Nace el Anillo de Ubiñas, un proyecto forjado a fuego lento que recorre 170 kilómetros de montaña

Para Gumo y para Constan no hay tierra, no hay montañas, más preciosas y acogedoras que Las Ubiñas. Aunque claro, es de justicia decir que tienen con ellas una relación estrecha, familiar, basada en el amor y el respeto, que dura ya muchos años; de hecho, el primero es guarda del refugio del Meicín –ubicado a los pies mismos de Ubiña la grande- y asegura que se enamoró de este entorno desde el primer instante; y el segundo lleva largo tiempo siendo guía en estos terrenos, caminándolos en todas las estaciones y aprendiendo sus secretos más íntimos.

La historia que sigue deviene, pues, de una historia de amor longeva y saludable. Un romance en toda regla con un territorio de montes que Gumo y Constan no esconden. Y, además, lleva largo tiempo fraguándose: a fuego lento, con cariño, como se hacen los buenos guisos y las cosas importantes. Una historia de montañas, de querer poner en valor un paisaje, que comenzó allá por tiempos de pandemia y esta misma semana se estrena con la primera ruta (o expedición) por el Anillo de las Ubiñas.

«La idea empezó hace mucho, casi pareja a mi llegada al refugio. Y fue durante la pandemia que le fui dando forma en la cabeza y me decidí a pasar a la acción», cuenta Gumo, ligeramente nervioso, ilusionado y muy expectante ante el hecho de que este mismo jueves arranque –por primera vez- un periplo que él solo ha ido creando a base de esfuerzo, caminatas, conversaciones con lugareños y mucho tesón.

«El Anillo de Ubiñas está inspirado en otros anillos montañeros de éxito, como los de Picos de Europa o Pirineos. Al llegar a estas tierras y empezar a conocerlas mejor, hablando con los paisanos y pateando, descubrí que había muchos caminos antiguos perdidos, tomados por la maleza y el paso del tiempo pero con mucha historia y muchos paisajes increíbles prendidos de ellos. Entonces pensé que `podían recuperarse, diseñar etapas que recorrieran el parque de Las Ubiñas-La Mesa entero, crear un recurso montañero limpio y señalizado para que más personas pudieran patear estos increíbles lugares y disfrutar, conociéndolos», continúa contando.

Tras largo tiempo diseñando la logística, caminando, limpiando zonas e ideando etapas (varios años de ilusión y trabajo en solitario) el siguiente paso que Gumo dio fue hablar con Constan, al que entusiasmó la idea. Casi desde ese momento empezaron a caminar juntos, limpiando algunas zonas más en pareja y probando posibles recorridos hasta acabar por completar un Anillo que cubre –aproximadamente- 166 kms, pasa de los 6000 metros de desnivel acumulado y recorre lugares con mucha alma:

«El Anillo se hace en un total de seis etapas, aunque también tendrá circuitos para hacer en dos y tres días, más asequibles. Pero el principal, son 6 días, con partida y regreso desde el Meicín y con etapas muy muy guapas: la primera cubre 18 kilómetros y asciende a Peña Ubiña, y el resto andan entre 25-35 kilómetros. Además de montaña, se pasa por muchos monumentos que hay en esta zona y se recorre también la historia del lugar mientras se visitan lugares como los lagos de Somiedo, teitos y corros, el museo de la Prehistoria, la senda del Oso, la cascada del Xiblu, la Navaliega, el Texu de Bermiego, les cruces y la ermita del Alba, el pueblu malditu de Quirós, molinos, la casa de San Melchor… y claro, todo el recorrido por los altos que contemplan todas las Ubiñas y todo el paisaje de Somiedo…», relata Constan, que afirma que se trata de un recorrido emocionante.

«Es difícil de explicar, hay que vivirlo: es un recorrido tremendamente emotivo y con mucho interés que te deja una huella profunda y que cualquier persona apasionada de la montaña debería de hacer. De hecho, cuando lo hice por primera vez completo junto a Gumo, hace un par de semanas, al acabar se me saltaron las lágrimas: es guapísimo, pasa por zonas que te ponen los pelos de punta, camina por senderos viejos que enlazan con calzadas romanas, el Camín de la plata, el Camín real…tiene mucho enganche. Gumo se ha pegado un currazo increíble y que haya contado conmigo es tremendamente ilusionante», asegura, ilusionado con un proyecto que ha supuesto meses y meses de trabajo para su amigo y en el que le honra profundamente ser guía oficial

«Durante todo este tiempo montando el Anillo me dediqué a caminar mucho, limpiar caminos, grabar posibles recorridos, buscar los sitios más espectaculares, alojamientos en los que la gente pudiera pernoctar y cenar caliente, hablar con ayuntamientos…el siguiente paso, tras estrenarlo con gente esta semana, será señalizarlo entero, además de poner en marcha una web en la que alojar toda la información necesaria y los enlaces para reservas de pernoctas. Si todo va según lo previsto, a partir de primavera, todo el mundo que lo desee podrá recorrerlo, tanto acompañados de un guía como por libre», sigue explicando Gumo.

Además, no le ha faltado detalle: teniendo en cuenta que en la zona sólo hay un par de refugios de montaña, Gumo se preocupó de que cada etapa concluya al pie de lugares en los que pernoctar: casas rurales, albergues… diseñando un recorrido en el que no hace falta cargar con excesivos pesos y en el que, al final de cada ruta, hay disponible ducha, cama, cena caliente y hasta la preparación del picnic del día siguiente.

Ambos están contentos: Gumo porque lleva años preparando este proyecto y, tras llamar a muchas puertas y dar muchas muchísimas vueltas, ve que lo que empezó siendo un sueño es ya una realidad que puede servir no sólo para mostrar todas las maravillas de las Ubiñas sino también para desestacionalizar el turismo y atraer gente a la zona. Y Constan porque ha sido llamado para ser el guía oficial del Anillo y el proyecto no puede gustarle ni emocionarle más

Para acabar, Gumo quiere dejar claro que este proyecto suyo del Anillo de Ubiñas no está todavía cerrado: queda mucho por hacer y está abierto a que más personas, alojamientos y entidades aporten para hacerlo crecer; él lo ha creado y puesto en marcha pero su plan es conseguir que acabe siendo un proyecto independiente, que funcione por su cuenta y que crezca, adheriendose a él todo aquello o aquellos que puedan sumarle interés y facilidades:

«Yo lo ideé y diseñé con máxima ilusión y esfuerzos; Costan se sumó como guía oficial para poder ofrecer fechas para recorrerlo y conocerlo en detalle… pero la idea es que el Anillo sea independiente. Que otros guías puedan ofrecerlo, que esté bien señalizado y con tracks disponibles para hacerlo por libre, que tenga su propia web para funcionar, que más alojamientos rurales se sumen a su oferta de pernocta, que las administraciones colaboren para ayudar a señalizarlo... el propósito es ofrecer un recurso que traiga gente a conocer este rincón precioso, poniendo en valor una zona muy potente y poco conocida de Asturias», arguye.

Dicho queda: la primera expedición por el Anillo de las Ubiñas, de seis días y con 166 kilómetros de recorrido, arranca esta misma semana. Una expedición piloto que vivirán media docena de personas acompañadas por Gumo y por Constan y que será la semilla, el paso inicial, para dar por inaugurado el Anillo de las Ubiñas, un proyecto que arrancará oficialmente en primavera de 2025 (tras las nieves invernales) y que pretende mostrar al mundo entero la belleza de los perfiles, los puertos de montaña, los pueblos montaraces y las historias de ese precioso y salvaje territorio que es el Parque Natural de las Ubiñas-La Mesa

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