Borrar
El valle de Ardisana, precioso, se contempla a vista de pájaro desde las laderas del cerru Llabres M.LL
Al Cerru Llabres: un tímido altozano rodeado de enormes vistas
LLANES

Al Cerru Llabres: un tímido altozano rodeado de enormes vistas

Preciosas vistas que abarcan desde el mar a los Picos de Europa, un recorrido circular sencillo y una ruta a un monte de 700 metros que queda grabada en la retina montañera: la excursión llanisca hasta el cerru Llabres no defrauda

Viernes, 17 de marzo 2023

En la montaña, como en la vida, no hace falta conquistar grandes cimas o complicadas alturas para complacer al alma y a los sentidos. A veces, simplemente con llegar a un pequeño cerro ya es suficiente para obtener el regalo de los buenos paisajes y la satisfacción, gigante, que pueden generar las caminatas sencillas, alejadas de complicaciones y sobresfuerzos. A veces -en el monte, igual que en la vida- todo lo que hace falta es echar a caminar sin prisa, sin proponerse grandes metas, para alcanzar lugares cómodos en los que sentarse a respirar, descansar y disfrutar, admirando desde la sencillez la grandiosidad de la naturaleza y la belleza que nos rodea.

Tal es el caso de la peña Llabres, un pequeño cerro de menos de 700 metros de altitud que, a pesar de asentarse en un macizo discreto sin grandes renombres ni fama excesiva, resulta una atalaya estupenda que regala a quien la visita un precioso paseo y unas estupendas vistas dignas de postal.

El Tiatordos, la Llambria, el Hibeu, el Vizcares, el Benzua, el Mofrechu y el Sueve desde un punto muy cercano a la cima del cerru Llabres M.LL

CIRCULAR AL CERRU LLABRES DESDE POSADA DE LLANES

  • Tipo de ruta: Circular

  • Dificultad: Fácil

  • Distancia: 14 km

  • Tiempo aproximado: 4-5 horas

  • Altitud máxima: 690m

  • Altitud mínima: 32m

  • Desnivel aproximado: 730m

Los Picos de Europa, los altos ponguetos, los límites verdes y frondosos de Casu, las siluetas imponentes y alargadas del Cuera y del Sueve y, para cerrar la instantánea, el mar y toda la rasa costera llanisca, salpicada de violentos bufones, playas, puertos, pueblos pesqueros y ariscos precipicios del color de las algas norteñas: todo esto, y mucho más, se observa de forma placida desde el cerru Llabres, un monte cualquiera del concejo de Llanes que, desapercibido, aglutina el privilegio de observar –sin cansarse- el espléndido paisaje oriental asturiano.

La excursión que aquí se propone es una circular, sin complicaciones técnicas, que nace y muere en Posada de Llanes, trazando entre medias un circuito cómodo que va empatando senderos, cabañas, praderías y pendientes hasta alcanzar una humilde cima con mucho para enseñar.

Descripción de la ruta al cerru Llabres:

Desde Posada de Llanes, echamos a andar dirección Lledias, cercana población vecina que se ubica justo en los bajos de las faldas norteñas del cerru Llabres.

M.LL

Caminamos por las calles del pueblo sorteando cruces que (primero a mano izquierda y luego a mano derecha) nos alejan de las casas dejándonos en las puertas de un bosque recorrido por una pista forestal. Debemos seguirla hasta encontrar un pequeño sendero que, a mano derecha y marcado con flechas pintadas, avanza sorteando los pastos de la zona antes de comenzar a subir de forma tímida por las empinadas laderas.

Tras dejar atras Lledias, un tramo boscoso nos conduce hasta un discreto desvío a la derecha que nos aupará laderas arriba M.LL

El camino, con algunos tramos empedrados y tan andado que se marca en el terreno como una larga y fina culebra, empieza a coger altura y a ganar en verticalidad mientras avanza con la vista puesta en el collado la Prida, lugar ideal para alargar un descanso que recomponga de la subida. Las vistas de la costa llanisca destacan desde este punto, asomado también al interior de la sierra y al valle ciego de Llabres.

Vistas hacia la costa desde la collada Prida, primer «puerto» de altura de esta excursión M.LL

Desde la collada, continuamos ruta aspirando los aromas a salitre que arrastra el aire, dejando el valle de Llabres a la izquierda y tomando un sendero ganadero para cambiar de ladera y comenzar otro tramo remontando metros.

El firme, una mezcla de hierba y piedras calizas, es cómodo. Su traza se va marcando clara entre la espesa vegetación que puebla la ladera. La subida, bastante empinada, continúa sin pérdida y hace una breve parada en la zona conocida como la casa del cura, una solitaria cabaña con una fuente cercana.

La casa del cura, un enclave solitario con buenas vistas muy cercano ya a la cumbre del cerru Llabres

Desde la casa el cura, el avance prosigue buscando una zona limpia de hierba que asciende ladera arriba a mano derecha: a través de ese sendero saldremos sin dificultad a lo alto de la sierra, ampliando las vistas y disminuyendo la distancia con la cumbre buscada.

Tras un pequeño trecho por los altos, sorteando antecimas que se aparecen como obstáculos, ya casi lo tenemos: el cerru Llabres, al frente. Se muestra accesible, vestido de sencillez y elegancia, y con una enorme lengua de hierba bien marcada que muestra claro el acceso a sus altos, de piedra caliza arañada.

Enseguida, sin dificultad ninguna, se alcanza su cumbre, marcada con un vértice geodésico y bien asomada a buenas vistas del mar y los más altos y míticos riscos asturianos.

Los Picos de Europa desde la cumbre del Cerru Llabres M.LL

Para descender, continuamos andando el cordal en dirección oeste y comenzamos a bajar por praderas y caminos hechos por el ganado hasta que encontramos una cabaña derruida con preciosas vistas al valle de Ardisana.

M.LL

Rodeando la cabaña por la izquierda de sus muros, continuamos un descenso que en este punto se vuelve más intenso, de nuevo entre zonas de pastos hasta encontrar otra cabaña y, por debajo de ella, caminar los últimos metros ladera abajo hasta llegar a una zona de repetidor con largas antenas en la que nace una ancha pista de tierra que debemos coger y seguir para llegar a Rioseco.

M.LL

Cuando aterricemos en Rioseco, estaremos muy cercanos de Posada. Sólo resta bajar unos metros por carretera para abandonarla en pos de un sendero estrecho que parte (a mano derecha) junto a una cuadra. Por él, caminamos praderías y tramos de bosque de manera tranquila hasta alcanzar una pista que, de nuevo a modo paseo, nos devuelve a Posada de Llanes.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Al Cerru Llabres: un tímido altozano rodeado de enormes vistas