de rutas. Una de ellas es la que recorre los Lagos de Covadonga. Es circular, sencilla y no muy larga. Es una buena opción si se quiere conocer un poco más el entorno de los lagos, más allá de la típica visita en coche. Está señalizada en todo momento con marcas de color amarillo y blanco. Parte del aparcamiento de Buferrera, hacia el Mirador del Príncipe, Las Minas, el lago Ercina, El Hayedo Palomberu y la Vega de Enol.
La ruta del río Dobra es asequible, sencilla, sin grandes desniveles y muy atractiva. Es una excursión por Cangas de Onís apta para todas las edades, con apenas media hora o 45 minutos de recorrido. El camino no tiene ninguna clase de pérdida. Solo hay que seguir el sendero. Una única dirección que conduce a un final gratificante y, si el tiempo acompaña, refrescante, ya que en verano es muy habitual encontrarse con numerosos bañistas en la Olla de San Vicente.
Las Cascadas de Oneta, en el concejo de Villayón, se encuentran en un rincón mágico, con una exhuberante naturaleza. A ellas se llega tras un agradable paseo, sin dificultad, por un camino con bastante buen firme (aunque no apto para carritos en su último tramo) que atraviesa campos de maíz y desde el que se tienen unas vistas fantásticas. Su corto recorrido (2 kilómetros ida y otros 2 kilómetros vuelta) conduce hasta una cascada con una caída de unos 20 metros, rodeada de frondosos bosques de vegetación autóctona. También es posible ver los restos de un antiguo molino y, si se va con niños un poco más mayores, aventurarse en busca de las otras cascadas que hay más abajo, como las de Méxica.
En la pequeña localidad rural de Entrialgo (Laviana), a lo largo de apenas tres kilómetros de senderos y en plena naturaleza asturiana, los personajes de 'La Aldea Perdida', del escritor Armando Palacio Valdes, relatan sus historias y peripecias mientras muestran los diferentes rincones descritos en la novela. Se puede visitar la casa natal del escritor asturiano.
Desde el pueblo de Valle de Lago (Somiedo), con un fácil recorrido de 13,5 kilómetros en total, esta ruta es apta para los más pequeños de la casa, que podrán disfrutar de las espectaculares vistas de Somiedo. Además de visitar el lago, el de mayor extensión de la Cordillera Cantábrica, por el camino se encuentra gran variedad de flora y fauna autóctona.
En el corazón del centro de Asturias se encuentra este magnífico desfiladero de las Xanas, hermano pequeño de la Garganta del Cares, pero considerado por un buen número de senderistas mucho más bello y menos masificado. Fue declarado Monumento Natural por el Principado en abril de 2002. Es una de las mejores elecciones como ruta de iniciación para pequeños y mayores por su escasa dificultad.
El trayecto, de ocho kilómetros por el concejo de Santo Adriano, se hace en tres o cuatro horas (ida y vuelta). y no tiene mucho desnivel. La senda fue tallada en la roca, en un antiguo proyecto para conectar los pueblos de Pedroveya, Rebollada y Dosango con el valle del Trubia. En el camino hacia Pedroveya se atraviesan varios túneles esculpidos en la piedra.
La mejor manera de conocer un poco más la prehistoria, en la época de los dinosaurios. En esta ruta se ven las huellas que dejaron en Asturias estos grandes reptiles. Se conoce como 'Costa de los Dinosaurios' al sector litoral comprendido entre las localidades de Gijón y Ribadesella y caracterizado por la abundancia de huellas y restos óseos de dinosaurios y otros reptiles jurásicos. A lo largo de este tramo de costa pueden visitarse nueve yacimientos de icnitas de dinosaurios, localizados en los concejos en Villaviciosa, Colunga y Ribadesella.
Para completar la jornada se puede visitar el Museo del Jurásico de Asturias, en Colunga, donde parece que los dinosaurios cobran vida. Allí se muestra la evolución de la vida en la Tierra desde sus inicios, haciendo especial hincapié en el Mesozoico, más conocido como era de los dinosaurios.
La Senda del Oso se puede hacer andando o en bicicleta, que suele ser la opción preferida de los excursionistas. Su recorrido, de 22 kilómetros, discurre siempre paralelo al río y atraviesa tres desfiladeros, siete puentes y una treintena de túneles. Sus espectaculares paisajes convierten a la Vía Verde de la Senda del Oso en una parada obligada para aquellos que visitan Teverga.
Es una ruta del todo segura, ya que todo el camino transcurre por firme asfaltado, con valla protectora e iluminación automática en los túneles largos.
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