El vestuario, rendido a la afición

Todos los partidos de Segunda División están marcados por la igualdad y cualquier detalle, por mínimo que parezca, puede decantar una lucha hacia un lado o hacia otro. El Oviedo se está encontrando un aliado muy poderoso en la fuerza de su gente y el vestuario así lo siente y tras todo lo vivido en Eibar quisieron hacer pública la admiración que sienten por sus aficionados. Sebas Moyano se queda sin explicaciones para todo lo que están viviendo: «No paran de sorprendernos, son increíbles, cada día va a más, el otro día el recibimiento fue increíble, cuando salí a calentar me emocioné». Lo que sucede en casa es lógico, pero «a no sé cuantos kilómetros de casa han vuelto a estar y el domingo con su apoyo lo daremos todo».

Alemao fue otro de los grandes protagonistas del partido en Ipurua. El brasileño se está ganando el protagonismo que Luis Carrión le ha ido dando con el paso de las semanas y para él lo que rodea al equipo es un enorme placer: «Es una locura, están ayudando siempre, en todos los sitios que jugamos, fue otra fiesta muy linda y hay que agradecerles que nos den fuerza desde la salida del Tartiere».

Para la gente de la casa, la cosa se ve multiplicada. Abel Bretones irrumpió en el encuentro del pasado miércoles con una gran fuerza y resultó determinante para decantar la balanza del lado azul. Él que es uno de los jugadores más queridos por la grada, quiso devolver los piropos que recibe habitualmente: «Fue una locura, ir a celebrar con ellos a los que estamos muy agradecidos. De esta afición poco se puede decir, sólo espero que sigan así porque yo me lo paso muy bien».

Uno de los grandes factores a favor del Oviedo en este momento de la temporada es que el equipo es muy consciente de lo que hay en juego y cómo deben afrontarlo. «Sabíamos que iba a ser un partido complicado pero que teníamos ir al ataque», explicó Moyano. El cordobés valoró la personalidad demostrada por el equipo: «Como se vio en la ida fuimos a buscarlos arriba, aquí también se ha visto un Real Oviedo igual que buscó el triunfo desde el principio y lo hemos conseguido ante un muy buen equipo y nos clasificamos para la final». El aspecto anímico nunca se resquebrajó del todo: «Durante la Liga siempre creímos que nos íbamos a meter, la eliminatoria sabíamos que íbamos a darlo todo, somos un equipo muy sólido y así se ha visto, estamos en la final y vamos a ir a por ella».

Una vez superadas todas las emociones generadas por la clasificación para la final, el equipo regresó al trabajo y la mejor noticia para Carrión fue que ningún jugador parece tener problemas físicos importantes. Borja Sánchez, que terminó tocado en Ipurua, saltó al campo con playeros y no participó en ningún ejercicio con los compañeros, al igual que Luismi. Los que más minutos acumularon el miércoles se retiraron nada más concluir el calentamiento, mientras que el resto completó una sesión más exigente, en la que participaron David Costas y Mario Hernández, siendo los únicos que no saltaron al terreno de juego Rodri Tarín y Santi Cazorla, que sigue trabajando para intentar jugar en la final.

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