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Para muchos Vejlko Paunovic puede ser un gran desconocido en los banquillos, pero su carrera ya tiene algunos éxitos y una trayectoria que ahora ... quiere hacer valer en el mismo fútbol que le dio la gloria cuando era jugador. El técnico serbio aterriza en Real Oviedo con una misión complicada, devolver al equipo a la categoría en la que él defendió la camiseta azul en la temporada 2000-2001. No es el peor escenario que un técnico se puede encontrar, sexto clasificado a falta de 30 puntos por jugarse. Nadie puede descartar a los azules para ninguno de los retos.
Como futbolista Paunovic fue uno de esos jugadores apadrinados por Radomir Antic. Él apostó por un futbolista muy joven para incorporar el Atlético de Madrid, y también lo quiso tener a sus órdenes en su última etapa al frente del Real Oviedo. No solo hizo carrera en España militando en conjuntos como el colchonero, primero se fogueó en el Marbella, y después tuvo que actuar como cedido también en Mallorca, Tenerife, Getafe o Almería. Tampoco le asustan las aventuras internacionales y así jugó en Alemania con el Hannover y también probó en Rusia con el Rubin Kazan. No dudó en retomar sus orígenes y volver a defender la camiseta del Partizan, su última parada le llevó a Estados Unidos para jugar en el Philadelphia en la MLS.
Todo estaba preparado para su paso a los banquillos y encontró la primera oportunidad trabajando con los equipos inferiores de la Federación Serbia. Paunovic llegó a proclamarse campeón del mundo con el combinado sub 20 y eso le abrió las puertas para poder dar el salto a equipos profesionales. Estados Unidos volvió a ser el escenario de un paso importante en su carrera, cuando se puso al frente del Chicago. El fútbol inglés llamó a su puerta y el Reading de la First Division le confió su primer equipo y allí estuvo durante más de 80 partidos.
Al igual que en su etapa de futbolista, Paunovic no tuvo ningún reparo en hacer las maletas y marcharse al fútbol mexicano. Chivas fue su primera parada y después acudió a la llamada de Fernando Hierro, director deportivo de los Tigres, para encabezar una nueva aventura. El final de esta etapa fue un tanto abrupto, ya que su destitución llegó después de ganar un partido, y sobre todo sorprendió que su sustituto fuese el que era capitán a las órdenes del propio técnico serbio. Desde hace una semanas está a la espera de encontrar un nuevo destino y el Oviedo le abre sus puertas.
Paunovic fue un futbolista de carácter y lo demostró allá por donde pasó. Jamás rehuyó la pelea y aquellos que le conocieron y que le vieron jugar le recuerdan como un futbolista de raza no exento de calidad y con una carrera que, aunque pasando por muchos equipos, se puede considerar brillante. Como entrenador, mantiene algunas de esas virtudes, y lo dejó claro en una rueda de prensa posterior a un partido, cuando se mostró encantado con la actitud demostrada por sus jugadores y firmó la siguiente frase: »Al fútbol se juega con la cabeza, con el corazón y con los huevos».
Ahora, afronta su primera oportunidad en los banquillos españoles, y sabe que un éxito al frente del Oviedo le puede dar la trascendencia que quiere para repetir su brillante carrera como futbolista pero esta vez dirigiendo desde la banda.
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